Manutención y reparación de puentes de madera/Capítulo 2 - El Recurso Forestal
Introducción
Chile se distingue fácilmente en el mapa de América del Sur por su inusual geografía. Es el país más largo del continente –sus 4 mil 300 kilómetros equivalen a la distancia entre Madrid y Moscú– y también es el más estrecho, su ancho promedio no alcanza los 190 kilómetros entre cordillera y mar.
Situado en la costa del Océano Pacífico, Chile se divide administrativamente en 13 regiones y su capital es Santiago. Tiene más de 15 millones de habitantes, la mayoría descendientes de inmigrantes españoles, aunque también existen colonias de origen italiano, alemán y árabe, entre otros. Gracias al carácter de su gente, de gran cultura y espíritu emprendedor, Chile ostenta una de las economías más abiertas y exitosas de Latinoamérica.
Su superficie continental es de 75,7 millones de hectáreas, con vastas extensiones del territorio donde crecen vigorosos bosques naturales y plantaciones forestales realizadas por el hombre.
Casi la mitad de la superficie del país tiene potenciales aptitudes forestales, pero la mayor parte es considerada área de protección, sea por la fragilidad de sus suelos, las altas pendientes o su cercanía a quebradas y cursos de agua.
Chile posee un total de cerca de 16 millones de hectáreas de bosques, de las cuales un 13,5% corresponde a cultivos forestales destinados a la producción maderera, y el resto son bosques nativos en distintos niveles de desarrollo, que en su gran mayoría se encuentran en terrenos privados o públicos bajo protección, por lo que no son utilizados productivamente.
El Desarrollo Silvícola en Chile
Cuando se invierte en la creación de bosques se está proyectando un trabajo a largo plazo y un beneficio económico que sólo se obtendrá al cabo de varias décadas.
El desarrollo de la industria forestal chilena en los últimos 20 años ha estado asociado a una creciente profesionalización y tecnificación, apuntando a optimizar el uso de los recursos disponibles, para conseguir el mayor volumen de madera en el menor tiempo posible, en la más pequeña extensión de tierra y con el mínimo impacto ambiental.
Se han invertido muchos recursos y esfuerzos en la investigación y el trabajo de selección y mejoramiento genético para producir mejores semillas; se ha desarrollado infraestructura y técnicas en los viveros que permitan preparar las plantas a las condiciones específicas en que serán establecidas; se han evaluado distintas técnicas de preparación del suelo que recibe la plantación, como el subsolado, curvas de nivel, surcos, riego, fertilización, calibración de métodos químicos con el fin de adaptar los requerimientos nutricionales de las diferentes especies forestales, entre otras; se ha desarrollado el control biológico de plagas y sofisticados dispositivos de prevención y control de incendios; se han masificado y tecnificado las actividades de poda y raleo, al punto de hoy día se puede hablar con propiedad que Chile en verdad cultiva los bosques que planta.
En el pasado, los bosques naturales eran objeto de una explotación tradicional caracterizada como "floreo", que consistía simplemente en la extracción de los mejores ejemplares que pudieran servir como madera aserrada, produciendo paulatinamente el deterioro del bosque.
Quien desee en la actualidad obtener beneficios del bosque nativo, aunque sea de su propiedad, está obligado por la ley a que un ingeniero forestal elabore un plan de manejo, que basado en las condiciones del suelo y del recurso contenga una propuesta de manejo que garantice la sustentabilidad futura del bosque. La Corporación Nacional Forestal evalúa y aprueba el plan de manejo, y más tarde fiscaliza su cumplimiento.
La incipiente industrialización del bosque nativo, acompañada de la apertura de mercados a sus maderas y el creciente interés público por la conservación de las especies nativas, han contribuido a expandir el manejo silvícola, generalizándose técnicas como la corta selectiva, el árbol semillero, corta de protección y otras, ya no en experiencias pioneras y superficies experimentales, sino en grandes extensiones en la Región de Los Lagos, la Región de Aysén y, particularmente, el cultivo de la Lenga en la Región de Magallanes, donde se han desarrollado experiencias de manejo silvícola en gran escala.
El desarrollo forestal chileno de hoy no se explicaría sin la gran expansión de la silvicultura y sus aplicaciones.
Aspectos Relevantes del Sector Forestal Chileno
En Chile no existen selvas lluviosas tropicales, sino bosques naturales de zonas templadas y frías.
Los cultivos de Pino radiata y Eucalipto, especies llegadas desde Estados Unidos y Australia, respectivamente, construyen la base principal del desarrollo forestal.
La relación plantación-cosecha en los bosques cultivados chilenos es de alrededor de 2:1.
Más del 90% de los cultivos forestales chilenos se han establecido en suelos descubiertos y erosionados.
El 18% del territorio chileno corresponde a Áreas Silvestres Protegidas, una de las superficies más altas del mundo en proporción al territorio del país y a su población. La superficie de bosques naturales en Chile es casi 7 veces superior a la de plantaciones.
Los bosques naturales chilenos no están en peligro de extinción.
Los cultivos forestales realizan una enorme contribución ecológica al recuperar suelos degradados, al contener la erosión y al combatir el Efecto Invernadero.
El Bosque Nativo
Gracias a su compleja geografía y variadas condiciones climáticas, Chile posee una rica diversidad de bosques naturales. Las formaciones boscosas más importantes pertenecen a la gran familia del Roble -género Nothofagus- aunque también destacan algunas especies coníferas, características de zonas templadas y frías.
El Estado chileno es responsable de la conservación del patrimonio silvestre y de la protección de la flora y fauna a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), institución presente en todo el país para velar por el cumplimiento de las leyes que regulan el manejo forestal y protegen los bosques. CONAF administra, además, el patrimonio estatal de 14 millones de hectáreas de Áreas Silvestres Protegidas, que representa más del 18% del territorio nacional e incluye grandes extensiones de montañas, glaciares, lagos y bosques.
Chile tiene una de las tasas más altas en el mundo de superficies protegidas en relación a su territorio y tiene asegurada la conservación bajo este régimen de protección estatal de más de 3,8 millones de hectáreas de bosques, prácticamente la cuarta parte de los bosques naturales del país.
Existen, además, grandes extensiones privadas cubiertas de bosques que están protegidas por la ley forestal, tanto por la fragilidad de sus suelos, las elevadas pendientes o su proximidad a los cursos de agua.
El país cuenta también con bosques naturales potencialmente productivos que están en terrenos privados. Hoy día su principal destino productivo es el consumo energético bajo la forma de leña, y también sirven de materia prima para la industria de tableros, la exportación de astillas para papeles finos y la madera aserrada.
Catastro y Evaluación de los Recursos Vegetacionales Nativos de Chile.
La mejor noticia ambiental de los últimos 20 años, el estudio revela que existen 13,4 millones de hectáreas de bosque nativo.
La cifra de Bosque Nativo entregada por el catastro fue impactante. Hay bastante más de lo que muchos creíamos, reafirmándose que el bosque nativo es renovable.
Los Resultados
El debate sobre las existencias de bosques nativos en Chile y la calidad de las estadísticas forestales oficiales es un tema que se viene discutiendo hace ya varios años en nuestro país.
Algunos incluso auguraban, sin ningún respaldo científico, que el bosque nativo se estaba agotando irreversiblemente.
La cifra de bosque nativo entregada por el Catastro y Evaluación de los Recursos Vegetacionales de Chile fue impactante: 13,4 millones de hectáreas, una superficie que puede contener holgadamente los territorios conjuntos de Suiza, Holanda y Bélgica. Incluso en los bosques de plantaciones hay cerca de trescientas mil hectáreas más de las que estaban registradas, lo que nos permite hoy disponer de un total de 2 millones de cien mil hectáreas de bosques para uso productivo.
El estudio nos entrega al menos dos conclusiones irrefutables: la primera, el bosque nativo no está en extinción en términos globales y sólo son algunas especies y ecosistemas los que presentan escasez. La segunda, y que ha sorprendido a muchos, es que el bosque nativo se encuentra en vigorosa recuperación, como lo prueban los 3,5 millones de hectáreas de renovales que fueron registradas.
- CATASTRO FORESTAL POSIBILITARA POLITICAS REALISTAS
- INFORMACION HARA POSIBLE UN MEJOR CONTROL Y FISCALIZACIÓN
La información del catastro constituye una base fundamental de información, que posibilitará definir políticas realistas. Asimismo, apoyará en forma definitiva el proceso legislativo y permitirá centrar el debate forestal, despejando visiones catastróficas y favoreciendo diagnósticos que conduzcan a verdaderas soluciones para los problemas que afectan al bosque nativo.
SNASPE
Similar sorpresa se produjo en las cifras del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), pues hoy se contabilizan 3,9 millones de hectáreas de bosques dentro de este sistema, lo que representa un 25 por ciento de la cifra total de bosque nativo.
En lo sucesivo, la base de datos construida permitirá monitoreos del recurso, de modo que podrán conocerse con precisión sus variaciones. Esto hará posible un mejor control, definir acciones de fiscalización y fomento, y tomar oportunamente medidas correctivas a los problemas que puedan detectarse.
Así como en diversas ocasiones hemos criticado el accionar de Estado, en ésta debemos aplaudir decididamente este definitivo aporte al progreso del sector, que envía señales de futuro, estabilidad, profesionalismo y transparencia informativa, todas ellas necesarias para hacer de Chile un gran país forestal.
Existen, además, grandes extensiones privadas cubiertas de bosques que están protegidas por la ley forestal, tanto por la fragilidad de sus suelos, las elevadas pendientes o su proximidad a los cursos de agua.
El país cuenta también con bosques naturales potencialmente productivos que están en terrenos privados. Hoy día su principal destino productivo es el consumo energético bajo la forma de leña, y también sirven de materia prima para la industria de tableros, la exportación de astillas para papeles finos y la madera aserrada.
Plantaciones Forestales
Luego de varias décadas de sostenido crecimiento, Chile tiene hoy un patrimonio de 2,1 millones de hectáreas de plantaciones forestales, principalmente Pino radiata o insigne y Eucaliptos, aunque también tiene superficies menores de Álamo, Pino Oregón, Raulí, Atriplex forrajero, Tamarugo y otras especies.
Las plantaciones forestales son, en el ámbito productivo, uno de los mejores ejemplos de desarrollo sustentable, dado su carácter renovable y la optimización del uso de la tierra que representan en relación a cultivos anuales. En Chile, las plantaciones forestales cubren menos del 3% del territorio nacional y representan poco más del 13% del patrimonio de bosques y, sin embargo, la economía forestal chilena se sustenta en un 95% en ellas.
La ley obliga en Chile a reforestar todo lo que se corta en el plazo de dos años. La tasa de plantación de los últimos años supera ampliamente a la de cosecha, de modo que por cada árbol cortado, se plantan dos. De allí que se ha verificado una extensión sostenida del patrimonio de bosques realizados por el hombre; si a mediados de los setenta había 300 mil hectáreas, ahora esta cifra se ha multiplicado por siete en poco más de treinta años.
Las plantaciones forestales se han establecido en un 90% sobre tierras que no tenían cobertura vegetal y la oferta de madera que han generado ha servido para sustituir al bosque nativo en la demanda creciente de la población, contribuyendo indirectamente a proteger este recurso de la corta excesiva.
Las plantaciones forestales también han aportado a la solución de dos de los principales problemas ecológicos de la actualidad: el Efecto Invernadero y la erosión.
Plantaciones Forestales y Su Contribución Ambiental
Eficaz alternativa contra la erosión
El 90% de las plantaciones forestales chilenas se ha establecido en suelos afectados por la erosión o muy amenazados por ésta, recuperándolos definitivamente para la vida vegetal y animal.
Solución para el efecto invernadero
Una hectárea de Pino Radiata o Eucalipto absorbe 9 toneladas anuales de Carbono de la atmósfera, las que transforma en Oxígeno. Así permite que la radiación solar reflejada en el planeta se elimine en la estratosfera.
Incorporación de suelos pobres al patrimonio productivo
Miles de hectáreas de suelos arenosos o agotados por la agricultura o ganadería intensiva se están recuperando con plantaciones de Pino Radiata y Eucalipto, reincorporándose a la producción de bienes para el hombre.
Reducción de la presión sobre el bosque nativo
La madera proveniente de las plantaciones abastece anualmente el 90% de las necesidades nacionales derivadas de la demanda industrial y de las exportaciones, desplazando a un lugar secundario la madera nativa, que ahora tiene por eso mucho menor demanda.
Contribución a la regulación de cuencas
Los Pinos, en general, son excelentes interceptores de las aguas lluvias, debido a su follaje permanente y a su gran superficie foliar. Por esto las plantaciones son muy eficientes para detener la erosión, al impedir el arrastre de sedimentos hacia los cursos de agua.
Favorecimiento de la belleza escénica
La mayoría de los terrenos que hoy ocupan los Bosques de Pino y Eucaliptos estaban erosionados, desnudos y, a veces, cubiertos por bosques de muy mala calidad, de casi nula contribución económica y escaso aporte ambiental. El verde de los bosques creados por el hombre es reposante y relajador, produciendo gran bienestar visual y generando paisajes que hoy día están entre los principales atractivos turísticos de varias provincias del Sur de Chile.
Hábitat alternativo para la fauna silvestre
En Chile, los bosques de Pino Radiata y Eucalipto presentan una diversidad biológica mayor de la que se cree.
La vida silvestre está aumentando paulatinamente gracias a los actuales esquemas de manejo, que permiten el crecimiento de otras especies vegetales y con ello la existencia de aves y animales. Así, en un futuro próximo -a medida que transcurran las sucesivas rotaciones- la flora y la fauna se irán adaptando a las plantaciones, que son un excelente refugio para la vida silvestre.
La Madera
Introducción
La madera es sin lugar a dudas una de las materias orgánicas que como muchas otras de este mismo tipo, tiene como principal característica el estar compuesta por el elemento químico Carbono (-C-). Y no solamente es de las más conocidas, sino que fue también de las más utilizadas por el hombre a través de su dilatada historia. Junto con la piedra fueron las únicas materias entre los primeros seres que caminaron erguidos, los cuales, mediante una muy simple transformación, confeccionaron los útiles más antiguos de los que hoy tenemos constancia. Su estructura y composición le confieren unas particulares propiedades que la hacen ser una materia característica por ellas mismas, y la convierten en un material idóneo para la fabricación de prácticamente cualquier cosa. Desde simples objetos a diseños de mayor tamaño y complejidad como puede ser una edificación.
No obstante, la madera como constituyente fundamental y parte integrante que es de un ser viviente, participa del ciclo de la vida en todos los aspectos. Nace, crece y se desarrolla, para finalmente morir de muy diversas formas. Pero nunca suele ser así de sencillo. La vida de cualquier árbol suele ser muy larga, lo que propicia múltiples etapas intermedias. La madera es la parte dura de los árboles que está debajo de la corteza. Según el tipo de árbol, hay maderas duras y maderas blandas. La madera es la materia prima mejor utilizada por el hombre.
Se obtiene de los árboles que conforman los bosques de la Tierra. Los bosques se dan en climas muy diferentes pero todos deben tener humedad suficiente para el desarrollo de los árboles. Se emplea, además, en construir viviendas; se usa como estacas para cercar tierras; en la construcción de embarcaciones; en utensilios domésticos (como los "perros" para la ropa); en vasijas para vino, y en mil aplicaciones distintas.
Fue uno de los materiales primeramente utilizados por el hombre. Ya en el Paleolítico se distinguía la madera dura para armas, hachas, pinchos, y la madera ligera y blanda para palos y varas.
Cuando el hombre empezó a trabajar con metales, aumentaron las posibilidades de los usos de la madera ya que estos permitían su apeo y labra.
En Grecia aparecen los primeros utensilios propios de un carpintero, como la sierra, barrena, gubia, etc, las primeras obras de talla, bajorrelieves y la carpintería.
¿Qué es la Madera?
La madera es un material encontrado como principal contenido del tronco de una planta, especialmente en árboles. Los árboles se caracterizan por troncos que crecen cada año y son compuestos de fibras de celulosa unidos con lignina. Las plantas que no producen madera son conocidas como herbáceas.
La madera es producida por la planta para fines estructurales y, porque resulta ser un material estructural efectivo y eficiente, es utilizado también por seres humanos.
Una vez cortada y secada, la madera es utilizada para diferentes propósitos. Uno de ellos es la fabricación de pulpa, materia prima para la hacer papel. Artistas y carpinteros tallan y unen trozos de madera con herramientas especiales, para fines prácticos o artísticos. La madera ha sido también un material de construcción muy importante desde los comienzos de las construcciones humanas y permanece siéndolo hoy.
En la actualidad, muchos de los usos de la madera pueden ser cubiertos por metales o plásticos.
Celulosa
La celulosa es una homopolisacárido (es decir, compuesto de un único tipo de monómero) rígido, insoluble, que contiene desde varios cientos hasta varios miles de unidades de glucosa.
La celulosa corresponde a la biomolécula más abundante de la biomasa terrestres.
Estructura de la celulosa
La estructura de la celulosa se forma por la unión de moléculas de glucosa a través de enlaces β-1,4-glucosídico, lo que hace que sea insoluble en agua. Es una hexosana que por hidrólisis da glucosa. La celulosa es una larga cadena polimérica de peso molecular variable, con fórmula empírica (C6H1005)n, con un valor mínimo de n = 200.
La celulosa tiene una estructura lineal o fibrosa, en la que se establecen múltiples puentes de hidrógeno entre los grupos hidroxilo de distintas cadenas yuxtapuestas de glucosa, haciéndolas impenetrables al agua, y originando fibras compactas que constituyen la pared celular de las células vegetales.
Función de la celulosa
La celulosa es una polisacárido estructural en las plantas ya que forma parte de los tejidos de sostén. La pared de una célula vegetal joven contiene aproximadamente un 40% de celulosa; la madera un 50%, mientras que el ejemplo más puro de celulosa es el algodón con un porcentaje mayor al 90%.
A pesar de que está formada por glucosas, el hombre no puede utilizar a la celulosa como fuente de energía, ya que no cuenta con la enzima necesaria para romper los enlaces β-1,4-glucosídicos, sin embargo, es importante incluirla en la dieta humana (fibra dietética) porque al mezclarse con las heces, facilita la digestión y defecación.
En el intestino de los rumiantes, de otros herbívoros y de termitas, existen microorganismos, muchos metanógenos, que poseen una enzima llamada celulaza que rompe el enlace β-1,4-glucosídico y al hidrolizarse la molécula de celulosa quedan disponibles las glucosas como fuente de energía.
Lignina
La lignina es un grupo de compuestos químicos usados en las paredes celulares de las plantas para crear madera.
La palabra lignina proviene del término latino lignum, que significa madera; así, a las plantas que contienen gran cantidad de lignina se las denomina leñosas. La lignina está formada por la extracción irreversible del agua de los azúcares, creando compuestos aromáticos. Los polímeros de lignita son estructuras transconectadas con un peso molecular de 10.000 uma.
Se caracteriza por ser un complejo aromático (no-carbohidrato) del que existen muchos polímeros estructurales (ligninas). Resulta conveniente utilizar el término lignina en un sentido colectivo para señalar la fracción lignina de la fibra. Después de los polisacáridos, la lignina es el polímero orgánico más abundante en el mundo vegetal. Es importante destacar que es la única fibra no polisacárido que se conoce.
Este componente de la madera realiza múltiples funciones que son esenciales para la vida de las plantas. Por ejemplo, posee un importante papel en el transporte interno de agua, nutrientes y metabolitos. Proporciona rigidez a la pared celular y actúa como puente de unión entre las células de la madera, creando un material que es notablemente resistente a los impactos, compresiones y flexiones. Realmente, los tejidos lignificados resisten el ataque de los microorganismos, impidiendo la penetración de las enzimas destructivas en la pared celular.
Pared celular
La pared celular se encuentra fuera de la membrana plasmática. No todos los seres vivos presentan pared celular, como sucede con los animales y la mayoría de los protistas de tipo animal. La pared celular de las bacterias está formada por un peptidoglucano. Las plantas tienen diferentes productos químicos incorporados en su pared celular como la celulosa en el caso de la pared primaria y la lignina, entre otras sustancias, en la pared secundaria.
Los plasmodesmos son las conexiones por medio de las cuales se comunican químicamente las células a través de sus paredes celulares. Los hongos y muchos protistas poseen quitina en su pared celular, aunque éstas no poseen celulosa sino un tipo especial de productos químicos (quitina en el caso de los hongos).
El árbol y su estructura
El árbol está compuesto por tronco, copa y raíces.
Del tronco se obtiene materia prima para la producción de madera aserrada, perfiles y tableros contrachapados; y de la copa (ramas), tableros de hebras orientadas, OSB Oriented Strand Board).
Al hacer un corte transversal de un árbol y analizar desde el exterior hacia el interior una sección de éste, se pueden apreciar zonas claramente diferenciadas, las cuales cumplen funciones específicas:
- La primera zona apreciable es la corteza, formada por materia muerta, de aspecto resquebrajado, que se divide en corteza exterior y corteza interior (floema).
- La corteza exterior está compuesta por células muertas que cumplen la función de proteger la estructura interior frente a agentes climáticos y biológicos.
- Siguiendo hacia dentro se encuentra la corteza interior, compuesta por células que trasladan savia elaborada.
- Luego se presenta el cambium o cambio, zona que corresponde al tejido generador de células, es decir, donde se produce el crecimiento del árbol. Hacia el interior forma el xilema y hacia el exterior, forma el floema.
- En el xilema podemos distinguir la albura hacia el exterior, con células que cumplen la función de sostén y traslado de agua y nutrientes.
- Hacia el interior del xilema se forma el duramen, compuesto por células inactivas, pero que mantienen la función de sostén.
- En el centro del árbol se encuentra la médula, tejido inactivo sin función específica.
Otra de las características relevantes del árbol en su sección transversal son los denominados anillos de crecimiento (concéntricos), los cuales son apreciables a simple vista, dependiendo de la especie.
Las especies madereras, como se detallará más adelante, se clasifican en dos grandes grupos: coníferas y latifoliadas.
En las primeras, los anillos de crecimiento son perfectamente diferenciables, mientras que en las segundas, no son tan apreciables.
En las coníferas se pueden apreciar dos bandas concéntricas, diferenciadas en los anillos de crecimiento.
La banda más clara es denominada madera de primavera o temprana. La banda más oscura, más densa que la de primavera, es la madera de verano o tardía. En esta última, al llegar el receso invernal puede observarse la reducción de su crecimiento.
Si amplificamos el anillo de crecimiento, podemos identificar la madera temprana, formada por células de mayor tamaño y la madera tardía, compuesta por células más concentradas.
Las células en coníferas pueden medir de 3 a 5 milímetros de largo, dependiendo de la especie. En el caso de latifoliadas, el largo puede llegar a 1 mm.
Especies madereras
La madera es producto de un proceso metabólico en un organismo vivo (árbol), que crece en la naturaleza en condiciones climáticas, geográficas y de suelos muy diversos. Esta diversidad afecta el crecimiento y las características de la madera en relación con su estructura celular.
Al analizar una probeta en microscopio se observa la madera igual a cualquier ser vivo, conformada por células generalmente alargadas y dispuestas en la dirección del eje del árbol, pudiendo cumplir esencialmente 2 funciones: sostén del propio árbol y conductora de savia. Por esto, a nivel de estructura celular se pueden clasificar las especies arbóreas en dos grandes grupos de árboles:
- Coníferas.
- Latifoliadas.
Coníferas
La madera de coníferas está constituida esencialmente por células de características homogéneas, del grupo traqueidas, las cuales realizan la doble función de sostén del árbol y conducción de la savia (NCh 173 Madera – Terminología General). Las especies pertenecientes a este grupo presentan un tronco recto, cónico hasta su ápice (extremo superior) y revestido de ramas.
Latifoliadas
La madera de latifoliadas proviene del grupo de angiospermas, los que están constituidos esencialmente por vasos, los cuales realizan la función conductora de la savia y por fibras que son el sostén del árbol (NCh 173 Madera – Terminología General). Las especies latifoliadas presentan en general, una copa bien ramificada y un tronco que varía en dimensiones y forma.
Las especies madereras comercializadas en Chile, atendiendo a su origen se clasifican en:
- Especies nativas (originarias de Chile).
- Especies exóticas (introducidas).
En la actualidad, especies forestales nativas como: Raulí, Coigüe, Lenga, Roble, Mañío, Alerce y Araucaria, están sujetas a utilización restringida y en algunos casos, prohibida.
Por otra parte, las especies exóticas corresponden a especies forestales originarias de otros países e introducidas en nuestro territorio. Destaca entre ellas el Pino radiata, que encontró entre la V y la IX regiones del país, condiciones excepcionales de crecimiento y desarrollo, transformándose en la principal especie comercial de uso estructural en el país.
Algunas especies exóticas que pueden encontrarse en Chile datan de más de cien años, como por ejemplo: Pino Oregón, Hemlock, Roble americano, Frenso y Cerezo (también norteamericanos), Haya y Larch (de Europa), Mara, Cedro y Roble boliviano, Ramin, Almendrillo, Paquio, Ipé, entre otras especies tropicales.
Las especies coníferas y latifoliadas nacionales, para uso estructural, se muestran en las normas NCh 1970 Maderas Parte 1 y 2: Especies (Latifoliadas/Coníferas) – Clasificación visual para uso estructural– Especificaciones de los grados de calidad.
El Pino radiata por su disponibilidad actual y futura, características físicas y comportamiento mecánico estructural, se ha convertido por excelencia en la especie maderera más utilizada en la construcción, tanto para fines estructurales como estéticos.
Hoy en día se puede acceder comercial y masivamente a la madera de Pino radiata clasificada estructuralmente, según norma chilena NCh 1207 (Pino radiata – Clasificación visual para uso estructural– Especificaciones de los grados de calidad) o la normativa británica EBS – 159/1, seca en cámara, y contenido de humedad entre 12 y 15%.
La madera y sus propiedades
La madera elaborada a través de un proceso de aserrío se denomina pieza de madera y posee propiedades definidas.
Propiedades Básicas
Independientemente de la especie, la madera puede ser considerada como un material biológico, anisotrópico e higroscópico.
Es un material biológico, ya que está compuesto principalmente por moléculas de celulosa y lignina. Siendo madera elaborada, puede ser biodegradada por el ataque de hongos e insectos taladradores, como son las termitas. Por ello, a diferencia de otros materiales inorgánicos (ladrillo, acero y hormigón, entre otros), la madera debe tener una serie de consideraciones de orden técnico que garanticen su durabilidad en el tiempo.
La madera es un material anisotrópico. Según sea el plano o dirección que se considere respecto a la dirección longitudinal de sus fibras y anillos de crecimiento, el comportamiento tanto físico como mecánico del material, presenta resultados dispares y diferenciados. Para tener una idea de cómo se comporta, la madera resiste entre 20 y 200 veces más en el sentido del eje del árbol, que en el sentido transversal.
Debido a este comportamiento estructural tan desigual, se ha hecho necesario establecer:
- Eje tangencial
- Eje radial y
- Eje axial o longitudinal
El eje tangencial, como su nombre lo indica, es tangente a los anillos de crecimiento y perpendicular al eje longitudinal de la pieza.
El eje radial es perpendicular a los anillos de crecimiento y al eje longitudinal.
El eje longitudinal es paralelo a la dirección de las fibras y por ende, al eje longitudinal del tronco. Forma una perpendicular respecto al plano formado por los ejes tangencial y radial.
La madera es un material higroscópico. Tiene la capacidad de captar y ceder humedad en su medio, proceso que depende de la temperatura y humedad relativa del ambiente. Este comportamiento es el que determina y provoca cambios dimensionales y deformaciones en la madera.
Propiedades Físicas
Contenido de humedad
La estructura de la madera almacena una importante cantidad de humedad. Esta se encuentra como agua ligada (savia embebida) en las paredes celulares y como agua libre, en el interior de las cavidades celulares.
Para determinar la humedad en la madera, se establece una relación entre masa de agua contenida en una pieza y masa de la pieza anhidra, expresada en porcentaje. A este cuociente se le conoce como contenido de humedad.
Por ejemplo, si una pieza de madera contiene 15% de humedad, significa 15 kilos de agua por cada 100 kg de madera. El procedimiento y ensayo para calcular el contenido de humedad está establecido en la norma chilena NCh 176/1 OF1984 Madera – Parte 1: Determinación de humedad.
El agua contenida en el interior de la madera, sea en forma natural o por estar expuesta a condiciones del medio ambiente, puede variar principalmente debido a la humedad y temperatura predominantes en el lugar donde se utiliza.
Al cortar un árbol, la madera contiene gran volumen de agua en sus cavidades y paredes celulares, humedad que oscila alrededor del 80%. En algunos casos, puede ser superior al 100%, es decir, el peso del agua contenida en el volumen de madera es superior al peso de ésta anhídra.
Dependiendo de las condiciones ambientales, la madera entrega al medio agua libre contenida en sus cavidades, y luego agua adherida por capilaridad a las paredes celulares.
Cuando el intercambio de humedad que produce el medio ambiente cesa, se dice que la madera ha alcanzado un punto denominado humedad de equilibrio.
Se denomina, entonces, humedad de equilibrio al porcentaje de agua que alcanza una madera sometida durante un lapso determinado a condiciones de temperatura y humedad en su medio ambiente.
Los cambios climáticos del aire que se suceden continuamente, día y noche según las estaciones, hacen que la humedad de la madera también cambie, aún que en valores pequeños.
Kollmann (1959) comprobó que la humedad de equilibrio es casi constante para todas las maderas, y elaboró un ábaco para determinar este valor. O sea, cuando la madera es sometida a un ambiente saturado de humedad (100% de humedad relativa del aire), la humedad de equilibrio es casi constante para todas las maderas, alcanzando un valor máximo de 30%.
Dicha condición se produce en casi todas las especies cuando el agua libre ha sido entregada al ambiente, permaneciendo con agua sólo las paredes celulares.
A este punto de humedad se le denomina punto de saturación de la fibra (PSF).
Desde este punto porcentual y sobre él, la madera tiene las dimensiones de la madera verde.
Cuando la madera tiene un contenido de humedad bajo (el punto de saturación de las fibras es menor al 30%), se habla de madera seca. Sin embargo, para ser utilizada como material de construcción, y específicamente con fines estructurales, el contenido de humedad debe ser inferior al 15%.
Densidad de la madera
Como se sabe, la densidad de un cuerpo es el cuociente formado por masa y volumen. En la madera, por ser higroscópica, la masa y el volumen varían con el contenido de humedad; por lo que resulta importante expresar la condición bajo la cual se obtiene la densidad. Esta es una de las características físicas más importantes, ya que está directamente relacionada con las propiedades mecánicas y durabilidad de la madera.
La norma chilena NCh 176/2 Of 1986 Mod. 1988 Madera – Parte 2: Determinación de la densidad, establece las siguientes densidades de la madera, determinadas a partir del contenido de humedad de la pieza:
- Densidad Anhidra: Relaciona la masa y el volumen de la madera anhidra (completamente seca).
- Densidad Normal: Aquella que relaciona la masa y el volumen de la madera con un contenido de humedad del 12%.
- Densidad Básica: Relaciona la masa anhidra de la madera y su volumen con humedad igual o superior al 30%.
- Densidad Nominal: Es la que relaciona la masa anhidra de la madera y su volumen con un contenido de humedad del 12%.
- Densidad de Referencia: Aquella que relaciona la masa y el volumen de la madera ambos con igual contenido de humedad.
Contracción y expansión de la madera
El secado de la madera por debajo del punto de saturación de la fibra, provoca pérdida de agua en las paredes celulares, lo que a su vez produce contracción de la madera. Cuando esto ocurre se dice que la madera “trabaja”.
Las dimensiones de la madera comienzan a disminuir en los tres ejes anteriormente descritos: tangencial, radial y longitudinal. Sin embargo, en este proceso la contracción tangencial es mayor a la que se produce en un árbol.
A la contracción tangencial le sigue la radial, con menos efecto, pero significativo en la deformación de la pieza.
La contracción longitudinal es prácticamente despreciable en madera utilizada con fines estructurales.
Desde el punto de vista del comportamiento de la madera, el punto de saturación de la fibra es una variable muy importante, puesto que sobre él, la madera no variará sus características ni su comportamiento físico o mecánico. Sin embargo, cuando la madera se encuentra bajo dicho punto, sufre cambios dimensionales y volumétricos que pueden ir de leves a drásticos.
Las consecuencias de dicho proceso en beneficio de las propiedades resistentes de la madera, dependerán de las condiciones y método de secado aplicado (al aire o en cámara).
La contracción por secado provoca deformaciones en la madera. Sin embargo con un adecuado método, los efectos son beneficiosos sobre las propiedades físicas y mecánicas de la madera.
Propiedades eléctricas
La madera anhidra es un excelente aislante eléctrico, propiedad que decae a medida que aumenta el contenido de humedad.
En estado anhidro y a temperatura ambiental, la resistencia eléctrica es de aproximadamente 1.016(ohm-metro), decreciendo a 104(ohm-metro), cuando la madera está en estado verde. Esta gran diferencia se produce cuando el contenido de humedad varía entre 0% y 30 %, base para el diseño de los instrumentos eléctricos que miden humedad (xilohigrómetros).
Propiedades acústicas
La madera, como material de construcción, cumple un rol acústico importante en habitaciones y aislación de edificios, ya que tiene la capacidad de amortiguar las vibraciones sonoras. Su estructura celular porosa transforma la energía sonora en calórica, debido al roce y resistencia viscosa del medio, evitando de esta forma transmitir vibraciones a grandes distancias.
Propiedades térmicas
El calor en la madera depende de la conductividad térmica y de su calor específico.
a) Conductividad es la capacidad que tiene un material para transmitir calor, y se representa por el coeficiente de conductividad interna; definido como la cantidad de calor que atraviesa por hora, en estado de equilibrio, un cubo de un metro de arista, desde una de sus caras a la opuesta y cuando entre éstas existe una diferencia de temperatura de 1 grado Celsius (°).
La conductividad térmica se mide mediante un coeficiente de conductividad y está íntimamente relacionada con la densidad de la madera. Las cavidades celulares de la madera seca (bajo el PSF) están llenas de aire, el cual es un mal conductor térmico. Por ello, las maderas de baja densidad conducen menos calor que las de alta densidad.
b) Calor específico es definido como la cantidad de calor necesario para aumentar en 1 grado Celsius (°), la temperatura de un gramo de madera.
El calor específico en la madera es 4 veces mayor que en el cobre y 50% mayor que en el aire. No depende de la especie ni densidad, pero sí varía con la temperatura. La combinación de estos dos aspectos hace de la madera un material que absorbe calor muy lentamente.
La alta resistencia que ofrece la madera al paso del calor, la convierte en un buen aislante térmico y en un material resistente a la acción del fuego.
La madera, al igual que otros materiales, se dilata o contrae al aumentar o disminuir la temperatura, pero su efecto es bastante menor, sin ser despreciable, en valores que representan 1/3 del acero y 1/6 del aluminio, aproximadamente.
Propiedades mecánicas
Generalidades
Las propiedades mecánicas de la madera determinan la capacidad o aptitud para resistir fuerzas externas.
Se entiende por fuerza externa cualquier solicitación que, actuando exteriormente, altere su tamaño, dimensión o la deforme.
El conocimiento de las propiedades mecánicas de la madera se obtiene a través de la experimentación, mediante ensayos que se aplican al material, y que determinan los diferentes valores de esfuerzos a los que puede estar sometida.
El esfuerzo que soporta un cuerpo por unidad de superficie es la llamada tensión unitaria. Cuando la carga aplicada a un cuerpo aumenta, se produce una deformación que se incrementa paulatinamente. Esta relación entre la carga aplicada y la deformación que sufre un cuerpo se puede representar gráficamente por una recta (Gráfico 2 – 1), hasta el punto donde se inicia el límite elástico del material ensayado. Si se sigue aumentando la carga, se logra la rotura del material.
El límite elástico se define como el esfuerzo por unidad de superficie, en que la deformación aumenta en mayor proporción que la carga que se aplica.
El esfuerzo necesario para solicitar un material hasta el límite elástico, determina la tensión en el límite de proporcionalidad, que es la carga máxima a que se puede someter sin que se produzcan deformaciones permanentes.
La rigidez de un cuerpo se define como la propiedad que tiene para resistir la deformación al ser solicitado por fuerzas externas. La medida de rigidez de la madera se conoce como módulo de elasticidad o coeficiente de elasticidad, calculado por la razón entre esfuerzo por unidad de superficie y deformación por unidad de longitud.
Cuando la carga resulta mayor a la del límite elástico, la pieza continúa deformándose hasta llegar a colapsar, obteniendo la tensión de rotura de la pieza de madera.
Ensayos
Los ensayos se realizan en dos estados de contenido de humedad, uno con probetas de humedad superior al 30% (estado verde), y el segundo con probetas de humedad 12% (estado seco al aire).
Compresión paralela a las fibras
Es la resistencia de la madera a una carga en dirección paralela a las fibras, la que se realiza en columnas cortas para determinar la tensión de rotura, tensión en el límite de proporcionalidad y módulo de elasticidad.
Compresión normal a las fibras
Es la resistencia de la madera a una carga en dirección normal a las fibras, aplicada en una cara radial, determinando la tensión en el límite de proporcionalidad y tensión máxima.
Flexión estática
Es la resistencia de la viga a una carga puntual, aplicada en el centro de la luz, determinando la tensión en el límite de proporcionalidad, tensión de rotura y el módulo de elasticidad.
Tenacidad
Es la capacidad que tiene la madera de absorber energía al aplicar una carga que actúa en forma instantánea.
Cizalle
Es la medida de la capacidad de la pieza para resistir fuerzas que tienden a causar deslizamiento de una parte de la pieza sobre otra.
Según la dirección de las fuerzas que la producen se pueden clasificar en:
a) Cizalle paralelo tangencial
La solicitación es paralela a las fibras y produce un plano de falla, tangente a los anillos de crecimiento.
b) Cizalle paralelo radial
La solicitación es paralela a las fibras y produce un plano de falla perpendicular a los anillos de crecimiento.
Clivaje tangencial y radial
El clivaje es la resistencia que ofrece la madera al rajamiento. Puede ser tangencial y radial, dependiendo de la ubicación de los anillos de crecimiento.
a) Clivaje tangencial
El plano de falla es tangente a los anillos de crecimiento.
b) Clivaje radial
Es aquel en que el plano de falla es normal a los anillos de crecimiento.
Tracción paralela a las fibras
Es la resistencia a una carga de tracción en dirección paralela a las fibras.
Tracción normal a las fibras
Es la resistencia que opone la madera a una carga de tracción en la dirección normal a las fibras.
Según la posición del plano de falla con respecto a los anillos de crecimiento, se puede distinguir la tracción normal tangencial y la tracción normal radial.
Dureza
Es la resistencia que presenta la madera a la penetración.
Extracción de clavo
Se mide su resistencia por la fuerza necesaria para extraer un clavo de la madera. Se debe considerar la resistencia al desclave en una superficie paralela a las fibras y en una superficie normal a las fibras.
Factores que afectan las propiedades mecánicas
Existe una serie de variables relacionadas con la estructura natural de la madera que pueden afectar sus propiedades mecánicas:
Defectos de la madera
Recibe este nombre cualquier irregularidad física, química o físico–química de la madera, que afecte los aspectos de resistencia o durabilidad, determinando generalmente una limitante en su uso o aplicación.
El identificar los defectos de la madera permite clasificarla por aspecto o resistencia. La norma NCh 993 Of. 72 Madera – Procedimiento y criterios de evaluación para clasificación, establece diez niveles de defectos de la madera (de la A a la J) en la clasificación por aspecto.
En una clasificación por resistencia, cada nivel está vinculado a una razón de resistencia y se clasifica según el grado estructural.
Se distinguen, además, defectos por manipulación de la madera (secado y elaboración) y los inherentes a ella, los cuales influyen al momento de clasificarla por aspecto y por resistencia. Sus definiciones y métodos de clasificación se encuentran establecidos en la norma chilena NCh 992 E Of. 72 Madera – Defectos a considerar en la clasificación, terminología y métodos de medición.
A continuación se exponen los defectos propios de la madera por elaboración y cuidados en el almacenamiento y protección en pie de obra, que repercuten en la resistencia o desempeño de las piezas en servicio.
Es importante conocer los términos relacionados con la geometría de una pieza, extraídos de la norma chilena NCh 992, indispensable para comprender las definiciones y métodos de medición de los defectos de la madera.
- Arista: Línea recta de intersección de las superficies que forman dos lados adyacentes.
- Cabeza: Sección transversal de cada extremo de una pieza.
- Cantos: Superficies planas, menores y normales a las caras paralelas entre sí y al eje longitudinal de una pieza.
- Caras: Superficies planas mayores, paralelas entre sí y al eje longitudinal de una pieza o cada una de las superficies planas de una pieza de sección cuadrada.
- Borde de una cara: Zona de la superficie de una cara que abarca todo el largo de una pieza y que queda limitada en el ancho, por una arista y por una línea imaginaria paralela a la arista y a una distancia de ésta igual a la cuarta parte del ancho de la pieza.
- Zona central de una cara: Zona de la superficie de una cara que abarca todo el largo de una pieza que queda comprendida entre los bordes de la cara. El ancho de esta zona es igual a la mitad del ancho de la pieza.
- Escuadría: Expresión numérica de las dimensiones de la sección transversal de una pieza. Se debe especificar en milímetros (mm) de acuerdo a la norma vigente. Como en Chile está arraigado el uso de las pulgadas, se ha considerado conveniente especificar las escuadrías de las piezas indistintamente en ambos sistemas, como por ejemplo: 2" x 4" ó 2x4 ó 41 x 90 (mm).
- Ancho: Dimensión mayor de la escuadría.
- Espesor: Dimensión menor de la escuadría.
a) Defectos propios:
Los defectos propios que más inciden sobre las propiedades de resistencia y durabilidad son:
- Nudos sueltos
Abertura de sección relativamente circular, originada por el desprendimiento de un nudo. Si no interesa su posición en la pieza, la norma establece que se debe calcular el diámetro medio, midiendo su diámetro mayor y menor, en milímetros, y calculando el promedio. Los agujeros y/o nudos sueltos se pueden ubicar en la arista, en el borde de la cara, en el canto o en la zona central de la cara.
La posición de este defecto es determinante en la magnitud de la alteración que causará en las propiedades resistentes. Así, un agujero, dentro o cerca de un canto, afecta fuertemente la resistencia de tracción o compresión de una pieza solicitada por flexión. En cambio, un agujero en el centro de la cara alterará más su resistencia de cizalle, cuando se aplica a ella el mismo esfuerzo de flexión.
- Rajaduras
Separación de fibras en la madera que afecta dos superficies opuestas o adyacentes de una pieza.
- Grietas
Separación de elementos constitutivos de la madera, cuyo desarrollo no alcanza a afectar dos superficies opuestas o adyacentes de una pieza.
- Fibra inclinada
Desviación angular que presentan los elementos longitudinales de la madera, con respecto al eje longitudinal de la pieza.
- Perforación
Galería u otro tipo de orificio producido por la presencia de insectos taladradores. En cualquier caso, la madera con este defecto debe ser desechada.
- Pudrición
Degradación, descomposición y destrucción de madera por presencia de hongos xilófagos y ambiente húmedo. La presencia parcial de putrefacción implica una creciente reducción de la resistencia. No se debe utilizar como material de construcción.
Otros defectos que inciden en la resistencia, pero en menor grado, son:
- Bolsillo de corteza
Presencia de masa de corteza total o parcial comprendida en la pieza. Se conoce también como “corteza incluida“.
- Bolsillo de resina
Presencia de una cavidad bien delimitada que contiene resina o tanino. Se conoce también como “bolsa o lacra”.
Los efectos que tiene el bolsillo de corteza y/o resina sobre la resistencia son los mismos descritos para el agujero y/o nudo suelto. La medición dependerá de la ubicación que tiene el bolsillo en la pieza, el cual se puede ubicar en la arista, borde de la cara, en el canto o en la zona central.
- Acebolladuras
Separación de la pieza entre dos anillos consecutivos. Cuando aparece en las caras o cantos, se mide su longitud y separación máxima (mm).
- Alabeos
Deformación que puede experimentar una pieza de madera en la dirección de sus ejes, longitudinal y transversal o ambos a la vez, pudiendo tener diferentes formas: acanaladura, arqueadura, encorvadura y torcedura. Estos son defectos típicos por secado inadecuado, tema que se trata más adelante.
- Colapso
Reducción de las dimensiones de la madera durante el proceso de secado, sobre el punto de saturación de las fibras, y se debe al aplastamiento de sus cavidades celulares.
Este defecto no es admisible en la madera, puede afectar la resistencia y además su presencia.
- Médula
Corresponde al tejido parenquimatoso y blando de la zona central del tronco. Afecta la clasificación por aspecto de superficies que quedan a la vista.
- Canto muerto
Se conoce por canto muerto o arista faltante a la falta de madera en una o más aristas de una pieza.
Se mide en la arista, su largo o suma de largos en mm, mayor dimensión en el canto (x) y mayor dimensión en la cara (y).
b) Defectos por elaboración:
- Escuadría irregular
Variación de la escuadría nominal de una pieza producida por la desviación del plano de corte durante el aserrío, por ejemplo, sobredimensión.
- Grieta
Separación de los elementos constitutivos de la madera, cuyo desarrollo no alcanza a afectar dos superficies opuestas o adyacentes de una pieza.
- Marca de sierra
Depresión en la superficie de una pieza producida por un corte anormal.
- Rajadura
Separación de fibras de la madera que afecta dos superficies opuestas o adyacentes de una pieza.
- Cepillo desgarrado
Levantamiento de fibras en las superficies cepilladas causado por trabajo defectuoso. Ocurre con mayor frecuencia al procesar madera verde.
- Cepillo ondulado
Depresiones sucesivas dejadas por cuchillos sobre la superficie de una pieza cepillada.
- Cepillado incompleto
Áreas de la superficie de una pieza que quedan sin cepillar.
- Depresión por cepillado
Concavidad producida durante el cepillado.
- Marca de astillamiento
Depresión en las caras cepilladas, causada por desprendimiento de fibras.
- Mancha de procesamiento
Cambio de color que puede ocurrir en la madera durante los procesos de aserrío, cepillado y/o almacenamiento.
- Quemado
Carbonización de la madera durante su procesamiento, producida por fricción de la herramienta.
c) Cuidados y consideraciones de piezas de madera para el almacenamiento y protección a pie de obra:
Si bien la madera recibida en obra puede llegar en óptimas condiciones, también puede sufrir severas deformaciones que afectan su resistencia o su desempeño en servicio, producto de una deficiente manipulación y/o mal almacenamiento en obra.
Debido a esto, es de suma importancia tomar las siguientes precauciones y consideraciones:
- Almacenar la madera en forma encastillada y protegida de la exposición directa al sol.
- Evitar almacenar la madera en ambientes húmedos.
- Evitar contacto directo de la madera con el suelo.
- Mantener encastillado en orden, evitando piezas arrumbadas.
Densidad
La densidad es una variable importante para determinar la resistencia de la madera. Esta depende de varios factores, entre los cuales se puede mencionar:
- Composición de las paredes celulares.
- Grosor de las paredes celulares.
- Tamaño de las porosidades.
- Composición de la celulosa.
Contenido de humedad
Cuando la madera pierde agua por debajo del punto de saturación de las fibras, cada célula se compacta, lo que provoca mayor rigidez y resistencia de las fibras, y por ende, un incremento de su resistencia.
Temperatura
En general, las propiedades mecánicas de la madera decrecen al aumentar la temperatura interna, produciendo el efecto inverso cuando se enfría.
Albura y duramen
Por los tejidos de la albura se conduce la savia desde la tierra a las hojas, siendo de vital importancia en el crecimiento del árbol, además de ser su soporte. En la primera etapa del árbol, su sección transversal corresponde a la albura, luego, parte de ésta se transforma en duramen, cuya única función es el soporte mecánico del tronco.
No existen diferencias significativas entre las propiedades mecánicas de albura y duramen.
Temporada de corte
En general el árbol se puede talar en cualquiera estación del año, no habiendo ninguna diferencia en sus propiedades, lo importante es que una vez talado, se procede de inmediato a su procesamiento y secado en cámara.
Tratamiento de la madera
En varios estudios se ha demostrado que el proceso de la impregnación, debido al sometimiento de alta presión para lograr un buen resultado, produce un debilitamiento de la pieza y disminución de su resistencia.
Secado de la madera
El secado de la madera es un proceso que se justifica para toda pieza que tenga uso definitivo en el interior de la vivienda (queda incorporada a la vida útil de ésta), sea con fines estructurales o de terminación.
La utilización de madera seca aporta una serie de beneficios, entre los que se destaca:
- Mejora sus propiedades mecánicas: la madera seca es más resistente que la madera verde.
- Mejora su estabilidad dimensional.
- Aumenta la resistencia al ataque de agentes destructores (hongos).
- Aumenta la retención de clavos y tornillos.
- Disminuye considerablemente su peso propio, abarata el transporte y facilita la manipulación de herramientas.
- Mejora la resistencia de adhesivos, pinturas y barnices.
- Mejora su ductilidad, facilidad para cortar y pulir.
- Mejora la absorción de preservantes líquidos aplicados con presión.
- Aumenta la resistencia de las uniones de maderas encoladas.
Secado al aire
Se efectúa simplemente encastillando la madera bajo cubiertas protectoras contra el sol directo, permitiendo la circulación de aire en forma expedita y, según las condiciones de temperatura y humedad relativa del ambiente, el secado de la madera. Tiene la desventaja de ser un proceso lento y poco efectivo.
Los principales factores que influyen en un buen secado al aire son:
- Disponer de una cancha o patio que permita exponer la madera al aire, y que el encastillado sea efectuado de modo que el aire circule envolviendo cada una de las piezas de madera.
- El mejor sistema de encastillamiento para un secado rápido con el mínimo de agrietamiento y torceduras, es el apilado plano.
Secado convencional en horno
Consiste en secar la madera en cámaras especiales (hornos), en los cuales se manejan variables de presión, humedad y temperatura (80 a 90 ºC). Este proceso tiene la ventaja de ser rápido, además de establecer el grado de humedad deseado.
Tiene la desventaja de ser un proceso que puede provocar fisuras, grietas, arqueaduras y torceduras en la madera, dependiendo del procedimiento y la especie.
Defectos por secado
Los defectos por secado se producen cuando se realiza un proceso que genera tensiones internas a nivel de estructura de la madera, siendo los más frecuentes:
Arqueadura
La arqueadura o combado es el alabeo de las caras en dirección de las fibras de la madera (NCh 173 Madera – Terminología general). La flecha que se forma por una de sus caras indica el grado de deformación, el cual se debe analizar para determinar el nivel de aceptación que se permite en la madera para un determinado uso.
Acanaladura
La acanaladura o abarquillado es un alabeo en dirección transversal a las fibras (según norma NCh 173).
Encorvadura
La encorvadura o curvatura lateral corresponde al alabeo de los cantos en el sentido de las fibras (según norma NCh 173).
Torcedura
La torcedura o revirado es el alabeo helicoidal en dirección longitudinal y transversal de las fibras (según norma NCh 173).
Colapso
Reducción de las dimensiones de la madera durante el proceso de secado sobre el punto de saturación de las fibras. Se debe a un aplastamiento de las cavidades celulares.
La madera para construcción
En la construcción de viviendas la madera puede tener tres categorías de uso:
Madera de uso definitivo
Es aquella incorporada a la edificación, ya sea a nivel de estructura o terminaciones, cuyo objeto es cumplir con la vida útil establecida para el edificio, es decir, queda incorporada definitivamente a la vivienda.
Madera de uso transitorio
Cumple la función de apoyar estructuralmente la construcción del edificio, sin quedar incorporada a su estructura al finalizar la actividad. En esta categoría se encuentra, por ejemplo, toda la madera utilizada en encofrados para hormigón.
Madera de uso auxiliar
Es aquella que cumple sólo funciones de apoyo al proceso constructivo. En esta categoría se pueden considerar, por ejemplo, la instalación de faenas, niveletas o tablaestacados, reglas y riostras de montaje, entre otros.
Por ello, no toda la madera utilizada en las actividades de construcción de una vivienda debe tener propiedades, especificaciones y requerimientos iguales, ya que éstas dependerán del destino que tendrá.
Para efectos del presente manual, se entenderá como construcción en madera a aquellas viviendas o edificios cuya estructura está resuelta íntegramente en madera, independiente del material utilizado en la terminación interior o exterior de la edificación. Dicha estructura debe contar además con un adecuado sistema de arriostramientos, solucionado generalmente con tableros estructurales del tipo contrachapado fenólico o de hebras orientadas, OSB.
También considera la utilización de madera preservada (impregnada), aislación termoacústica, barreras de vapor y humedad, y material resistente al fuego por el interior, como por ejemplo, placas de yeso cartón o fibrocemento.
No considerar alguno de estos componentes, implicará que la estructura no cumpla con adecuados requerimientos de seguridad, habitabilidad y durabilidad.
No es válido, entonces, hablar de una construcción en madera al referirse a viviendas de emergencia, puesto que estas soluciones no cumplen con especificaciones y requerimientos mínimos para que los usuarios tengan condiciones básicas de calidad de vida.
Estas construcciones no contemplan barreras de humedad, aislación termoacústica, componentes de resistencia al fuego y protección de la madera. Por eso presentan serios problemas de durabilidad, puesto que normalmente están en contacto directo con el suelo y la madera carece de protección.
Hoy en día se tiene completa claridad de que toda pieza de madera que pasa a formar parte de la estructura o terminaciones de una vivienda debe ser madera seca. Esta es una condición que el mercado de la construcción está exigiendo.
De aquí en adelante, por simplicidad se debe desterrar la referencia de especificar “madera seca”. Para realizar una adecuada especificación técnica de madera para uso definitivo en la construcción, se debe incorporar la condición de secado pre-establecido. Por ejemplo: madera seca con un 12% de contenido máximo de humedad.
Clasificación estructural del pino radiata
La madera de Pino radiata puede ser clasificada estructuralmente mediante dos métodos normalizados.
El primero de ellos y el más conocido a nivel nacional, es la clasificación estructural visual, la que se basa en establecer en una pieza de madera, la razón de área nudosa presente en su interior, que provoca desmedro o incluso anula las propiedades mecánicas de la pieza. Otro método de clasificación ampliamente utilizado en Chile, pero poco conocido aún, es la clasificación estructural mecánica, la cual consiste en medir el módulo de elasticidad de las piezas por medio de métodos mecanizados y automatizados.
Clasificación estructural visual
Cada pieza de madera, como consecuencia de las características individuales del árbol de origen, posee también características singulares. Por ello, es posible establecer un número indeterminado de grados estructurales, pero por razones de economía y conveniencia en la distribución y comercialización, resulta necesario agrupar en cantidad.
Cada grado estructural consiste en un agrupamiento de piezas ligeramente diferentes, pero igualmente adecuadas para el uso o aplicación prevista para ellas.
En aquellas clasificaciones destinadas a usos en los que se debe garantizar propiedades mecánicas admisibles, las normas de clasificación limitan la presencia de características con efectos reductores sobre dichas propiedades.
Para Pino radiata, se ha podido comprobar que la característica de crecimiento que afecta en mayor proporción las propiedades mecánicas es la presencia de nudosidades. En segundo plano, quedan los efectos de incorporación de médula, inclinación de la fibra y velocidad de crecimiento, entre otros.
Por ello, el criterio de clasificación visual se basa en el riguroso control del tamaño, ubicación y frecuencia de los nudos. Se recurrió para estos efectos al método de Razón de Área Nudosa, RAN, desarrollado en Inglaterra y adoptado posteriormente por las principales normativas europeas y de Oceanía.
Descrito en términos simples, consiste en que el clasificador, después de decidir la sección más débil de la pieza, debe visualizar la geometría de proyección del nudo o grupo de nudos presentes en dicho sector.
Para entender lo que se denomina geometría de proyección de nudos, se establece como sección de la pieza en estudio, un volumen transparente y cuerpos de nudos en su interior como material opaco.
El método se aplica examinando piezas en terreno, mediante la obtención de gráficos de nudos en las secciones transversales estimadas como críticas.
En el trazado, se indica que los nudos se desarrollan en forma cónica desde la médula hacia la periferia.
En una clasificación comercial, el técnico clasificador hace una estimación visual de la RAN, sin mediciones físicas y en lapsos reducidos. Para ello se basa en la habilidad ganada durante su capacitación por la aplicación de las técnicas descritas.
Los nudos ubicados en zonas de borde se procesan en forma más severa. Por esto, el clasificador debe preocuparse especialmente de los cuartos adyacentes al espesor de pieza (cantos). La razón de área nudosa en las zonas de borde, se designa como RANB y en su valoración, se considera siempre el canto más desfavorable de ambos.
Con el objeto de mantener como estándar una tensión admisible en flexión de 5 Mpa que debe resistir la pieza de madera, (según clasificación estándar internacional nivel F5 australiana*), se considera conveniente incorporar en la clasificación el concepto de condición de borde, situación que se manifiesta cuando más del 50% de una zona de borde de la sección transversal crítica se encuentra ocupada por nudos.
Al existir una condición de borde, las restricciones de RAN para un mismo grado son más rigurosas que las establecidas para situaciones en la que no existe condición de borde.
Dependiendo entonces de la razón de área nudosa y la razón de área nudosa en zonas de borde, la madera de Pino radiata puede ser clasificada en tres categorías estructurales:
- Grado GS o selecto: es aquel en que RAN fluctúa entre 20 y 33,3% y no existe condición de borde.
- Grado G1: Aquel en que RAN fluctúa entre 33,3 y 50% y no existe condición de borde. También corresponde a esta clasificación, si existiendo condición de borde, la RAN no excede el 33,3%.
- Grado G2: Aquel en que RAN fluctúa entre 50 y 66,7% y además existe condición de borde.
- Si la pieza presenta en su sección de área nudosa más desfavorable una RAN mayor a 66,7%, simplemente se descarta o rechaza.
Clasificación estructural mecánica
El concepto de clasificación estructural mecánica de la madera fue estudiado en forma simultánea en varios países a principios de 1960. La inquietud de dicho estudio surgió por la necesidad de mejorar la eficiencia que entregaba la clasificación estructural visual, en la estimación de las propiedades resistentes de la madera.
El proceso de clasificación estructural mecánica sólo se hizo posible cuando se verificó la existencia de una relación entre la resistencia de flexión, compresión y tracción, y el módulo de elasticidad en flexión (Ef), determinado en luces cortas. El posterior diseño de una máquina capaz de medir el Ef permitió la clasificación de piezas de madera con propiedades resistentes superiores a un valor mínimo previamente establecido.
Las actuales máquinas de clasificación estructural usan esencialmente el mismo principio. Cada pieza de madera que se clasifica es deformada en una de sus caras como viga, y la magnitud de fuerza asociada con la deformación constante aplicada por la máquina, permite determinar el valor del Ef.
Con ese valor, se estiman las propiedades resistentes y con ellas, la clasificación de las piezas.
La clasificación estructural mecánica está especialmente indicada para piezas que serán utilizadas como envigados, tijerales, escaleras y muros estructurales.
La madera clasificada estructural en el mercado nacional se rige por la norma británica BS EN-519: 1995 y las piezas comercializadas llevan un timbre que garantiza su resistencia. Las piezas de madera clasificadas con el sistema estructural mecánico, tienen las siguientes características:
- Piezas estables y derechas.
- Cubren luces de hasta 4,80 m en vigas y tijerales.
- Sus fijaciones ofrecen una mejor retención.
- El contenido de humedad promedio es del 12%.
En Chile existen máquinas de clasificación estructural mecánica que permiten contar en el mercado con madera clasificada.
Maderas comerciales
Las maderas comerciales pueden clasificarse en cuatro grandes grupos:
- Madera aserrada y cepillada
- Molduras de madera
- Maderas reconstituidas
- Maderas laminadas
Madera aserrada y cepillada
La madera aserrada y cepillada se comercializa en piezas cuya dimensión nominal se conoce como escuadría de la pieza y se expresa en milímetros.
No obstante lo anterior, para entender las dimensiones de la madera de Pino radiata, es necesario tener presente ciertos aspectos legales y normativos.
De acuerdo a la legislación vigente, en Chile se utiliza el sistema métrico decimal (Ley de 1848). Además, por Decreto Supremo Nº 1379 de 1998, Chile adopta el acuerdo de Obstáculos Técnicos de Comercio de ALADI, en el que se consigna el uso obligatorio del Sistema Internacional de Unidades. La Ley de Protección de los Derechos de los Consumidores (Ley Nº 19.486, Artículo 32) también consigna el uso del sistema de unidades adoptado por Chile.
Por uso y costumbre, la madera de Pino radiata que se comercializa en Chile utiliza como unidad para espesor y ancho la pulgada y como unidad para volumen, la pulgada maderera.
Con el objeto de facilitar la comprensión y promover el buen uso de la nueva norma chilena NCh 2824 Of. 2003, Maderas – Pino radiata – Unidades dimensiones y tolerancias, se introduce el concepto de Denominación Comercial (DC), que corresponde a una designación adimensional de las dimensiones nominales de piezas de madera de Pino radiata.
Por ello, a partir de una pieza de madera expresada en dimensiones nominales, se pueden establecer o especificar tres tamaños de escuadría:
- Aserrada verde
- Aserrada seca
- Cepillada seca
La madera de Pino radiata puede tener los siguientes usos:
Construcción pesada, Postes de transmisión, Postes de cerco y rodrigones, Estructura para construcción, Vigas, techos, cerchas, Pisos, Revestimientos exteriores, Revestimientos interiores, Muebles y guarniciones interiores, Embalajes, Moldajes o encofrados, Chapas, Contrachapados, Pulpa mecánica, Pulpa química (celulosa), Tableros de fibra, Tableros de partículas.
Molduras de madera
Las molduras se obtienen a partir de madera aserrada seca a la cual, por medio de máquinas, herramientas y equipos especiales, se confiere una determinada forma para cumplir en servicio con objetivos específicos de terminación, acabado, protección y decoración.
Las molduras de madera comúnmente comercializadas se clasifican en tres grupos:
Grupo1: Molduras Interiores (MI)
Son molduras para utilizar en forma horizontal o vertical para el revestimiento interior de tabiques y en aplicaciones tales como:
- Cielos (C)
- Pisos (P)
Grupo 2: Molduras Exteriores (ME)
Molduras utilizadas exclusivamente en forma horizontal, para el revestimiento exterior de tabiques. Las molduras exteriores sólo se clasifican en:
- Revestimiento horizontal (R)
Grupo 3: Molduras Decorativas (MD)
Molduras utilizadas en terminaciones generalmente de carácter decorativo, tales como: Balaustres (BA), Cornisas (CO), Cuarto rodón (CR), Esquineros (ES), Guardapolvos (GP), Junquillos (JN), Pilastras (PL), Tapajuntas (TJ).
Maderas reconstituidas
Se entiende por maderas reconstituidas todo panel (nombre genérico que se refiere a material que se produce en fábrica) elaborado con derivados de la madera. El grupo más importante lo forman los tableros a base de madera que pueden ser de madera maciza, chapas, cintas, partículas, fibras, cortezas o a partir de otras materias primas lignocelulósicas en forma de tallos, partículas o fibras que dan origen a:
- Tableros contrachapados
- Tableros de fibra
- Tableros de partículas
- Tableros enlistonados (placa carpintera)
La ligazón requerida entre los derivados de la madera que conforman el tablero se logra por las propiedades adhesivas inherentes al material (algunos tableros de fibras) o por la adición de agentes de aglutinación orgánicos (tableros de partículas) durante su fabricación o bien un aglutinante inorgánico como el cemento Portland, obteniendo o aumentando determinadas propiedades del tablero.
Estos tableros pueden ser utilizados en una amplia gama de soluciones que van desde requerimientos estructurales hasta fines decorativos y equipamiento (muebles, clóset y otros). Dependiendo del tamaño de los granos de madera, del tipo de chapa que se utilice, el adhesivo y tipo de unión, se clasifican en:
- Tableros estructurales
- Tableros no estructurales
Tableros estructurales
- Contrachapados
- De hebras orientadas (OSB)
Tableros contrachapados (Plywood)
El tablero contrachapado, según la Norma NCh 724 Of. 79 (Paneles a base de madera, tableros, vocabulario), es aquel formado por superposición de láminas previamente encoladas. En general las láminas se disponen simétricamente a ambos lados de una lámina central o alma, de modo que los granos de dos láminas consecutivas se crucen entre sí, generalmente en ángulo recto.
Los tableros contrachapados son elaborados principalmente a base de chapas o folias de Pino radiata, las cuales se adhieren entre sí perpendicularmente al sentido de sus fibras, siempre en caras impares, para lograr mayor estabilidad y resistencia.
La fabricación de estos tableros comprende la colocación de una chapa sobre la otra con sus fibras orientadas en forma perpendicular.
Están constituidos por un número impar de chapas, en que las exteriores tienen la fibra orientada en sentido longitudinal del tablero.
Dependiendo del uso requerido, sus caras pueden presentar grados de terminación variados, si son especificados para fines estructurales o en la confección de moldajes para hormigón.
Los principales grados de cara de los tableros Contrachapados de Pino radiata se indican en la siguiente tabla:
GRADO DESCRIPCIÓN
An Cara sólida, libre de nudos mayores de 10 mm y Lijada.
sin reparaciones sintéticas. Sólo se permiten reparaciones con pasta base de madera.
B Cara sólida con reparaciones menores. Se permiten nudos
ocasionales firmes, de hasta 20 mm y defectos de lijado menores.
C Superficie sin lijar. Se permiten nudos firmes e imperfectos
hasta 40 mm. También acepta perforaciones hasta 25 mm.
D Superficie no reparada, permite nudos firmes y sueltos,
agujeros de nudos hasta 65 mm. Se aceptan grietas hasta 25 mm.
En la fabricación de tableros contrachapados se pueden identificar las siguientes etapas de producción:
- Tronzado
Es una operación que tiene por objeto sanear y dimensionar la longitud de trozas antes de la entrada al torno de debobinado.
- Descortezado
Se elimina la corteza de las trozas para evitar que piedras y arenas incrustadas deterioren los cuchillos del torno de debobinado.
- Estufado o vaporizado
Consiste en sumergir en agua caliente o aplicar vapor a la troza ya descortezada por un período de 12 a 48 horas, con el objeto de ablandarla y facilitar el debobinado.
- Debobinado
Es la operación clave en la fabricación de los tableros contrachapados. Consiste en situar la troza centradamente en los puntales de la máquina debobinadora, mediante un lector óptico.
Los puntales o garras del debobinador, hacen girar la troza a una velocidad determinada y constante.
Posteriormente un cuchillo debobinador la desmenuza hasta un diámetro de 8 a 12 cm aproximadamente, obteniendo un producto secundario (polín).
- Cizallado
En esta etapa se dimensiona el ancho y longitud de las chapas.
- Secado
Etapa previa al encolado en que las chapas son secadas hasta alcanzar 7 a 8% de humedad.
- Encolado
Se realiza mediante rodillos encoladores. Se utilizan adhesivos de tipo fenol formaldehído, los cuales confieren a estos tableros elevadas características de resistencia, tanto en ambientes secos como húmedos o a la intemperie.
- Formación
Se realiza disponiendo transversalmente las chapas pares encoladas y las impares sin encolar.
- Prensado
Se realiza mediante prensas de platos planos en caliente y por acción hidráulica.
- Escuadrado
Se realiza el corte y saneado de cantos en los tableros.
- Lijado y calibrado
Tiene por objeto dar el espesor final al tablero, así como la calidad de la superficie, de acuerdo a los grados anteriormente señalados.
Tableros de hebras orientadas (OSB)
Los tableros de hebras orientadas (Oriented Strand Board, OSB) son fabricados en base a hebras de madera rectangulares, adheridas con ceras y adhesivos fenólicos. Dispuestas en tres capas orientadas perpendicularmente entre sí, prensadas a alta temperatura y presión, cortadas, selladas en los cantos y embaladas. El uso de resinas fenol formaldehído (resistentes al agua) les confiere elevadas características de resistencia física y mecánica.
Se recomiendan especialmente para aplicaciones estructurales en elementos verticales, inclinados y horizontales.
Los formatos y espesores de estos tableros y su forma de colocación y fijación a los entramados de madera, se indicarán más adelante.
Se recomienda al adquirir estos tableros exigir la certificación del proceso de fabricación por una entidad especializada.
Tableros no estructurales
- De fibra
- De partículas
- De listones
Tableros de fibra
Los tableros de fibra son aquellos formados a base de madera desfibrada u otros materiales lignocelulósicos fibrosos, sometidos a alta presión y temperatura sin el uso de cola o aglutinante, conformando un tablero duro y delgado (NCh 724 Paneles a base de madera – Tableros – Vocabulario).
Se clasifican en base a sus densidades y método de fabricación, dividiéndose en prensados y no prensados.
Se distinguen:
Tableros de fibras prensadas
a) Tableros de fibras HDF (High Density Fiber) La densidad de estos tableros fluctúa entre 0,8 y 1,2 gr/ cm3.
Se presentan dos tipos:
- Tableros corrientes, tal como se producen en fábrica.
- Tableros sometidos a tratamientos después de fabricados, como calentamiento especial para aumentar su solidez y resistencia al agua o pueden ser inmersos en mezcla de aceites secantes.
Las aplicaciones de estos tableros en la construcción son en revestimientos de puertas interiores y muebles de cocina.
Por su bajo espesor no se recomiendan para usos estructurales.
b) Tableros de fibras MDF (Medium Density Fiber) Los tableros de fibras de densidad media son fabricados en forma similar a los de HDF, sin embargo su densidad sólo fluctúa entre 0,4 y 0,8 gr/cm3.
Por las características del tablero, se recomienda su uso especialmente en la industria del mueble, pudiendo ser aplicado también en construcción bajo ciertos criterios especiales de aplicación.
Tableros de fibras no prensadas
Son tableros de una densidad máxima de 0,4 gr/cm3.
Se identifican dos tipos:
- Tableros aislantes semi-rígidos, cuya densidad está entre 0,02 y 0,15 gr/cm3. Su utilización principalmente es como aislante térmico y acústico.
- Tablero aislante rígido, cuya densidad está entre 0,15 y 0,40 gr/cm3. Su utilización también es como aislante.
Tableros de partículas
Tableros de madera formados por partículas de 0,2 a 0,5 mm de espesor con un aglutinante orgánico, en unión de uno o más de los siguientes agentes:
- Calor
- Presión
- Humedad
- Catalizador
Se excluyen los tableros de lana de madera u otros con aglutinantes inorgánicos.
Se clasifican según su densidad y según el método con que son fabricados:
- Tableros de partículas de baja densidad. Densidad hasta un máximo de 0,4 gr/cm3. Se utilizan como paneles aislantes del ruido y calor.
- Tableros de partículas de densidad media. Su densidad fluctúa entre 0,40 y 0,80 gr/cm3. En el proceso de fabricación también intervienen métodos de presión y temperatura. Pueden utilizarse como revestimiento de tabiques divisorios interiores, muebles, clósets y elementos decorativos, cuando se les incorpora además, enchapados de madera o cubiertas melamínicas.
- Tableros de partículas de gran densidad. Densidad superior a 0,80 gr/cm3.
Tableros enlistonados
También conocidos como placa carpintera, son tableros formados a base de tablas, tablillas o listones angostos, dispuestas una junto a otra conformando un panel recubierto con chapas por ambas caras.
Se clasifican en:
- Entulipados: formados por un alma de tablas, tablillas o listones y láminas de madera (tulipa), cuya terminación es lijado apto para ser pintado. Su uso normal es como moldajes de hormigón a la vista.
- Enchapados: semejantes a los entulipados, a los que se pega en ambas caras enchapaduras de maderas finas (especies nativas). Su uso normal es como muebles y revestimiento.
Madera laminada
Introducción
La madera laminada es un producto industrial que se ha utilizado en el mundo desde hace muchos años, pero en las últimas cuatro décadas su uso se ha incrementado notoriamente. Este producto tiene una alta aplicación en la vida cotidiana de las sociedades desarrolladas, desde la construcción de edificaciones hasta reemplazar productos que provienen de recursos naturales, por lo que ha adquirido un alto valor industrial y social.
Es un material renovable, acumulador natural de energía solar, poco necesitado de energía de trasformación, no productor de agentes contaminantes y completamente reutilizable o reciclable. En Chile se fabrica con Pino radiata, uniendo piezas entre sí por medio de unión finger–joint en sentido longitudinal y una pieza sobre otra, pegadas con adhesivo en las caras.
Se pueden desarrollar diversas formas y dimensiones, tanto en escuadría como en largo.
El resultado es la fabricación de grandes vigas, tanto rectas como curvas, que permiten cubrir grandes luces.
Elementos estructurales fabricados bajo condiciones técnicamente controladas. La unión con adhesivos es de calidad estructural y resistente a condiciones climáticas.
Normalmente, la madera laminada es fabricada con Pino radiata de calidad estructural grado G2 o superior, especificada en la norma chilena NCh 1198, seca en cámara y con un contenido de humedad inferior al 14%.
En su fabricación están presentes las normas NCh 176-1, NCh 992, NCh 1207, NCh 2148, NCh 2149, NCh 2150 y NCh 2151.
La madera cuando está expuesta a la intemperie, puede ser atacada por distintos elementos xilófagos o biológicos, viento, lluvia, y la acción solar; rayos UV e infrarrojos.
Para evitar su acción destructiva, la madera se somete a un proceso de impregnación, por medio del cual se introduce a presión un compuesto químico, a base de cobrecromo–arsénico, que reacciona con la celulosa y lignina, formando un precipitado insoluble que modifica la composición del material leñoso; por lo tanto, lo inutiliza como alimento para los diferentes xilófagos.
Características y propiedades
Dadas sus características naturales y adecuados diseños, la madera laminada ofrece grandes ventajas con respecto a estructuras de acero u hormigón, tales como:
- Liviandad: el peso propio de los elementos laminados son bastante inferiores a los elementos tradicionales de acero u hormigón, significando una reducida inercia, que en países sísmicos como Chile constituye una importante ventaja.
- Flexibilidad: se logran diseños de formas diversas, cubriendo grandes luces sin apoyos intermedios.
- Aislación térmica: Como ya se mencionó, la madera tiene una transmitancia térmica inferior a los materiales tradicionales (acero y hormigón), lo que significa excelentes propiedades aislantes.
- Resistencia química: En ambientes ácidos o alcalinos no reacciona con agentes oxidantes o reductores.
- Resistencia al fuego: La madera laminada resiste por largo tiempo una eventual exposición ante las llamas. Muchos ensayos han demostrado que sólo se compromete 1,5 a 2,0 cm de la superficie exterior.
- Estética: el grado de terminación y calidez de la madera se hace presente en forma notable en las estructuras de madera laminada encolada.
Mantención de una estructura de madera laminada
No se necesita inmunizar la madera frente a la acción de elementos biológicos macrocelulares, insectos y perforadores marinos, pero sí se debe proteger su superficie con productos que tengan propiedades impermeabilizantes para evitar la captación de humedad por lluvia y/o humedad ambiental que puede generar proliferación de hongos manchadores y/o pudrición. Estos productos también tienen propiedades de filtro solar, protegiendo la acción oxidante de rayos ultravioletas e infrarrojos.
El viento tiene un efecto únicamente abrasivo, del punto de vista estético, al transportar partículas de tierra u otros que ensucian los materiales. En este caso se usa como protector un producto compuesto que posee propiedades preservantes e hidrorrepelentes fácilmente lavables.