Ajedrez/Técnica/Zonas geográficas del tablero

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«Técnica»


El maestro de ajedrez, divide imaginariamente el campo de batalla para establecer leyes que regulen el valor de las casillas, el valor de las piezas y el valor de acuerdo a su relación. Esta división le sirve como herramienta creativa y pedagógica para establecer criterios fiables en la creación de ideas y planes.

Zona central[editar]

Súper centro:[editar]

está formado por la glorieta central y las cuatro casillas del centro. Este espacio vital, integrado por ocho casillas blancas y ocho negras es la fuerza y debilidad de todo el campo de batalla. Es un cuadrante en el centro del tablero integrado por dos glorietas con características bien definidas: el cuadrado central formado por las casillas f3, c3, c6 y f6 y el cuadrado central formado por las cuatro casillas centrales: e4, d4, d5 y e5.

El centro:[editar]

es el cuadrado de mayor importancia en el tablero, formado por dos casillas blancas, e4 y d5, y dos negras, d4 y e5. Estas cuatro casillas predominan en rango, importancia y ubicación.

Podemos afirmar que la fuerza de un jugador de ajedrez, se mide por la rapidez con la que logra controlar estas casillas y la habilidad para manejarlas durante las partidas de juego.

¿En qué radica la importancia del control y manejo del centro?[editar]

Imaginemos que a cada una de las cuatro casillas centrales le damos un valor numérico equivalente al 25%.

El centro

En el transcurso de los acontecimientos, el bando blanco obtiene el dominio de las dos casillas centrales blancas y el bando negro obtiene el dominio de las dos casillas negras.

Esto quiere decir que ambos bandos tienen el 50% de probabilidades de obtener la victoria.

Pero veamos qué pasa cuando el bando negro posteriormente pierde el control de una de estas dos casillas negras; esta pérdida “irreparable” cambia las probabilidades por completo.

El bando blanco cuenta ahora con el 75% de probabilidades de obtener la victoria, contra un 25% de probabilidades para el bando negro.

En la práctica, si un maestro conduce las piezas blancas, el bando negro ya podría rendirse sin esperar los acontecimientos posteriores. Ha perdido el dominio del centro y ha perdido la partida.

El centro