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Historia contemporánea de España/La guerra civil española/El final de la guerra

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Guerra Civil Española: Frente en febrero de 1939.
Leyenda
Zona bajo control sublevado
Zona bajo control gubernamental
Principales centros sublevados
Principales centros gubernamentales

La resistencia de la República dependía de los suministros bélicos soviéticos. Estos se interrumpieron en agosto de 1937, debido al bloqueo en el Mediterráneo; pero se reanudaron en diciembre a través de una nueva ruta, la de los puertos atlánticos franceses, desde donde eran reexpedidos a España. Pero esta vía se cerró también casi por completo en junio de 1938, cuando el gobierno francés cedió a los deseos británicos, deseoso de llegar a un acuerdo con Alemania e Italia que evitara el peligro de una guerra europea.

A pesar de que su capacidad militar era limitada, el gobierno de la República no quiso reducirse a una estrategia puramente defensiva, sino que montó nuevas ofensivas. Franco obtuvo sus grandes triunfos en su respuesta a tales ofensivas. Esto ocurrió primero con la batalla de Teruel y luego con la del Ebro. Los republicanos tomaron Teruel en diciembre de 1937, pero la contraofensiva de Franco, le permitió alcanzar el Mediterráneo en abril, contando en 2 el territorio republicano. En tales circunstancias, la legada de suministros soviéticos a través de Francia permitió sin embargo al ejército republicano rehacerse y lanzar una última ofensiva, la del Ebro. Pero la durísima batalla del Ebro, de agosto a noviembre de 1938, decidió la guerra, pues en ella los republicanos sufrieron un desgaste del que no lograrían reponerse. Para cuando terminó, la conferencia de Munich había mostrado además que Francia y Gran Bretaña deseaban preservar la paz con Alemania. En tales condiciones la ofensiva sobre Cataluña, que Franco lanzó en diciembre, apenas tuvo resistencia. En febrero de 1939 sus tropas alcanzaron la frontera francesa, por la que poco antes habían cruzado los restos de ejército republicano y numerosos refugiados civiles.

Negrín quiso continuar la resistencia desde la zona centro-sur. La mayor parte de los militares republicanos consideraba sin embargo que las posibilidades de lucha eran nulas. En tales circunstancias, la confianza de algunos militares republicanos, como el coronel Casado que estaba al frente de Madrid, en que ellos serían capaces de obtener de Franco unas condiciones mejores que Negrín, se combinó con la general hostilidad hacia los comunistas para provocar un último enfrentamiento dentro de la República.

En marzo el coronel Casado se sublevó en Madrid, negando legitimidad al gobierno de Negrín, y constituyó un Consejo de Defensa, en el que se integraron dirigentes socialistas, republicanos y anarcosindicalistas. La mayoría de los jefes militares republicanos se mostraron favorables al Consejo y Negrín salió de España.

Casado inició negociaciones con Franco, pero pronto comprobó que este se mantenía inflexible. No restó a los dirigentes republicanos más salida que la rápida marcha hacia los puertos de levante, en los que algunos de ellos lograron embarcarse, mientras que Franco lanzaba su última ofensiva, que no encontró resistencia. El 1 de abril de 1939 la guerra terminó.