Excursionismo/Supervivencia
Actitud
[editar]Una fábula nos cuenta como dos ranas caen en un cubo lleno de leche una noche. Una piensa “se acabó”, y se ahoga. La otra se debate obstinadamente durante la noche. A la mañana siguiente ya dispone de tierra firme bajo sus pies: ¡mantequilla!. El principio de la supervivencia no podría caracterizarse mejor. Aunque en las situaciones peligrosas la voluntad y la perseverancia constituyen los factores más importantes, no basta con “debatirse”. La mente clara, una distribución conveniente de las fuerzas e inventiva para improvisar, son de igual forma muy importantes. Las emergencias surgen de improvisto y siempre tienen características diferentes: pongamos por ejemplo la pérdida de todo el equipo al caer a un río, o la tienda de campaña arrancada por una tormenta.... Independientemente de las circunstancias locales, podemos establecer las siguientes normas:
- Mantener la calma, el nerviosismo nos roba fuerzas psíquicas y físicas y conduce a decisiones y conductas precipitadas.
- Ponderar la situación con detenimiento: ¿qué tiene mayor probabilidad de éxito: esperar a ser rescatados o abrirse paso hasta el poblado más cercano?
- Recapitular todas las experiencias posibles sin caer presa del pánico; la palabra mágica es improvisar.
- Distribuir cuidadosamente las fuerzas. Materiales, alimentos y agua si es que se tienen.
La voluntad de vivir resulta decisiva. Aquél que se rinde está perdido.
Paquete de supervivencia
[editar]Es imposible prever todas las situaciones de emergencia, pero el objeto es tener la mayor eficacia con el menor esfuerzo. Por lo que se sugiere un paquete de supervivencia que aumenta las posibilidades de sobrevivir:
- Cerillas o encendedor en recipiente impermeable
- Lámpara y vela
- Brujula y mapa.
- Navaja
- Bolsas de plastico nuevas y resistentes.
- Alambre
- Hilo de pescar y anzuelos
- Silbato de señales
- Manta de salvamento forrada de aluminio.
- Pastillas potabilizadoras de agua.
- Agujas e hilos.
Lógicamente, estos objetos deben llevarse muy cerca del cuerpo, en bolsillos, bolsas especiales en el cinturón, aunque sería ideal destinar una bolsa para todo ello.
Refugio de emergencia, se pueden utilizar cuevas, las ramas de un árbol, piedras o incluso una depresión del terreno. Ante todo, es importante aislarse del frío, del sol, del viento y la lluvia. En lugares fríos, si uno se ve obligado hacer vivac, debe ponerse toda la ropa que tenga a disposición ( las prendas secas debajo, las algo más húmedas arriba) y buscar un lugar cómodo y resguardado del viento. Un vivac se puede realizar con un saco de vivac de perlón para acampar al aire libre. Este saco protege del viento y ayuda a conservar el cuerpo del calor. Un buen sustituto del saco de vivac sería la manta isotérmica.
Alimentación provisional y de emergencia. No todas las plantas son comestibles. Para identificar lo que es comestible podemos guirnos por lo siguiente : La base de alimentos de los roedores y animales herbívoros, generalmente no es perjudicial para el ser humano. Primero probar con un pequeño mordisco; si tiene un sabor desagradable, escupir de inmediato. Comer en reducida cantidad y esperar algunas horas. Si no se presenta dolor de estómago o diarrea, se puede continuar comiendo. La mayoría de las plantas de savia lechosa son venenosas.
Las frutas y bayas silvestres tienen un gran valor nutritivo. Los alimentos animales son mas difíciles de conseguir. La violación a reglamentaciones de pesca y caza debe dejarse a los casos más extremos. Sin armas sólo nos queda recurrir a trampas y lazos primitivos. Por lo demás sólo nos quedan los animales de tamaños reducidos como caracoles, ranas, lagartijas, ¡todas las serpientes son comestibles!, orugas, huevos de ave, etc.
El fuego, el fuego resulta vital. Los métodos para hacer fuego sin una cerilla o encendedor son muy laboriosos y en muy contadas ocasiones se ven coronados con éxito: hacer saltar una chispa golpeando un cuchillo contra una piedra dura, concentrar los rayos del sol con una lente, el frotamiento de un taladro de arco o molinillo. Además de infinita paciencia se requiere de un lugar protegido del viento y suficiente material para encender el fuego (hierba seca, gasas, vendajes, etc.) Un paquete de cerillas en una bolsa impermeable o tapando sus cabezas con cera constituyen un tesoro muy preciado. Cada fósforo debe utilizarse como si fuera el último.
Agua. El ser humano puede sobrevivir cuatro veces más tiempo sin alimentos sólidos que sin líquidos. La falta de agua conduce a un espesamiento de la sangre. La sangre espesa y viscosa aumenta el esfuerzo que debe realizar el corazón, al exigir una mayor presión de bombeo. Es importante asegurar el contar con agua y racionar su uso mientras no se encuentre un abastecimiento. Si encontramos agua estancada la podemos potabilizar con pastillas adecuadas a tal efecto. Los ríos no suelen estar contaminados en las montañas pero por precaución también puede potabilizarse.
Con elementos de la naturaleza podemos improvisar para elaborar cordeles, refugios, sombreros, canastilla o mochila, etc.
Esperamos nunca tener que recurrir a situaciones de primeros auxilios graves y supervivencia real.