Likutey Moharan/Parte 1/Torá 231
Torá 231:1 1 En el momento en que uno dice “u’tzva hashamayim lekha mishtachavim (y las huestes celestiales se inclinan ante Ti)” (Nehemías 9:6), vale la pena orar por cualquier cosa. Esto se debe a que todas las medicinas reciben su potencia de las fuerzas celestiales, siendo ellas la hueste celestial. Cada uno [de los cuerpos celestes] transmite energía a la hierba y pasto relacionado con él. De ellos las hierbas y pastos reciben la potencia de curar. Por lo tanto, cuando uno necesita una cura, varias de las fuerzas celestiales se unen, esta transmite energía a esta hierba, esa transmite energía a otra hierba, y así sucesivamente, y todas se unen para formar un compuesto curativo. 2 עַל כֵּן טוֹב לְבַקֵּשׁ מֵהַשֵּׁם יִתְבָּרַךְ בְּעֵת שֶׁאוֹמְרִים: וּצְבָא הַשָּׁמַיִם וְכוּ', שֶׁאָז בָּאִים כֻּלָּם לְהִשְׁתַּחֲווֹת וְלִתֵּן שֶׁבַח וְהוֹדָיָה אֵלָיו יִתְבָּרַךְ, שֶׁיְּצַוֶּה הַשֵּׁם יִתְבָּרַךְ לָהֶם שֶׁיַּמְשִׁיכוּ אֵלּוּ הַכֹּחוֹת הַצְּרִיכִים לִרְפוּאָתוֹ בְּתוֹךְ חֲתִיכַת לֶחֶם אוֹ בְּדָבָר אַחֵר, וְיִתְרַפֵּא מִמֵּילָא, אָמֵן כֵּן יְהִי רָצוֹן: (עַיֵּן עִנְיָן זֶה בַּאֲרִיכוּת בְּלִקּוּטֵי תִּנְיָנָא בְּסִימָן א): Por lo tanto, es bueno pedir a Dios cuando se dice “y la hueste celestial…” —porque todos vienen entonces a inclinarse y ofrecer alabanza a Dios— que Dios les mande infundir las energías necesarias para curarlo en una pieza. de pan o en alguna otra cosa, para que sea sanado espontáneamente. Amén, que sea Su voluntad.