En primer lugar se ponen al fuego 300 g de azúcar con el agua para hacer un almíbar y cuando el agua rompe a hervir se retira.
A continuación las yemas se ponen en un recipiente hondo y se baten fuerte con un tenedor. Una vez bien batidas se les va agregando lentamente el almíbar, dejando que repose un poco.
Aparte, se pone a hervir el resto del azúcar con muy poca agua. Cuando ésta hierve se mira el punto del almíbar, metiendo una espumadera, soplando por los agujeros; si salen globos es que el almíbar ya está listo.
Ahora se toman los moldes y se untan con este almíbar con ayuda de un pincel, y después se van llenando del preparado, y una vez bien repartido se ponen a cocer al baño María, tapados. Se deja cocer 25 minutos.
Por último comprueba su cocción, oprimiendo con el dedo en el centro del tocinillo. Si éste está blando se deja cocer unos minutos más. Si está duro se retira y se deja en los moldes hasta que estén fríos. Finalmente, se desmoldan.
