Historia de Francia(traducción del Wikilibro francés)/P2/Capetos

De Wikilibros, la colección de libros de texto de contenido libre.

Hugo Capeto era un señor feudal que intentó aumentar su autoridad buscando el apoyo de la Iglesia. Fue consagrado por el arzobispo de Reims, durante su reino devolvió al clero y los monasterios una gran cantidad de beneficios eclesiásticos, y él mismo renunció a las abadías de Saint-Denis y Saint-Germain que poseía.

Para asegurar la corona a sus descendientes, consagró a su hijo Roberto y lo asoció con su poder. Esta precaución también fue tomada por todos sus sucesores hasta Felipe Augusto, quien se sintió lo suficientemente dueño del trono como para descuidarlo sin peligro.

En el 996 muere Hugo Capeto, después de haber ejercido el poder durante treinta y un años como duque de Francia y durante nueve años como rey.

Ordenes de caballería[editar]

El título de caballero era una asociación, tanto religiosa como militar, cuyos miembros se comprometían solemnemente a proteger a los viajeros, viudas, huérfanos y clérigos. Los nobles solos, y solo después de largas pruebas, podían ser admitidos.

A partir de los siete años, el futuro caballero abandonaba el castillo paterno para entrar al servicio del señor supremo. Practicaba el manejo de la lanza y la espada, sucesivamente se convertía en paje, ayuda de cámara y escudero; finalmente, a los veintiún años, admitido entre los caballeros.

Mientras Enrique I y Felipe I pasaban su vida oscuramente en el trono, los señores franceses, sacaron del reino su ardor guerrero y se distinguieron en todas partes por sus brillantes hazañas. Sus principales expediciones fueron las de Portugal, Sicilia, Inglaterra y Tierra Santa.

Cruzadas[editar]

Con el nombre de cruzadas, designamos las expediciones, tanto religiosas como bélicas, emprendidas por los cristianos de Occidente para liberar Palestina de los musulmanes. Suelen haber ocho.

La cruzada de Túnez fue la última de estas lejanas expediciones que no consiguieron su objetivo, la liberación del Santo Sepulcro, pero que tuvieron inmensos resultados para Occidente. Detuvieron las invasiones musulmanas; unieron la cristiandad, favorecieron el progreso de las comunas y de la burguesía y el poder real.

San Luis Rey (Luis IX)[editar]

De regreso a sus dominios después de la Séptima Cruzada, San Luis se propuso gobernar bien a su pueblo y reprimir los abusos. Para evitar guerras privadas, renovó la guardia real e impuso a los señores en disputa una tregua de cuarenta días, antes de llegar a los golpes. La certeza o seguridad dio a cada uno de los adversarios, durante este intervalo, el derecho a recurrir a los jueces reales. La guerra se convirtió así en un juicio.

También se esforzó por procurar la justicia exacta para todos sus súbditos; con este propósito publicó una colección de leyes conocidas como Establecimientos de San Luis. Su reputación estaba tan bien establecida a este respecto que fue tomado varias veces como árbitro en asuntos muy delicados, especialmente en la revuelta de los barones ingleses contra su rey y en las disputas entre el Papa y el Emperador de Alemania.

Luis IX fomentó el comercio y la industria; la moneda real corría por todo el reino. Favoreció especialmente su ciudad de París.

Felipe el Hermoso[editar]

Felipe había tenido como consejeros a Guillaume de Nogaret, Pierre Flotte, Enguerrand de Marigny, hombres que habían salido de la burguesía. Bajo la inspiración de estos juristas, el rey publicó numerosas ordenanzas, para regularizar la administración del reino en el siglo XIII.

Antes de Felipe el Hermoso, las asambleas nacionales estaban compuestas únicamente por nobles y obispos; pero desde el establecimiento de las comunas, la burguesía había adquirido tal importancia que el rey decidió admitir a sus representantes en los estados. Estas asambleas fueron convocadas a partir de entonces como estados generales y a los diputados de los dos primeros órdenes o estados se les había sumado los del tercer estado.

Las letras y las artes no fueron olvidadas durante el siglo XIII. Los poetas franceses que utilizaron la lengua romance en sus canciones fueron llamados "trovadores".

Roberto de Sorbon, confesor de San Luis, fundó el colegio de la Sorbona, que se convirtió en una famosa escuela teológica y se construyeron un gran número de catedrales, como las de París, Reims, Amiens, Rouen, Estrasburgo y Chartres.

Luis X, hijo mayor de Felipe el Hermoso, heredó el poder. Un acto de este reinado que merece ser mencionado, es la autorización que se les dio a los siervos del dominio real para comprar su libertad en 1316.