Likutey Moharan/Parte 1/Torá 170
Torá 170: 1
1" YHVH Mah Rabu Tzarai (Oh Dios, cuán numerosos son mis torturadores), muchos [se levantan sobre mí]". ( Salmos 3: 2 )
2Cada persona, dependiendo de su alma y de su servicio [a Dios], tal es el sufrimiento que experimenta. Una persona experimenta el sufrimiento de sus hijos <y su esposa,> o de su padre <y madre>, o de un vecino. Otra persona está en un nivel superior a él; experimenta el sufrimiento de vecinos lejanos. Otro es aún mayor; experimenta el sufrimiento de toda la ciudad. Y hay uno que es muy grande; experimenta el sufrimiento del mundo entero.
3Ahora, cada persona, en virtud del sufrimiento, lleva consigo a las personas de las que sufre. Porque cuando experimenta el sufrimiento de ellos, los carga sobre sí mismo.
4Pero, ¿cómo es posible que algo físico se lleve consigo a tanta gente? Sin embargo, como resultado del sufrimiento, el cuerpo está subyugado. Esto se debe a que todas [las formas de] sufrimiento se llaman angustia, porque angustian y oprimen el cuerpo. Y cuando el cuerpo es aplastado por el sufrimiento, el alma irradia y mejora. Porque cuando se subyuga la materia, se realza la forma. Como está escrito en el Zohar (III, 168a): Un tronco que no se incendia se astilla; un cuerpo que no enciende el fuego del alma….
5Por eso se llama TZaRaH (angustia), similar a TZuRaH (forma). Porque como resultado de la tzarah, el cuerpo es subyugado y la tzurah irradia. Por tanto, en virtud del sufrimiento y la angustia, la forma, el alma, irradia. Por tanto, el alma es capaz de llevar sobre sí misma a numerosas personas.
6Esta es [la explicación de]: Oh Dios, cuán numerosos son mis TZaRai, torturadores— Cuanto más aumenta mi angustia:
7muchos se levantan sobre mí. Como resultado, llevo, levanto y elevo a muchos a su fuente.