Teoría de la relatividad para aficionados/Maxwell y sus ecuaciones
En el siglo XIX, James Maxwell introdujo un conjunto de ecuaciones que relacionaban dos fuerzas que se consideraban independientes una de otra: la electricidad y el magnetismo.
Según aquéllas, un campo magnético se origina de un campo eléctrico variable en el tiempo, y este último de uno magnético, también variable. Más aún, descubrió que ambos campos se desplazan en el espacio en forma de ondas, aunque su comprobación experimental tuvo lugar años más tarde a manos de Hertz.
Lo curioso es que según aquellas fórmulas, la velocidad de las ondas era exactamente la misma que la que se había descubierto para la luz. Maxwell propuso que la luz era una onda electromagnética y unificó la óptica con el electromagnetismo.
Lo que llama la atención de las ecuaciones de Maxwell es que, según éstas, la velocidad de las ondas es independiente del observador y de la velocidad del foco emisor. Además, al igual que cualquier onda, éstas deberían tener algún tipo de soporte, así como para el sonido: si no hay un medio material, como por ejemplo el aire, no hay transmisión del sonido.
Para solucionar este problema surgió la teoría de que en el universo hay una sustancia sutil e imperceptible que sirve de apoyo para las ondas electromagnéticas: el éter.