En persecución/El entorno/Miedo a la muerte

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Miedo a la muerte[editar]

Traductor: Tchaiky Grado de desarrollo: 100% (a fecha de 14:00 30 mar, 2011) Revisor 1: Fumarel Revisor 2:


“Sólo pensábamos en salir y emborracharnos al regresar de la misión – nunca nos planteamos el hecho de que podíamos NO regresar”

S/ Sgt Leonard J. Hurley, 305 Bomb Group (H)

“Tenía siempre miedo- era lo que me hacía estar rápido”

Major Robert S. Johnson, 61thFS, 56FG

Morir, en el juego, no significa nada. Pero al mismo tiempo sí. El simple hecho de poder reaparecer inmediatamente y seguir saliendo para repetir el mismo error una y otra vez sin que haya un castigo permanente nos conduce a un mundo distorsionado en lo que respecta al comportamiento de los pilotos. Por otro lado a nadie le gusta “morir” por la incomodidad, la interrupción y la merma de confianza que se produce. Dicho esto, a algunos tíos ni siquiera les importa e incluso consideran morir como recurso para evitar una molesta y aburrida vuelta a casa. Otros llegarán a cualquier extremo para evitar la muerte virtual – por los medios que sean necesarios incluyendo “arrimarse al antiaéreo(9)” e incluso “tirar del cable(10)”.


(9) Volar en círculo bajo la protección de baterías antiaéreas aliadas.



(10) Desconectar voluntariamente del juego en internet desenchufando de la red, prefiriendo la desaparición anónima a la humillación pública.


Sin embargo los jugadores intrínsicamente valoran mejor el éxito que el fracaso – si no fuera así, ¿que razón les mueve a jugar?. En el juego en red, el miedo a la muerte es una elección muy personal- el sumergirte en la experiencia en general o considerar el juego como una simple diversión, una especie de ejercicio físico de estiramiento.

La muerte es sinónimo de fracaso. La muerte tiene un significado en el juego en la medida en que ayuda al enemigo, en la medida en que aumenta la desventaja en contra de tus compañeros de equipo, en la medida en que merma la cantidad de aviones disponibles en tu bando (cuando se ha modelado el desgaste, como en WWIIOL), en la medida en que te obliga a consumir algún tiempo hasta llegar nuevamente al combate, etc. Pero el aspecto más importante de la muerte, que se escapa a la mayoría de los pilotos, es que deja al descubierto tus errores. La muerte es una experiencia enriquecedora que pocos se toman en serio. En su lugar, lo que sienten la mayoría de los cadáveres volantes es ira. Te enfadas – o mejor dicho, echas chispas, golpeas la pared, crujes el monitor – cuando te derriban, una sensación más bien desagradable si sucede con cierta frecuencia, sin embargo esta ira es buena si te paras a pensar en ello. No deberías enfadarte con el tío que te derribó, o maldecir al árbol que chocó contigo (¿eh?), sino agradecerles la lección y regañarte a ti mismo por ser tan estúpido de dejar en primer lugar que pasase. Y a continuación trabajar en ello para evitar morir por el mismo motivo en el futuro.

Volar como si tu vida dependiese de ello le da un significado totalmente nuevo al juego. Mientras que normalmente entrarías a luchar en cualquier combate, pasas a escogerlos cuidadosamente y aprendes a valorar el pavor y el miedo experimentado por aquellos que literalmente arriesgaron sus vidas en combate real. Mejora tu conciencia situacional, aprendes a comprobar tus seis con más frecuencia, aprendes a mantener la energía y la ventaja posicional, y eventualmente puede que aprendas incluso a luchar en equipo. La muerte es el resultado del descuido y el abandono. Para los fines de este libro, asumiremos que el piloto está imbuido en el debido respeto a la muerte, o si lo prefieres, el aborrecimiento al fracaso.

El piloto no debe sin embargo, temer tanto a la muerte que quede paralizado o que deje de aprovechar situaciones ventajosas. No puede haber beneficio, ni mejora, sin riesgo. El miedo a la muerte no debe ser identificado con una postura defensiva, más bien el piloto debe respetar la muerte y aprender a reconocer el envoltorio de la misma – en otras palabras, aprender a darse cuenta de sus limitaciones y saber cuándo dichas limitaciones están a punto de superarse. Por tanto, un piloto de combate aprende a conocerse y a conocer a su enemigo.

Es fácil ver quién tiene miedo a la muerte y quién no. El piloto que teme a la muerte se aferra a los principios fundamentales del combate aire-aire: se asegura una ventaja de altitud; mantiene alto su nivel energético; barre el cielo de forma efectiva; vuela por lo menos con un escolta; entra en combate de forma selectiva; se retira antes de que la situación se vuelva en su contra; emplea el factor sorpresa en la medida de lo posible – en resumen, atesora el mayor número de ventajas posibles y nunca baja la guardia. Cuando este tío comete un error, es generalmente un error infinitesimal: una entrada en pérdida inoportuna, una rotura ejecutada con demasiada suavidad o un viraje equivocado como mucho. Si es un piloto capacitado, dichos errores son fácilmente detectados y corregidos.

El piloto que no teme a la muerte ignora cualquier regla escrita. Vuela bajo en la ruta más previsible; raramente observa el cielo de forma efectiva; raramente vuela en formación; entra en combate despreocupadamente y en contra de cualquier oposición; nunca se bate en retirada – en resumen, renuncia a todas las ventajas a cambio de entrar en combate sin demora y apretar el gatillo todo lo que puede. Este tipo de piloto no deja de cometer errores desde el mismo momento en que despega hasta que es derribado. La experiencia de aprendizaje se acelera en gran medida tomando las debidas notas en cada salida y en cada muerte en particular. Escribir partes después del combate, repasar mentalmente el combate una y otra vez en tu imaginación en busca del error crítico, es una buena forma de mejorar. Mientras que el error terminal es fácil de ver – quedarse más tiempo de lo debido, puntería desastrosa, fijación excesiva en el blanco, duda, desmayo, colisión, etc – el error crítico normalmente precede al terminal, a veces con algunos minutos, y es por lo general un error de juicio: entras en combate cuando deberías haberte retirado, pensaste que tenía menos energía de la que en realidad tenía, sobreestimaste tu habilidad o tuviste poco respeto por la del enemigo, y así sucesivamente. La próxima vez no cometerás el mismo error. La próxima vez volarás más rápido, más alto, más cerca, apuntarás mejor, no pondrás tanta carga gravitacional, te retirarás a tiempo, irás acompañado por amigos al combate.

Teme a la muerte y serás temible.

Aprender lleva a veces mucho tiempo, y algunas lecciones nunca se aprenden. A continuación incluyo algunos extractos de mi libreta de salidas de 1997 y 1998, ¡tenía claramente alguna dificultad con un extenso catálogo de errores básicos!


Salida 1: Motor de mi 109K humeando por un Spit experimentado. Aterrizo.

Salida 2: De nuevo motor humeando saliendo de F13 a cargo de Vila en un “pony” , intento largarme pero me estrello contra un monte que aparece de forma inesperada al picar para evitar los disparos..

Salida 3: En un “pony”. Muero a baja cota al escapar de 8 veteranos a F17.

Salida 4: Cabreado. En un Spit5 desde F17 con fuerte oposición. Derribo dos Spit9 y aterrizo.

Salida 5: En un 109K. Me encontré a Webs en un FW a la salida de F13. Entramos en combate durante algunos minutos hasta conseguir superioridad. Me cargué sus elevadores y regresé sin cañones. Webs consiguió aterrizar.

Warbirds, 15 de Septiembre de 1997


Salida 1: -ok--(SpitIX), -bex-- (FW), tos-u (SpitIX). Todos los derribos conseguidos al despejar las seis de Wink. Me estrello con alguien u otra cosa y tengo que volver a duras penas a F21.

Salida 2: -bex--(FW), -bex--(FW), -omud- (bf1110). Me estrello contra un avión enemigo.

Salida 3: Suelto la carga de bombas (1000 lb) a baja altitud para entrar en combate con un 110 enemigo al sur de 21. Muerto por la propia explosión de la bomba. A continuación bombardeado y atacado en la pista de despegue. Muy cabreado.

Salida 4: humeando (P39). Piezas de varios 110 y B17. Aterrizaje.

Salida 5: Perseguido por dos 110. Muerto al entrar en barrena.

Salida 6: Derribado por posiciones de antiaérea en F4.

Salida 7: En un P39, eliminado por –sach- en un F6F en F4. Ningún derribo.

Salida 8 y 9 en un SpitIX: -bex-- (FW) y algunos otros, log incompleto. Ambas salidas terminaron con los cargadores vacíos.

Salida 10 y once hacía delante: duro a F4, log incompleto, pero no muertes.

Warbirds, 12 de Marzo de 1998


Salida 1: sobrepasado por buzzer a pesar de ventaja inicial de altura. Muerto por dweebery.

Salida 2: muerto por dweebery, de forma vulgar.

Salida 3: entro en combate con un 110, recojo bajo y me acerco demasiado, tocando ala con ala. Muerto por dweebery.

Salida 4: flaps fuera, potencia a cero, pasada desde 17K a ras de suelo a un Hurri, desperdicio E y entro en combate al límite de entrada en pérdida a pesar de desventaja clara. –vert- (?) en un Hurri rápidamente gana el giro a mi indefensa cometa. Muerto por dweebery in extremis.

Salida 5: giro anticipado a un Spit pero rápidamente pierdo la ventaja, si alguna, reventado nuevamente por buzzer. Dweebery es particularmente peligroso.

Warbirds, 24 de Marzo de 1998