Recolección y conservación de pruebas en casos forenses

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Todo proceso de recolección y conservación de pruebas físicas se lleva con base en un protocolo específico, pues toda evidencia es importante en el lugar donde presuntamente ocurrieron los hechos, las pruebas se deben conservar como se encontraban de manera original. Los agentes especializados para este tipo de recolección; departamentos policiacos y laboratorios forenses, son los que acuden a la escena del crimen. Cada prueba a recoger se fotografía primero en el sitio y luego se recoge para su procesamiento en un laboratorio criminalístico. Las pruebas se empaquetan y etiquetan por separado para evitar una contaminación. Las pruebas materiales deben ser reconocidas y manipuladas adecuadamente para brindar las mejores perspectivas con el fin de proporcionar información objetiva y fidedigna sobre el incidente a investigar. El valor de las pruebas recuperadas con el mayor esmero y mejor conservadas puede perderse si no se mantiene debidamente la cadena de custodia. (Matthews, 2008)[1]

La cadena de custodia es un punto débil en las investigaciones criminales; es aquella documentación cronológica y minuciosa de las pruebas para establecer su vinculación con el presunto delito. Desde el principio hasta el final del proceso científico policial es fundamental poder demostrar cada medida adoptada para garantizar la “trazabilidad” y la “continuidad” de las pruebas desde la escena del delito hasta la sala del tribunal.(UNODC,2009)[2]

Las pruebas físicas pueden ser cualquier cosa, desde objetos de gran tamaño hasta las microscópicas que se originan en la perpetuación de un delito o en lugares conexos Tomando en cuenta todas las fuentes de información con las que se cuenta de durante la investigación como: confesiones, testimonios, de vigilancia por video. Todas las pruebas materiales desempeñan un papel fundamental y son de gran valor para la investigación. Con la excepción de las pruebas materiales, todas las demás fuentes de información, plantean el problema de su limitada fiabilidad. Cuando las pruebas materiales se reconocen y manipulan adecuadamente se da una mejor perspectiva de la información objetiva y fidedigna que se recopila sobre el incidente objeto de la investigación (UNODC,2009)[3]




Todos los indicios están constituidos por materia, y ésta puede modificarse debido a diversas reacciones químicas, por lo cual se pueden formar nuevas sustancias, a este proceso se le denomina cambio químico. Es importante que se eviten cambios químicos en los indicios, ya que puede perderse el mismo o se pueden obtener resultados erróneos durante su análisis. La excepción al impacto negativo de estos cambios sobre los indicios, es sobre otros casos en el que los cambios químicos actúan de manera benéfica para la recolección, por ejemplo en las huellas dactilares; si se encuentran de manera latente son invisibles pero si son tratadas con químicos su presencia es evidente. Para esto es importante verificar las propiedades químicas que tiene cada compuesto en un indicio, así se podrá determinar las posibles reacciones que pueda experimentar una sustancia. También con estos datos se verificará el material de contenedor donde serán guardadas las pruebas por tal motivo los investigadores cuentan con los recipientes apropiado para el almacenaje, refrigeración, congelación de pruebas y separan las que sea necesario mantener en estado original. Los cambios físicos suceden cuando la materia se transforma de manera que no se alteran sus características químicas, como en los cambios de estado de la materia. Las propiedades físicas pueden ser medidas sin que se altere la identidad química de una sustancia, varias propiedades físicas comunes son: el color, punto de fusión, punto de ebullición, olor, índice de refracción, dureza y textura de algunas sustancias. (Mathews, 2008)[4] Existen distintas tipos de indicios que se pueden obtener para estudiar: 1) Si el cadáver está fresco, sin rastro de una putrefacción avanzada, podemos recolectar desde tejidos blandos hasta material óseo; en los tejidos blandos se deben hacer cortes con bisturí, extrayendo fragmentos de músculo con un peso aproximado entre 10 y 20 gramos; se puede tomar tanto de músculos, de brazos como tríceps, bíceps o de piernas cuádriceps. Para la conservación de estas muestras luego de ser colocadas en los frascos, etiquetados deben ser refrigerados inmediatamente a temperaturas de -20º C o inferior a ello. 2) Otro tipo de muestra son las óseas, que va desde huesos largos como: dos dedos, dos costillas, fragmentos de fémur, humero de entre 10 a 20 cm; hasta piezas dentarias (sin endodoncia). Igualmente todo el material se coloca en frascos tapados y rotulados, para someter a bajas temperaturas. 3) Para el muestreo de sangre se debe realizar una punción a la cavidad cardiaca. Si la sangre aún no está en proceso de coagulación de agrega una sustancia anticoagulante (EDTA 5%) a la muestra en proporciones de una parte de anticoagulante por cada nueve de sangre. Los tubos o jeringas con las muestras deben ser rotulados permanentemente y conservar a temperaturas de -20ºC, para ser transportado lo antes posible a los laboratorios.



4) El pelo es de utilidad para los análisis de ADN nuclear, en el momento de recolección de ser posible debe tener la porción del bulbo piloso (raíz), los pelo se arrancan, no se cortan, tomando entre 20 y 30 pelos para conservar en una bolsa de plástico, sellada y etiquetada, también debe colocarse en refrigeración a temperaturas de -20ºC. (PRICAI) Además de estos procedimientos para recolección de muestras en cadáveres frescos, también está el procedimiento para cadáveres en descomposición. (PRICAI,)[5] Existen ciencias complementarias a la ciencia forense y entre ellas se encuentra: la entomología que es el estudio de los insectos encontrados en cadáveres que se encuentran en estados de descomposición y que es de gran utilidad en la investigaciones forenses. Los insectos se encuentran en diversos hábitats, pes ellos han estado en la tierra desde millones de años y han llevado a cabo actividades como recicladores de materia orgánica y controladores de plagas. (Arnaldos, 2001)[6]

REFERENCIAS

  1. Johll, Matthew E.(2008) Química e Investigación Criminal: una perspectiva de la ciencia forense: Editorial Revertè,
  2. UNDOC (2009)La escena del delito y las pruebas materiales sensibilización del personal no forense sobre su importancia. Publicación de las Naciones Unidas.
  3. UNDOC (2009)La escena del delito y las pruebas materiales sensibilización del personal no forense sobre su importancia. Publicación de las Naciones Unidas.
  4. Johll, Matthew E.(2008) Química e Investigación Criminal: una perspectiva de la ciencia forense: Editorial Revertè,
  5. Fundación FAVALORO. Instructivo para la toma y conservación de muestras para estudio del polimorfismo del ADN.
  6. Arnaldos M.I,Romera E, García M.E, (2001) Protocolo para la recogida, conservación y remisión de muestras entomológicas en casos forenses, Universidad de Murcia. España.