Poner las yemas en un bol, sazonar con sal y pimienta y batir con batidor de varillas hasta obtener una mezcla lisa.
Añadir el vinagre o zumo de limón y mezclar bien.
Al principio hay que verter el aceite gota a gota y batir siempre sin interrupción en los movimientos. Cuando comience a espesar ir añadiendo el aceite en forma de hilo fino hasta obtener la consistencia deseada.
Notas
Si queda demasiado espesa, rebajarla con algo más de zumo de limón o vinagre.
Para que no se corte hay que tener yemas y aceite a temperatura ambiente. Se conserva unas 48 horas en frigorífico dentro de un bote de cristal. Puede aromatizarse con mostaza.