40 g de avena en grano (suele venderse en bolsas de 500g).
1 litro de agua (a 60º-70ºC)
Sal, una pizca
Piel de limón.
1 cucharada de sésamo tostado, para aportar calcio.
Procedimiento
Ponemos en remojo los granos de avena y los de chía. Reservamos toda la noche en el frigorífico.
Al día siguiente, tiramos el agua del remojo y echamos los granos de avena, el trozo de piel de limón, el sesamo y los dátiles en la batidora. Añadimos 1/2 litro de agua y la sal y batimos hasta que se hayan triturado por completo.
En una segunda tanda, añadimos el resto de agua y batimos de nuevo.
Pasamos por un colador de tela o una bolsa de leches, para separar la bebida de la pulpa triturada.
Se puede conservar en el frigorífico de 3 a 4 días.
Si está demasiado cremosa, se puede añadir un poco de agua.
Trucos y consejos
Podemos aprovechar la pulpa para usarla en una sopa o con lentejas, en los 5-10 minutos finales de la cocción del plato. También la podemos emplear en una salsa de verduras.