La noche anterior a la preparación del guiso, ponemos las alubias blancas a remojo.
Se coge una cazuela grande y se colocan las alubias escurridas con el laurel y la sal, y las cubrimos de agua.
Ponemos la cazuela al fuego y dejamos hervir.
Mientras las alubias se cuecen, preparamos el sofrito de la cebolla, el ajo y el pimentón.
Añadimos el sofrito a la cazuela para que siga hirviendo con el resto de los ingredientes.
La perdiz hemos de prepararla, y aprovechamos la cocción de las judías blancas para hacerlo. Limpiamos bien las perdices, lavamos y pelamos la zanahorias.
En otra cazuela ponemos a hervir las perdices con la zanahorias, a fuego lento durante al menos 30 minutos.
Cuando las perdices hayan cocido las sacamos del fuego y una vez escurridas las deshuesamos y dejamos a parte.
Unos 15-20 minutos antes de que las habichuelas estén acabadas de cocer, añadimos la perdiz deshuesada y la dejamos cocer los últimos 20 minutos.