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Medicina Veterinaria/Principales recomendaciones de la AAFP para la vacunación Felina

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PRINCIPALES RECOMENDACIONES DE LA AAFP PARA LA VACUNACIÓN FELINA


En 1971 se constituyó en Estados Unidos una asociación que reúne a los Médicos Veterinarios con especial interés en Medicina Felina, la AMERICAN ASSOCIATION OF FELINE PRACTITIONERS (AAFP). La AAFP junto con la "ACADEMY OF FELINE MEDICINE (AFM) ADVISORY PANEL OF FELINE VACCINES" (Panel de Consejería para Vacunas Felinas de la Academia de Medicina Felina) desarrollan en 1998, un informe, incluyendo ciertas recomendaciones para la vacunación de los gatos.


Protocolos de Vacunación

Los protocolos de vacunación deben ser elegidos de acuerdo al individuo, en base al riesgo de exposición al patógeno específico. Se deben tomar en consideración factores que puedan afectar la respuesta inmune de la vacuna como deficiencias nutricionales, inmunodeficiencias, enfermedades concurrentes o administración de medicamentos.


Las vacunas felinas pueden dividirse en 2 grupos: a. Vacunas Esenciales (llamadas "Core Vaccines" por la AAFP). b. Vacunas No Esenciales (llamadas "Non CoreVaccines" por la AAFP).


Dentro del primer grupo encontramos las vacunas contra:

  * Panleucopenia felina (PLF)
  * Rinotraqueítis o Herpesvirus felino (HVF-1)
  * Calicivirus felino (CVF)
  * Rabia

Dentro de las No Esenciales tenemos las vacunas contra:

  * Leucemia felina (VLFe)
  * Peritonitis infecciosa felina (PIF) o Coronavirus felino (CoVF)
  * Chlamydia psittaci
  * Microsporum canis (dermatofitosis)
  * Bordetella bronchiseptica
  * Giardia lamblia

Estas vacunas deben ser administradas únicamente a gatos que estén en riesgo real de exposición a los organismos causales.


Lugar de Administración

Es importante estandarizar el sitio de vacunación en el gato para poder identificar cuál antígeno causa reacciones locales y/o fibrosarcoma asociado. Recientemente, los fibrosarcomas en el sitio de inoculación en gatos han recibido gran cantidad de atención. La incidencia de estos tumores malignos es de entre 0.1% y 0.01%. Los estudios han demostrado una alta incidencia de estos con las vacunas de rabia y leucemia felina que son a virus muerto. Aparentemente las vacunas que contienen adyuvantes (como la vacuna contra la rabia) estarían implicadas. Habiéndose demostrado que no sólo está restringido a aquellas que tengan sales de aluminio como adyuvante. Además el riesgo de fibrosarcoma aumenta al administrarse más de una vacuna en el mismo sitio corporal, ya sea vía intramuscular o subcutánea. El tumor parece ser una respuesta inflamatoria localizada profunda que ocurre después de la vacunación. La inflamación puede sobrevenir en respuesta a grandes cantidades de antígeno o adyuvantes.

La AAFP y la AFM han establecido pautas generales para la administración de las vacunas:

1. Los veterinarios deben estandarizar protocolos de vacunación dentro de su práctica y documentar la localización de las vacunaciones, el tipo de vacuna administrada y el fabricante en el record del paciente.

2. Los siguientes son los sitios de vacunación recomendados:

a. Las vacunas que contengan antígenos de panleucopenia felina, herpesvirus felino I, calicivirus felino (+/- Chlamydia) deben ser administradas en la región del hombro derecho.

b. Las vacunas que contengan antígeno de la leucemia felina (+/- otros antígenos) deben ser administrados en la región izquierda caudal (miembro posterior izquierdo). Relacionando las iniciales de izquierda en inglés: Left, con la inicial de Leucemia.

c. Las vacunas conteniendo antígeno rábico (+/- otros antígenos) deben ser administradas en la región derecha caudal (miembro posterior derecho). Relacionando las iniciales de derecha en ingles: Right con la inicial de Rabia.


Actualmente existe una vacuna recombinada contra la rabia. La compañía Merial insertó el gen de la Glicoproteína del virus rábico de la cepa ERA en un virus de la viruela del canario (ALVAC-vCP-Poxvirus33), excluyendo la necesidad de un adyuvante y disminuyendo la incidencia de sarcomas. Esta podría ser una alternativa en el futuro inmediato para intentar reducir la incidencia del fibrosarcoma.


Conclusiones

El médico veterinario debe estandarizar un rol de vacunación felino de acuerdo a las necesidades individuales y de la localidad en la que se desenvuelve. Es imperativo llevar records de cada paciente y tomar en consideración las recomendaciones del lugar de inoculación establecidas por la AAFP y la AFM, para así contribuir al estudio de la incidencia del sarcoma inducido por vacunación.