Alimentación infantil/Alergia a alimentos

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En los niños pequeños los alimentos que causan alergia con más frecuencia son la leche, los huevos y después el pescado. Después de los 2 años de edad puede aparecer alergia a otros alimentos, como las legumbres, frutos secos, marisco, etc. En este texto se ofrece simplemente un breve resumen informativo; quienes deseen o necesiten saber más deberán consultar a profesionales y fuentes de información fiables.[1][2]

El tratamiento siempre debe estar dirigido por profesionales (pediatra, alergólogo, gastroenterólogo). Está basado en los siguientes principios:

  • Identificación del producto causante de la alergia.
  • Dieta de eliminación del producto implicado.
  • Conocer las fuentes de exposición; contrastar las etiquetas de los productos.

Si su hijo tiene una alergia alimentaria comprobada, nunca haga "pruebas de tolerancia" por su cuenta. Estas solo se deben hacer bajo indicación y control directo del alergólogo o gastroenterólogo en un centro sanitario.


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Recomendaciones generales[editar]

¿Retrasar la introducción de nuevos alimentos disminuye el riesgo de desarrollar una alergia?[editar]

La respuesta a esta pregunta no es clara. En general, en la población infantil general, probablemente no, y por tanto no sería recomendable retrasar la introducción de alimentos nuevos.

Pero en una pequeña parte de la población, aquéllos niños con antecedentes familiares directos de problemas de alergia demostrada a alimentos, o los niños con enfermedades de base alérgica (como la dermatitis atópica, por ej.) de gravedad media o elevada, sí resultaría prudente ser cuidadosos en la introducción de nuevos alimentos, al menos, aquéllos más frecuentemente alergénicos. En estos pacientes, y solo en estos, la recomendación sería:

  • Introducir cada alimento nuevo uno a uno, para comprobar su tolerancia inicial.
  • No precipitarse, no adelantar la introducción de nuevos alimentos, hacerlo a las edades recomendadas por su pediatra, sobre la base de las particularidades de cada niño y familia.

Una investigación reciente indica que la exposición materna a determinados alimentos (como por ej., los frutos secos) durante la gestación no solo no induce, sino que podría proteger al futuro bebé de padecer alergias alimentarias.[3]

Recomendaciones cuando se come en el domicilio[editar]

Recomendaciones generales cuando se come en el domicilio (algunos pacientes necesitarán, además, otras medidas adicionales):

  • Las personas alérgicas no pueden consumir ciertos productos, pero sus familiares no alérgicos sí pueden consumir los productos específicos para alérgicos (para facilitar la logística doméstica).
  • Vigilar las etiquetas de los productos procesados o envasados; tener a mano los listados de productos, ingredientes y variadas denominaciones del alérgeno, para identificarlos. Tenga en cuenta que los fabricantes pueden cambiar los componentes de sus productos, así que no se fíe de haber leído la etiqueta antes, compruébelo cada vez que lo adquiera.
  • Cuando se vaya a preparar comida para varias personas, hacer en primer lugar la de la persona alérgica, para garantizar que los utensilios usados no estén contaminados con restos de productos cocinados antes.
  • Higiene estricta de la cocina y sus utensilios; no usar la freidora, ya que el aceite y ciertas partes del propio aparato puede albergar resto de alimentos procesados anteriormente.
  • Reparta las raciones en los platos y no deje que cada cual se sirva de una fuente común con sus cubiertos.
  • Si conserva alimentos sobrantes, manténgalos cerrados y etiquetados.
  • Tenga precaución con productos como la sal, especias, pan rallado, etc., ya que se pueden contaminar cuando son usados en repetidas ocasiones.

Recomendaciones cuando se come fuera de casa[editar]

Recomendaciones cuando se come fuera de casa: en restaurantes solo hay dos medidas eficaces a tomar: pedir información y garantías sobre los componentes, y no tomar nada que no ofrezca suficientes garantías. Es recomendable evitar los establecimientos con sistema de comida tipo "buffet", ya que en estos casos los riesgos se incrementan mucho.

Obligaciones de los restaurantes[editar]

Los restaurantes, bares y, en general, todo tipo de establecimientos que venden productos alimenticios sin envasar para consumo directo o en casa están obligados desde marzo de 2015 (BOE núm. 54 del 4 de marzo de 2015)[4] a informar detalladamente de los potenciales componentes alérgenicos que contienen sus productos.[5][6]

  • ¿Qué componentes han de declararse? (por orden alfabético):[5]
    • Altramuces.
    • Apio.
    • Cacahuetes.
    • Cereales con gluten. Incluye el trigo (también el trigo espelta y el trigo khorasan), el centeno, la cebada, la avena o sus variedades híbridas y productos derivados.
    • Crustáceos y productos derivados.
    • Frutos con cáscara (avellanas, nueces, etc.) y productos derivados.
    • Sésamo y productos derivados.
    • Huevo y productos derivados.
    • Leche y productos derivados.
    • Moluscos y productos derivados.
    • Mostaza y productos derivados.
    • Pescado y productos derivados.
    • Soja y productos derivados.
    • Sulfitos o dióxido de azufre (conservantes añadidos a crustáceos, frutas desecadas, productos cárnicos, refrescos, vegetales, zumos, encurtidos, vino, cerveza etc.).
  • ¿Cómo deben informar?:[5]
    • Por escrito, directamente en el menú, o indirectamente a través de carteles accesibles.
    • Y, también, de forma verbal aunque con el apoyo obligado de información escrita fácilmente accesible.

Es una normativa exigente con los establecimientos de venta de alimentos sin envasar, pero necesaria para salvaguardar la seguridad de los consumidores con alergias alimentarias, quienes deben ser igualmente exigentes y cuidadosos.


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Alergia a los alimentos más frecuentes[editar]

Alergia a las proteínas de la leche de vaca [editar]

Alergia al huevo[editar]

Alergia a otros alimentos[editar]

La alergia a frutas, pescados, legumbres, frutos secos y mariscos son menos frecuentes en niños. En caso de alergia comprobada debe excluirse el alimento implicado y seguir las recomendaciones generales indicadas antes, así como las indicadas por los profesionales a cargo de cada paciente. Desde el punto de vista de la alimentación decir que son muy numerosas y variables las situaciones que se pueden presentar, que no suelen constituir riesgos nutricionales importantes ya que son, en general, productos que pueden ser sustituidos por otros, aunque, en todo caso, debe contemplarse cada caso de forma individual.


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¿Cómo reconocer una reacción alérgica a algún alimento?[editar]

El propósito principal es la prevención, es decir, que las personas alérgicas a algún alimento no lo tomen de forma accidental. Ahora bien, siendo esto lo deseable, algunas veces pueden presentarse, por ejemplo en el medio escolar.

Es importante reconocer con prontitud las reacciones graves, y en estos casos actuar rápidamente.[7]

Síntomas de una reacción alérgica[editar]

Los síntomas son muy variables, desde un ligero picor en la boca, con o sin enrojecimiento alrededor de los labios y que desaparece espontáneamente en minutos a cuadros muy graves que pueden afectar a la vida. Algunos niños pueden presentar síntomas a través del contacto con el alimento o por su olor por manipulación o por humos o vapores, sin llegar a comerlo.

Los síntomas más frecuentes son los cutáneos: urticaria (habones), picor, hinchazón y deformidad de labios y párpados. Estos síntomas resultan alarmantes y molestos y necesitan tratamiento pero si no se acompañan de otros signos no revisten gravedad, en general.

También puede haber:[8]

  • Síntomas digestivos como picor en boca, vómitos, dolor abdominal y diarrea.
  • Algunos niños pequeños expresan un rechazo total a tomar el alimento que les produce alergia negándose incluso a mantenerlo en la boca. Este rechazo selectivo debe ser respetado y valorado como síntoma.
  • Síntomas en la garganta y rinofaringe como picor en garganta, dificultad para tragar, ronquera, tos, estornudos en salvas con mucosidad como agua.
  • Síntomas respiratorios como tos espasmódica, repetitiva, o de opresión o dolor en tórax es siempre un signo de alarma. El asma o la dificultad respiratoria provocados por alimentos se consideran síntomas de gravedad.
  • Síntomas circulatorios y de afectación general, como mareo, desmadejamiento, taquicardia, pulso débil, desmayo, son muy graves, suponen riesgo vital (anafilaxia) y necesitan tratamiento urgente en minutos sin esperar a la atención sanitaria aunque posteriormente el niño debe ser evaluado por un médico.

Los síntomas respiratorios y circulatorios citados en este apartado constituyen signos de alarma de reacciones alérgicas graves que ponen en peligro la vida y necesitan ser tratadas de forma inmediata.


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¿Cómo tratar una reacción alérgica grave en el domicilio?[editar]

  • Una reacción alérgica leve puede ser manejada con fármacos administrados por vía oral; su pediatra le indicará cómo y con qué productos.
  • Una reacción alérgica grave necesita tratamiento urgente. Cuando un niño tiene riesgo fundado de presentar una reacción de este tipo, su pediatra podrá recomendarle el uso de autoinyectores de adrenalina. En estos casos, deberá llevar siempre consigo este dispositivo y todos los adultos que cuiden al niño (familia, escuela) deben estar familiarizados con su uso.

¿Cómo es un autoinyector de adrenalina?[editar]

Fig. 1. Modelos de autoinyector de adrenalina con el dispositivo de seguridad separado
  • Es un dispositivo para autoadministrarse una dosis de adrenalina (Figs. 1 y 2), que es el medicamento fundamental para tratar una reacción alérgica grave. Puede salvar la vida.
  • El autoinyector puede ser usado por el propio paciente (adolescentes, jóvenes y adultos) o un familiar o cuidador en el caso de niños más pequeños.
  • Hay dos formatos según la dosis a usar:
    • Para niños de hasta 25 kg de peso: 0,15 mg (150 mcg).
    • Para niños de más de 25 kg, adolescentes y adultos: 0,30 mg (300 mcg).
  • Se usa inyectando el contenido en un músculo (habitualmente, el muslo).
  • Vigile le fecha de caducidad del producto.

Uso del autoinyector de adrenalina[editar]

Puede consultar el uso de estos dispositivos en este video (Altellus) y en este otro (Jext).

Los puntos principales son estos:[9][10]

  1. Llame al 112 y pida ayuda.
  2. Sujete firmemente el autoinyector con la mano dominante (Fig. 3).
  3. Retire el tapón de seguridad con la otra mano (Fig. 4).
  4. Apoye el otro extremo (de color negro o naranja) en un músculo, el muslo, incluso por encima de la ropa, y apriete con firmeza hasta escuchar un clic (Fig. 5).
  5. Espere así unos 10 segundos, retire el autoinyector y tras ello, de un masaje suave en la zona.
  6. A veces puede ser necesario repetir la dosis a los pocos minutos.

Recuerde, si cree que el niño tiene una reacción alérgica grave, no dude en usar el autoinyector.

¿Cómo conservar el autoinyector de adrenalina?[editar]

Las fichas técnicas indican:

  • Altellus 150 y 300:[11][12]
    • No refrigerar ni congelar.
    • Conservar a temperatura no superior a 25 ºC.
  • Jext 150 y 300:[13]
    • No congelar.

¿Qué más debo saber del autoinyector de adrenalina?[editar]

Lea los prospectos de los autoinyectores comercializados.[11][12][13]

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Referencias[editar]

  1. Información para familias. Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica
  2. Alergia a Alimentos. Asociación Española de Pacientes con Alergia a Alimentos y Látex
  3. Frazier AL, el at. Prospective Study of Peripregnancy Consumption of Peanuts or Tree Nuts by Mothers and the Risk of Peanut or Tree Nut Allergy in Their Offspring. JAMA Pediatr. Published online December 23, 2013. doi:10.1001/jamapediatrics.2013.4139
  4. Real Decreto 126/2015, de 27 de febrero, por el que se aprueba la norma general relativa a la información alimentaria de los alimentos que se presenten sin envasar para la venta al consumidor final y a las colectividades, de los envasados en los lugares de venta a petición del comprador, y de los envasados por los titulares del comercio al por menor
  5. 5,0 5,1 5,2 M. García. Restaurantes y alergias alimentarias. Boticaria García (blog), 1 de abril de 2015
  6. AECOSAN. Guía de aplicación de las exigencias de información alimentaria de los alimentos que se presenten sin envasar para la venta al consumidor final y a las colectividades, de los envasados en los lugares de venta a petición del comprador y de los envasados por los titulares del comercio al por menor. Consultado el 3 de abril de 2015
  7. M. Arboix. Alergia alimentaria, un problema de Salud Pública. Eroski Consumer, 25 de marzo de 2015
  8. Documento de consenso sobre recomendaciones para una escolarización segura del alumnado alérgico a alimentos y/o látex. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Madrid; 2013
  9. I. Ozcoide Erro. Cómo poner la adrenalina autoinyectable. Familia y Salud (blog), 5 de agosto de 2013
  10. Alergia: autoinyector de adrenalina. En Familia (blog), 1 de abril de 2014
  11. 11,0 11,1 Prospecto de Altellus 150. AEMPS. Consultado el 5 de abril de 2015
  12. 12,0 12,1 Prospecto de Altellus 300. AEMPS. Consultado el 5 de abril de 2015
  13. 13,0 13,1 Prospecto de Jext 150 y 300. AEMPS. Consultado el 5 de abril de 2015


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Para saber más[editar]


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Enlaces externos[editar]

Información general (pediatría, puericultura):

Blogs sobre alimentación y nutrición:

Otros:

Estas direcciones se ofrecen a título informativo. No debe entenderse que las entidades citadas comparten alguna o ninguna de las recomendaciones de este texto.