Las fabes se ponen en remojo la noche anterior con el tocino.
Al día siguiente se retira el agua.
En una cazuela grande se colocan todos esos ingredientes y se cubren con agua.
Se coloca a fuego fuerte hasta que comience la ebullición y luego se mantiene a fuego suave durante dos horas y media aproximadamente.
Aparte se cuecen unas morcillas. Se pinchan por los extremos con unos palillos, se cubren con agua fría y se cuecen durante 5-10 minutos máximo.
Como se trata de productos que ya han sido elaborados con sal (lacón, tocino, oreja, etc.), la cantidad de ésta dependerá de ello y se irá probando durante la cocción hasta llegar al punto de sal adecuado.