El Pueblo Originario Comechingon de Alta Gracia y el Valle de Paravachasca.

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El Pueblo Originario Comechingon de Alta Gracia ,Valle de Paravachasca y zonas de Argentina .>Esta reseña es para preservar la reseña histórica y cultural del pueblo Comechingon (Argentina) escrita por el escritor,heraldista y vexilólogo Sr Silvio Fernández ,oriundo de Alta Gracia y creador de la bandera de la Comunidad Paravachasca de Comechingones (Una de las comunidades del pueblo Comechingon que existen actualmente en Córdoba ,muchos de los integrantes oriundos de la ciudad de Alta Gracia y zona entre otras comunidades a describir una Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) 2004-2005, complementaria del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001 de Argentina, dio como resultado que se reconocieron y/o descienden en primera generación del pueblo comechingón 10 863 personas en Argentina (ninguno residiendo en comunidades indígenas), de las cuales 5119 vivían en la provincia de Córdoba y 5744 en el resto del país. Pueblo comechingón Departamento Cruz del Eje: Comunidad Tacu Kuntur (en San Marcos Sierras) (el 4 de mayo de 2009) Comunidad Macat Henen (el 20 de agosto de 2013) en La Higuera Departamento Punilla: Comunidad Ticas (en Bialet Massé) (el 3 de abril de 2009) Comunidad Indígena Hijos del Sol Comechingón (el 18 de marzo de 2010) Departamento Capital: Comunidad Aborigen del Pueblo de La Toma (el 15 de febrero de 2010) Comunidad Quisquisacate Curaca Lino Acevedo (el 14 de noviembre de 2011) Pueblos comechingón y sanavirón Departamento Cruz del Eje: Comunidad Indígena Territorial Comechingón-Sanavirón Tulián (en San Marcos Sierras)(el 11 de marzo de 2010) Otras comunidades comechingonas sin personería jurídica nacional son:7​

Comunidad Comechingona Toco‐Toco, Cruz del Eje. Comunidad Comechingona Casimira Comunidad Comechingona Nueve Lunas Comunidad Comechingona Aravella Comunidad Comechingona Ochonga Comunidad Comechingona Lu‐San Comunidad Comechingona Cata Kuna Comunidad Comechingona Ctalamuchita Comunidad Comechingona Paravachasca Comunidad Kamiare Chavascate Comunidad Timoteo Reyna Comunidad Sikiman (Chelkos-Camiares) Comunidad Lacza Henen (Chelkos -Nono).

Esta reseña también aportó  de base para preparar el  post de Miguel Carrillo de nombre "Bandera de la comunidad comechigona del valle de Paravachasca" en Banderas de Argentina y de todo el mundo .

En el proceso de valoración de las diferentes herencias étnicas y de la diversidad cultural de nuestro país (Argentina) la adopción de banderas es una fuerte señal de presencia y protagonismo creciente que involucra a los pueblos originarios, como a sus comunidades en particular; observamos un fenómeno similar respecto de otras minorías.

Los cami-chimgones

Según miembros de la propia etnia esta designación puede traducirse como “amigos de la tierra”. En la bibliografía consultada consta que un pueblo vecino, los sanavirones, los llamaban “kamichingan”, que en su lengua remite a las 'vizcachas' (un gran roedor que habita cuevas que construye) o 'habitantes de cuevas', por el tipo de viviendas semi subterráneas que empleaban.; también aprovechaban las grutas o aleros naturales propios de la región. La designación común que reciben es la de “comechingones”; con este nombre se designa incluso una serranía de importante altitud; también han perdurado como toponímicos los nombres de muchos de sus caciques.

Reconstrucción de viviendas de comechingones

Se trata de un pueblo dividido en diferentes facciones (los hênia y los kamiâre), que a la llegada de los españoles (siglo XVI) habitaba las laderas de las sierras de Córdoba y San Luis (región central de Argentina) sobre ambas vertientes y se extendían hacia el Norte, algunos estiman que hasta el río Dulce, en la hoy provincia de Santiago del Estero. Hablaban varios dialectos, cuya especial curva tonal (tonada o cantito) hoy caracteriza a los habitantes de la provincia de Córdoba que, por supuesto, hablan el español.

Ubicación del Valle y área de asentamiento original de la comunidad que tratamos

En cuanto al tipo físico es significativo que los hombres tuvieran barbas, en lo que nada se parecían a otras etnias nativas; también eran de mayor altura promedio que sus vecinos; muchos de sus individuos presentaban cráneos caucasoides y hay referencias de que también había una significativa proporción de personas con ojos verdes. Esto ha dado lugar a todo tipo de elucubraciones; en las que preferimos no incursionar.

Los relatos indican que en solían vestir una especie de delantal ceñido con faja; y que en invierno usaban casacas; mantas de lana de llamas y un cubrenuca que les caía hasta los hombros. Calzaban ojotas de fibra vegetal trenzada. Los caciques, guerreros y chamanes usaban trajes complementados con prendas de cuero.

Su dieta original incluía algarroba y chañar (geoffroea decorticans); se completaba con carne de ciervos, vizcachas, guanacos, zorros, liebres e iguanas. También aprovechaban la pesca que hallaban en los riachos utilizando redes fabricadas con fibras naturales. Construyeron represas y acequias para regar cultivos de maíz, porotos, zapallos y papas.

Vaina de algarroba

Han dejado testimonios líticos (morteros) practicados sobre la roca natural y también una rica contribución de pinturas rupestres ejecutadas con colores naturales entre los que predominan el rojo, el blanco y el negro, conformando elaborados conjuntos donde se representan escenas de caza; rituales; enfrentamientos con otros pueblos y con los españoles.

Elaboraban alfarería y cestería. Cercano a la localidad de Merlo, en San Luis, existe un parque temático “Yucat” que recrea algunos aspectos de la forma primitiva en que vivían los comechingones.

Pintura que representa un combate entre españoles y comechingones

Defendieron bravamente sus tierras, como lo dan cuenta muchas de las pinturas rupestres. El cacique Olayón que vivía en la zona de Cruz del Eje es uno de sus héroes legendarios; murió en combate singular en el año 1620 a manos del capitán español Tristán de Allende; que falleció poco después por las heridas recibidas.

La comunidad de Paravachasca

En el valle de este nombre existe una comunidad comechigona en pleno proceso de reafirmación de su cultura.

Este valle es desde antiguo un centro turístico en pleno desarrollo ubicado a unos 35 kilómetros de la ciudad de Córdoba. En su amplitud comprende el dique Los Molinos; las antiguas estancias jesuíticas de “Santa Catalina” y “Alta Gracia” (declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO), la segunda contiene el Museo Nacional “Casa del Virrey Liniers”; antigua residencia de los sacerdotes de la “Compañía de Jesús”. Entre sus más modernos iconos se cuentan: el autódromo “Oscar Cabalén”; la sede del centro de desarrollo tecnológico automovilístico de Oreste Berta y el Museo “Manuel de Falla”.Esta área alberga además un rosario de pequeñas localidad turísticas: Anisacate; La Bolsa; La Paisanita y Los Aromos, entre otras.


También abarca el parque nacional “Quebrada del Condorito”, donde habita una significativa población de cóndores andinos; animal que ha sido adoptado como elemento de sus banderas por algunas comunidades comechingonas.

Bandera de la comunidad

Como evidencia de este protagonismo reivindicador recientemente adoptó un estandarte o bandera identificatoria que posee los característicos colores de la etnia, con los que se pintaban para ir al combate.

Su simbología es una obra de conjunto. Silvio Fernández[1], elaboró el diseño. Contribuyeron a su fundamentación semiótica Elvio Altamirano (naguan ‘cacique’ en dialecto henia; de la comunidad Paravachasca) y Luis Ferrari (escritor e historiador).

Existe como variante un diseño más despojado, sin su guarda característica; que en realidad debe considerarse una simplificación.

Simbología

Los colores rojo y negro que distinguen el paño son los que identifican al pueblo cami-chimgones; en recuerdo de la forma en que pintaban sus rostros los guerreros de este pueblo.

El emblema se centra en un árbol de algarrobo (Prosopis alba o prosopis nigra).base del sustento, ya que el fruto se recoge; se muele y con él se elabora harina (patay) con múltiples propósitos y de la misma también se destila una bebida alcohólica, la aloja. Este árbol resinoso tiene un significado mucho más profundo pues a partir de su característica vital de crecer continuamente hacia adentro y hacia fuera representa la esperanza de desarrollo indicando que el ser humano ha de crecer tanto en su dimensión externa como interna; en lo físico como y en la espiritual; en fuerza y en sabiduría.

Morteros, llamados cananas o tacanas

Dos yaguaretés o jaguares (panthera onca) refieren la fuerza vital; uno mira hacia el pasado; el origen de la comunidad y el otro hacia su futuro.

La guarda que forma el perímetro indica que la comunidad está incluida en el pueblo comechigón.

La cartela que incorpora para referenciar el nombre de la comunidad es un procedimiento no habitual en la Vexilología argentina, pero muy extendido en los emblemas usados por las “primeras naciones” de Norteamérica.

Silvio Fernández entrega la enseña al naguan de la comunidad

Elvio Altamirano acompañado por su hija en el Museo Ferroviario de la ciudad de Alta Gracia

El creador de la bandera Sr Silvio Fernandez se define como auditor de Normas de Calidad y Seguridad; presidente y fundador del Cesahycag; artista, heraldista, investigador; coleccionista y miembro del Instituto Belgraniano de Tigre, entre otras varias entidades académicas.


La bandera de la Comunidad Comechingones de Paravachasca fue oficialmente presentada el 9 de abril de 2016, “día del indio americano” en el teatro Solares espacio cultural de la misma ciudad.


MAM: Un nuevo espacio para nuestra historia arqueológica

Otro importante aporte a la cultura Comechingon es la inauguración en Alta Gracia del Museo Municipal de Arqueología, espacio dedicado a preservar, conservar y difundir la historia de los habitantes originarios del valle de Paravachasca. La Provincia otorgó una ayuda de 80.000 para este emprendimiento.

En el año 2017 , vecinos y autoridades de Alta Gracia se dieron cita en la casona ubicada en la calle Olmos 167 para celebrar la inauguración de este nuevo espacio dedicado a preservar, conservar y difundir la historia de los habitantes originarios del valle de Paravachasca.

La localidad inauguró su nuevo museo que atesora una valiosa colección de un vecino de la ciudad. José Heredia dedicó su vida a buscar objetos de la cultura comechingona: reunió 4.355 piezas.

El acto estuvo presidido por Facundo Torres, Intendente de la localidad, y Nora Bedano, presidenta de la Agencia Córdoba Cultura, acompañada por Marcos Bovo, vocal de cultura.

La apertura de un nuevo espacio que preserve la historia de un pueblo, siempre es una gran ocasión y en virtud de esto el Gobierno de la Provincia de Córdoba entregó una ayuda económica por 80.000 pesos.

“Un nuevo museo que tiende el diálogo entre nuestra historia y nuestro presente siempre es una ocasión para celebrar” destacó Nora Bedano, y agregó “que sólo los pueblos que conservan y atesoran su pasado pueden mirar hacia delante” y por último destacó el perfil interactivo de este nuevo espacio, que invita a un recorrido lúdico para el disfrute de niños y grandes.

​Por su parte, el entonces intendente de Alta Gracia, Facundo Torres, expresó: “Este espacio reconstruye el perfil histórico de la historia de Alta Gracia. Es el primer museo que cuenta lo que pasó en nuestra ciudad antes de los españoles, y viene a completar el relato de toda la historia de la región”. El intendente agregó que “el Museo Arqueológico Municipal se suma al acervo histórico cultural de la ciudad, representado por el Tajamar, la iglesia de la Estancia Jesuítica y el Museo Liniers, la Casa de Manuel de Falla -que va ser visitada por el rey en el marco del VIII Congreso de la lengua- y el Museo del Che Guevara”. Un espacio vivo El proyecto surgió hace cuatro años luego de José Heredia, vecino de la localidad, entregara, de forma voluntaria, a la Municipalidad de Alta Gracia un total de 4000 piezas arqueológicas provenientes del valle de Paravachasca y de Punilla que él mismo fue recolectando a lo largo de sus años. Este conjunto quedó allí en guarda, y desde hace dos años se dispuso el alquiler de la casona de los años 40 ubicada en la calle Olmos 167 para que se estableciera este Museo Municipal.

La casa alberga tres salas y un patio. La totalidad del recorrido invita a aprender a través del juego, planteando una experiencia lúdica e interactiva. En total tiene exhibidas 150 piezas y el guión museístico tiene perfil interactivo y educativo.

El paseo por el espacio culmina en el patio que aloja esculturas de dos mujeres artistas de la zona. En este nuevo museo el rol de la mujer tiene un rol preponderante, no sólo en lo que se exhibe, sino en que todo el equipo que llevó adelante este proyecto está formado por mujeres.

MAM abrió sus puertas al público el 4 de enero pasando a formar parte de la reseña histórica de Alta Gracia y Argentina .

Vestimenta de los comechingones

Vestían una camiseta de lana con guardas y un poncho tejido como abrigo. También utilizaban cuero tanto en su vestimenta como en sus viviendas. Las excavaciones arqueológicas han revelado que los comechingones vivían en grandes chozas colectivas hechas de ramas y zacate.

¿Qué adoraban los comechingones? Creencias de los indios Comechingones. Las deidades principales eran el Sol y la Luna, creadores de todo lo conocido, generadores de luz, alimento y protección. Tambien habrian adoptado algunas deidades presentes en las culturas del noroeste, como el yastay, el chiqui y el uturuncu. El UTURUNCU es :Yaguareté, Tigre, Yaguar, Uturunco, Nahuel o Nawel, Overo, Manchado, Él, el Michilo, el Compadre, el Bicho. El yaguareté es una especie autóctona de América. Podrian haber adorado al Sol Rojo ( El Sol Rojo ) .Descripción de El Sol Rojo de los Indios Comechingones (Córdoba, Argentina)

"Sol Rojo", un petroglifo esculpido o tallado en la pared de roca de la caverna Inti Huasi (Casa del sol en lengua Quechua) ubicada en Tulumba, Córdoba, Argentina. Mide un metro con sesenta cm de diámetro, es la figura un sol con una cara humana en el centro, pintada sobre la piedra esculpida con un color rojo. Según varias fuentes se pudo observar en esa roca hasta el año 1926, luego un arqueólogo Ingles lo extrajo de la pared con un trépano neumático y lo sacó de Argentina. Hoy su paradero es desconocido.


Arte Rupestre de Cerro Colorado (Córdoba, Argentina)

Fuente :Esteban Acosta Vivas .

Sugiere transportarse en forma imaginaria hacia tiempos en los que ningún calendario existía para determinar su transcurso, y en la que el hombre que era dueño de estas tierras aprendía con la naturaleza el desafío de su existencia diaria. Su testimonio, que no pudo ser borrado por los siglos, permanece intacto y abierto a los ojos del hombre de este tiempo. Este es un homenaje a nuestros antecesores.


ARTE RUPESTRE

Se entiende por Arte rupestre, toda manifestación de carácter artístico, ideográfico ó no, hecho sobre roca. El lenguaje es la repuesta humana a la necesidad de comunicación; como así también la religión trata de responder los permanentes interrogantes sobre la vida , la muerte, el universo y el qué y porqué de la existencia de los seres y las cosas. Complejos sistemas de ideas y creencias que, elocuentemente, la inagotable capacidad creadora del hombre, manifiesta de manera singular en el arte.

El arte está íntimamente ligado con los múltiples aspectos de la vida de un pueblo, su función no es dar meramente satisfacción estética; sinó también que estas expresiones tienen estrecha relación tanto con las actividades económicas, como con las formas cúlticas y mágicas.

Cuando en el último tercio del siglo pasado fueron descubiertas las pinturas de Altamira (España), se puso en duda y aún se negó su prehistórica autenticidad. Fue necesario que nuevos hallazgos mostraran a los ojos atónitos de los sabios pinturas análogas, y que abnegados y perspicaces hombres de ciencia la estudiaran a fondo para que se diera crédito a la maravilla. Se han ido descubriendo en rápida sucesión, otros lugares en los que el hombre primitivo dejó testimonio de su pasado.

En nuestro país las primeras informaciones al respecto, se dieron a conocer en 1876, cuando el Perito Francisco P. Moreno, publica los resultados de sus viajes a la zona austral, y hace breves referencias sobre las pinturas de punta Wualichu, en la costa oriental del Lago Argentino, hoy provincia de Santa Cruz.

Para valorar en su justa medida, este aporte científico, deberíamos pensar que en ese entonces, aún no habían sido descubiertas la pinturas de Altamira 1878. Investigaciones posteriores fueron anunciando nuevos hallazgos en la patagonia, valles centrales, zona cordillerana y puna.

Descubrimiento

"Las grutas pintadas de Cerro Colorado"…así titulaba Leopoldo Lugones un artículo suyo aparecido en el suplemento ilustrado del diario La Nación, el 26 de Marzo de 1903. Y de esa manera describía y descubría para el mundo una de las mayores riquezas arqueológicas de América, las pictografías, petroglifos realizado por los indígenas en los abrigos y grutas de Cerro Colorado, aún desde épocas anteriores a la conquista española hasta sus primeros años.

Cronología.

Si bien es cierto, que la historia de las investigaciones arqueológicas comienzan a fines del siglo diecinueve y que en 1897 Damián Menendez hace en las páginas de la Biblioteca una descripción de Inti Huasi (Casa del Sol) próxima al Cerro Colorado. La fecha cierta del descubrimiento de estas pictografías, es la de 1903 año en el que el eminente escritor Leopoldo Lugones las descubre mientras realizaba una excursión, en compañía de su hermano Carlos y el baqueano Jesús Arguello de mas de noventa años de edad.

La importancia científica de estas pictografías trascendieron inmediatamente las fronteras del país, preocupando seriamente entre otros al investigador escocés S.A. Gadner, quien viajó especialmente para realizar entre los años 1920 — 1930 un cuidadoso relevamiento de las pinturas, que fructificaron en la obra mas completa que se conoce hasta nuestros días, aparecida en Londres en el año 1931 con el título de "Rock Painting of Nort West Córdoba". (Pictografías del Noroeste de Córdoba).


Caciques, detalle mural Cerro Colorado.


Ubicación geográfica

El Parque Arqueológico y Natural de Cerro Colorado, se encuentra en la República Argentina, más exactamente en la provincia de Córdoba, en el punto de reunión de tres departamentos provinciales: Tulumba, Sobremonte y Río Seco. Distante de la capital de Córdoba 168 km.


Rasgos geológicos

Cerro Colorado, es parte integrante de la sierra de Ambargasta en el norte de la provincia de Córdoba. El área dentro de la cual se encuentra, fue su origen una depresión granítica rellenada por areniscas siliceas y conglomerados hace aproximadamente unos doscientos treinta millones de años, en una época geológica llamada triásica, correspondiente a la era mesozoica o secundaria, siendo los agentes de acarreo, el agua, el viento y los desniveles naturales de los terrenos.

Los que hoy constituyen el Cerro Colorado son restos de aquellas antiguas acumulaciones que fueron objeto de la erosión producida por los agentes naturales. Se trata de cerros de areniscas rojas, ricas en ocre u óxido de hierro, o bien rosadas o grises, y que muestran la superficie llena de oquedades de formas por demás curiosas, como aleros, grutas, cavernas, etc... que el aborigen aprovechó para ejecutar sus pictografías, las que se han conservado hasta nuestros días gracias a haber sido realizadas en lugares protegidos de loa agentes atmosféricos.


Pictografías

Los principales grupos de pinturas rupestres están en los cerros Inti Huasi, Veladero, Colorado, y en la prolongación de este denominada el Desmonte. Las figuras son de carácter zoomorfo y antropomorfo, y una tercera que representa signos indescifrables. Se destaca el exacto realismo con que fueron dibujados algunos atributos de las figuras de los conquistadores hispanos, como adornos en las monturas o detalles en la celada, mientras que las representaciones de los guerreros indios son esquemáticas y convencionales. Sin duda los artistas indios contaban con normas determinadas y aceptadas para la representación de la figura humana, lo que constituiría el estilo pictográfico del cerro colorado; pero frente a las figuras diferentes y desconocidas, como las de los españoles y sus extraños animales domésticos, que por primera vez veían los ojos asombrados de los indios, estos trataron de dibujarlos de la manera mas real que sus recursos técnicos lo permitían.



Dibujo, español a caballo , del libro " Rock Painting of north West Córdoba" G. A. Gadner (Oxford,1931)

Gran parte de los animales autóctonos, en cambio, tienen un carácter naturalista, siendo fácilmente reconocible el modelo. Llamas y guanacos se destacan por sus largos cuellos y los ciervos por sus cornamenta. Más estilizados son los diseños de reptiles, saurios y serpientes. Hay excelentes ejemplos de felinos y cóndores ejecutados con el recurso del puntillismo, que realizaban por untado directo del dedo en la materia colorante. Otras imágenes parecen haber sido diseñadas con una especie de pincel.

Los colores más usados fueron el blanco, rojo y negro. Para lograrlos aprovecharon los beneficios de los minerales, de los cuales obtuvieron los pigmentos, materia prima para elaborar las pinturas que luego emplearían sobre las rocas. Utilizaban algunos óxidos, hematites, limonita, pirolusita y psilometano y el carbonato de calcio. Para el color rojo se usó la hematites, el negro se conseguía con los minerales de manganeso, y el blanco calcinando el carbonato y logrando óxido de calcio. Todas las sustancias, una vez pulverizadas, se mezclaban con grasa de animales y se aplicaban directamente sobre la pared. Con respecto al origen de las pictografías, solo se posee un dato fidedigno para detectarlo; la presencia del arco y la flecha es el elemento típico de las pinturas, el flechero emplumado, que subsiste hasta la época de la conquista instrumento que habría llegado a las sierras centrales alrededor del siglo cuarto de la era cristiana, procedente del noroeste. A esa época deben remontarse pues las primeras pinturas. Las escenas en que aparecen los españoles marca el último jalón cronológico de estas expresiones artísticas, a mediados del siglo dieciséis.


Dentro de las miles de representaciones de motivos diversos, el mayor número de estos corresponden a figuras humanas y animales. En menor proporción los hay de carácter geométrico y existe gran cantidad de no identificados: figuras humanas, de mamíferos, insectos, reptiles y aves (70% del total conocido) motivos geométricos que alcanzan el 14%, los no identificados significan el 16% del total.

Lo más característico de Cerro Colorado, son las figuras de guerreros componiendo escenas que sin duda reflejan hechos reales. Estos guerreros son identificables fácilmente por su complicado tocado, que cae de la cabeza hasta los pies, y por arco y flechas que llevan de la mano. Sus diseños naturalistas están realizados de manera sencilla y esquemática.



Autor de la Recopilacion historica  : Silvio .A.Fernandez Escritor,heraldista ,vexilologo ( Fundador del Centro de Simbología Argentina Heráldico y Cultural Alta Gracia ).