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Pisología Social de la Comunicación/N2a

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LA COMUNICACIÓN INTERCULTURAL G-50 Psicologia Social de la Comunicació

RUTH SÁNCHEZ LABRADOR MARC BARRIS PALOMAR LAIA CAMARASA MAS Y con la colaboración de nuestros compañeros de Psicologia social de la comunicación de la UAB

Este trabajo pretende hacer una acercamiento a la comunicación intercultural des del punto de vista teórico del que nos sirve la tesis de Vilà, tanto para acotar su definición como para hacer un análisis de los factores implicados en su práctica. Para eso empezaremos por los conceptos de base y luego nos extenderemos en lo que se refiere a las prácticas, para al final dar unas pinceladas sobre algunos problemas actuales que la dificultan.

La Comunicación Intercultural: Análisis Teórico

“La comunicación es aquella área de estudio centrada en el análisis de cómo las personas usan los mensajes verbales y no verbales para generar significados entre y a través de diversos contextos, culturas, canales y medios. Promueve la práctica efectiva y ética de la comunicación humana” (Association for Communication Administration)

“La interculturalidad parte de las relaciones e interacciones recíprocas entre las culturas, en una posición de simetría, y de reconocimiento y aceptación de las diferencias.”

Por lo tanto la comunicación intercultural puede ser definida, como la comunicación interpersonal donde intervienen personas con unos referentes culturales lo suficientemente diferentes como para que se auto perciban, teniendo que superar algunas barreras personales y/o contextuales para llegar a comunicarse de forma efectiva.” Es decir, habrá comunicación intercultural siempre que se junten dos personas o más con un referente cultural diferente e intenten crear unos significados compartidos. Un ejemplo seria la que se produce entre andaluces y catalanes. Tenemos diferentes referentes culturales, pero aun así, existen suficientes elementos para la eficacia comunicativa. Podemos superar, por ejemplo la barrera lingüística, ya que la mayoría de los catalanes son bilingües, y por lo que respecta a las barreras personales y contextuales, dependerá de los participantes que se superen o no. Depende de su grado de tolerancia y/o motivación de integrar o ser integrado, y para eso es importante la posición de simetría entre las personas participantes. Como veremos a lo largo del trabajo, éste ejemplo nos servirá, en muchos casos, para explicar los diferentes fenómenos de la comunicación intercultural, y lo hemos escogido aprovechando nuestra propia experiencia.

La tesis de donde sacamos las principales ideas de este trabajo, nos distingue por grupos las principales teorías que estudian el proceso de comunicación intercultural. En primer lugar, nos habla de las teorías basadas en el proceso comunicativo. La teoría de la reducción de la incertidumbre, desarrollada por Gudykunst, analiza los momentos iniciales de incertidumbre y ansiedad. El no saber que va a pasar genera estados de ansiedad que pueden llegar a entorpecer la comunicación. Andaluces y catalanes viven en un contexto político-social que promueve la “rivalidad” entre comunidades autónomas, por lo tanto vamos con mucho cuidado al hablar sobre ciertos temas (educación, prestaciones sociales…) porque no sabemos si la otra persona se va a sentir aludida si haces una crítica al sistema de la otra comunidad. Luego Young Yun Kim con su Teoría de la adaptación transcultural, da relevancia a los procesos de adaptación a entornos culturales nuevos. Des de ésta perspectiva se remiten al análisis de elementos cognitivos, afectivos y comportamentales en la competencia comunicativa. Según ésta perspectiva, un andaluz se adaptara mejor o peor dependiendo de sus conocimientos de la lengua y la cultura catalanas, de su capacidad de empatizar y de su competencia operacional, o sea, de interacción y relación para su integración. ¿Pero es realmente necesario conocer la otra cultura? ¿O basta con estar abierto a conocerla? Y, en el caso de tener información previa, ¿no puede darse el caso que en vez de facilitar, entorpezca la comunicación? Todos sabemos que los prejuicios (para bien o para mal) interfieren en nuestros pensamientos y actos, por tanto a nuestra actitud comunicativa. Por otra parte, y quizá la más interesante, Fred L. Casmir, nos proporciona la Teoría de la construcción de la tercera cultura, donde analiza el proceso de construcción cooperativa de una tercera cultura entre las personas participantes. Es una teoría basada en el interaccionismo simbólico que pretende no centrarse tanto en las dificultades comunicativas como en los resultados de la comunicación planteando la posibilidad de la construcción cooperativa de una tercera cultura que facilite una comunicación intercultural más efectiva. En Barcelona existe un ejemplo muy claro de creación de tercera cultura entre andaluces y catalanes: la feria de abril. Se ha conseguido juntar elementos de las dos culturas y crear un espacio común. En realidad la feria de abril de aquí tiene poco que ver con la original en Sevilla, pero ha servido para crear un espacio donde los andaluces tienen algo de su cultura y que pueden compartir con los demás, favoreciendo el intercambio.

En segundo lugar, está el grupo de teorías centradas en el papel del lenguaje en la comunicación. Siguiendo con la discusión sobre si la cognición va antes o después del lenguaje, Wittgenstein (1953) rompe con ésta separación, justificando que el lenguaje se organiza mediante reglas de uso cultural: es la cultura la que da significado a los enunciados. Por tanto, no puede existir la perfección lingüística o comunicativa, ya que nunca compartiremos todos los elementos de nuestros campos culturales. Pero si sabemos que nunca llegaremos a la perfección, al menos podemos conseguir un mínimo de comprensión que permita una comunicación eficaz. De ahí la importancia de la coordinación entre las personas participantes en la comunicación intercultural y de la adaptación del mensaje para el intercambio intercultural. En eso ahonda la Teoría de la gestión coordinada de significados y reglas (Dodd, 1991). Es la coordinación basada en la gestión de significados compartidos entre las personas interactuantes consiguiendo que exista una única interpretación del mensaje por parte de cada uno de los participantes. Esto es básico, por ejemplo, en el mundo científico. Para que exista una buena comunicación dentro del mundo científico, y para que el conocimiento fluya, es muy importante que se gestionen los significados sobretodo cuando se trata de avances o nuevos descubrimientos. Es igual en los distintos mundos profesionales. La coordinación de significados es básica para la normalización del conocimiento. La Teoría retórica (Dodd, 1991), por otro lado, des de su naturaleza antropológica, permite el análisis de la propiedades del contexto. En éste sentido podemos hablar de contextos que favorecen la comunicación intercultural, como seria la universidad. Se crean espacios comunes de comunicación activa, hay temas de interés comunes y espacios compartidos lo que favorece el intercambio entre campos culturales, incluso la creación de una tercera cultura común. Por otro lado, tenemos ejemplos de no favorecimiento de la comunicación ni de la interacción intercultural, como son los ghettos de algunas ciudades: el barrio chino, el latino, el judío, etc. En tercer lugar, encontramos las Teorías de organización cognitiva para la comunicación. Tal como explicita su nombre, son aquellas que teorizan sobre la organización de los pensamientos a la hora de comunicarse. Dentro de éste grupo podemos hablar de la psicolingüística que estudia los procesos cognitivos implicados en los momentos de la comprensión o de la producción de mensajes. También el constructivismo nos aporta la concepción cultural de la construcción de los esquemas mentales. La cultura nos influencia en el sistema de interpretación de significados y acciones de las demás personas, porque la cultura recoge valores y patrones de acción, la manera de aprender y por tanto, la construcción de esquemas mentales. Estos esquemas influyen en la formación de estereotipos en la categorización social y en la atribución de significados. La categorización social favorece los sesgos positivos o prejuicios, para grupos culturales de pertenencia, y sesgos negativos para los demás grupos. Pero de esto ya hablaremos más adelante cuando planteemos los obstáculos para la comunicación intercultural. En último lugar tenemos las Teorías sobre el desarrollo de relaciones interpersonales. Tal como nos dice Serrano (2003), “cuando nos comunicamos no sólo pasamos información sino que también nos relacionamos”. Según la implicación de los participantes, la comunicación y la evolución de la relación entre ambos puede dar unos frutos u otros. La Teoría de la penetración social (Chen y Starosta, 1998) incide en que depende de la información que revelemos de nosotros mismos, la relación con el otro se mantendrá superficial o se hará más profunda y personal. De ahí se deduce la importancia de la revelación de información personal para el favorecimiento de las relaciones interpersonales. Esto ocurre en general en todo proceso de conocimiento del otro, cuanta más información tengamos del otro y éste de nosotros, más difícil es que se produzcan mal entendidos y en el caso de la comunicación intercultural, más fácil es la identificación con el otro y la empatía. Finalmente, destacaremos la Teoría del conflicto intercultural (Dodd, 1991) que nos dice que la cultura modela el tipo de conflicto que se produce, y de la misma manera, el tipo de resolución que requiere. En algunas culturas se da más importancia a la causa directa del conflicto y en otras se busca los orígenes contextuales, indirectos, de éstos. Algunos autores relacionan estos estilos con culturas individualistas y colectivistas.

Para poder conocer más acerca de la comunicación es necesario hablar de la comunicación verbal y de la comunicación no verbal, ésta es la clasificación más utilizada para poder analizarla.

La Comunicación Verbal

La comunicación verbal es definida como uno de los elementos claves en todo proceso comunicativo. Entre los componentes de la comunicación verbal, la lengua es uno de los elementos clave, y como todos sabemos la lengua puede ser uno de los mayores inconvenientes en el momento de un encuentro entre dos culturas. Aunque a menudo se sostiene que la lengua es la barrera mas importante, no es suficiente con estudiar esa lengua para eliminar la barrera, sino que es necesario conocer también la cultura en la que está inmersa. Ante el desconocimiento de los aspectos culturales se pueden dar los malentendidos. Por mucho que se intente conocer un idioma, hasta que no estás inmerso en la cultura dónde se habla no es posible apreciar todos los matices. Cuando intentamos aprender otra lengua nos podemos encontrar con que no es tan fácil como parece, esto se debe a la falta de equivalencias entre los idiomas. Las faltas de equivalencias más comunes son: No equivalencia léxica o de vocabulario (cuando en uno de los dos idiomas no existe una única palabra para traducir otra), no equivalencia idiomática, frases hechas (en castellano por ejemplo existen miles de refranes que son imposibles de traducir literalmente, ya que su significado no está en lo que se dice literalmente), no equivalencia gramática-sintáctica (en castellano por ejemplo tenemos un tiempo verbal específico para el subjuntivo, sin embargo en otros idiomas ésta forma verbal no existe como tal) y la no equivalencia cultural o experiencial (cada idioma va marcado por la cultura dónde se desenvuelve, por ejemplo en Andalucía decir a alguien “que hijoputa eres” no es un insulto en la mayoría de las situaciones, pero puede que te encuentres en un grave conflicto si lo usas de la misma forma en Cataluña). La lengua además de entenderse como un instrumento de comunicación y de representación del mundo, es necesario observar como también representa un instrumento de acción. Una de las definiciones que se hace de lenguaje es cómo instrumento para conseguir cosas: cuando hablamos o decimos algo es con el fin de conseguir un objetivo. Así mismo, el dominio de un idioma ofrece bienestar, seguridad y autoestima, cuando un andaluz viene a Cataluña se siente extraño, aunque la mayoría de las personas aquí son bilingües, siente que no está todo lo integrado que debería, hay una asimetría de poder, puede llegar a sentirse mal por no conocer el idioma que se habla, y la persona que es nativa ejerce presión sobre él, aunque pueda ser solamente una presión percibida. Incluso cuando las personas que interactúan hablan el mismo idioma se dan variaciones etnolingüísticas, estas hacen referencia al lenguaje utilizado por un grupo de personas, llamado comunidad lingüística, que tiene unos rasgos únicos de pronunciación, vocabulario y uso lingüístico. No es lo mismo la pronunciación del castellano que tiene un andaluz que un catalán, incluso hay estereotipos que todos tenemos en la cabeza de cómo es un andaluz o de cómo es un catalán, y esto hace que nos comportemos de cierta manera en relación al grupo social con el que nos relacionamos. Quizás no hablemos igual cuando nos relacionamos con algún familiar, que cuando estamos en nuestro grupo de amistades o cuando hablamos con algún profesor. Cuando se intenta estudiar la comunicación una de las clasificaciones que también se tienen en cuenta son la de los estilos de comunicación verbal (como el metamensaje que contextualiza), cada persona tiene un estilo a la hora de comunicarse y cuando dos estilos diferentes se encuentran puede llevar a problemas en la comunicación y a los malos entendidos. Directo-indirecto: definen el grado en que los hablantes revelan sus intenciones a través de la comunicación verbal explícita. Elaborado-suscinto: conciernen a la calidad del habla que se valora desde la cultura. En mitad del continuo se encuentra el estilo exacto que se caracteriza por expresar de forma justa la información requerida. Personales-contextuales: caracterizado en un extremo por un lenguaje centrado en lo individual en el estilo personal, y en el otro extremo, centrado en el papel de los hablantes (estilo contextual). Instrumentales-afectivos: se basan en la distinción entre un estilo donde el lenguaje se utiliza para alcanzar los objetivos, o un estilo donde el lenguaje se utiliza para negociar las relaciones interpersonales y para conseguir la aprobación social.

La Comunicación No Verbal

Como comentábamos antes otro aspecto que ha generado muchos estudios es la comunicación no verbal, entendida como el conjunto de comportamientos no lingüísticos que a menudo son inconscientes. Hay autores que aseguran que el 60% de todo lo que comunicamos es mediante lo no verbal, aunque hay que tener en cuenta que cada cultura puede tener un código de expresión corporal diferente que si desconocemos nos puede afectar a la eficacia de la comunicación intercultural, por lo tanto cuando estudiemos este aspecto de la comunicación no hay que caer en la tentación de pensar que es universal y que los estudios realizados en nuestra cultura sirven para cualquiera. La comunicación no verbal sirve principalmente para comunicar actitudes y emociones pero no se puede estudiar separada de la comunicación verbal, están estrechamente relacionadas. La comunicación no verbal completa significados (cuando ponemos las manos y brazos separados y a la vez decimos que algo es muy grande estamos insistiendo en el tamaño del objeto que queremos describir), acentúa el mensaje, regula la interacción, produce feedback (gestos de asentimiento hacia lo que dice la otra persona, posturas y gestos de aburrimiento), mantiene la atención (esto se consigue principalmente con los movimientos de las manos, muy utilizado por ejemplo por políticos) y en algunas ocasiones sustituye al mensaje verbal (puedes estar diciendo una cosa con tus palabras pero tu cuerpo te contradice, cuando un persona miente es muy probable que su comunicación no verbal le delate). El modo en que se llevan a cabo estas funciones varía de cultura a cultura. Las culturas difieren respecto a los comportamientos no verbales, de tres formas: a. Tienen un repertorio específico de comportamientos sobre movimientos, posiciones del cuerpo, posturas, gestos, espacios, … b. Presentan un conjunto de reglas que regulan qué expresiones utilizar y bajo qué circunstancias. Regula aquellas expresiones requeridas, preferidas, permitidas y prohibidas. c. Difieren en la interpretación que se atribuye a los comportamientos no verbales particulares. Los comportamientos no verbales se basan en la cultura de la persona que comunica; y al mismo tiempo, la cultura determina el momento apropiado de manifestar los comportamientos no verbales. Hay múltiples maneras de aproximarse al estudio de la comunicación no verbal, las diferentes disciplinas se centran en aspectos concretos de ésta. La Kinésica, por ejemplo, estudia la gestualidad de las personas (gestos, postura, expresiones faciales, mirada y contacto ocular). Se suele hablar de gestos aprendidos frente a gestos innatos, pero este tema no queda fuera de las controversias, ¿hasta qué punto pueden ser innatos los gestos? ¿cómo sabemos que aunque sean innatos al final no quedan marcados por nuestra cultura? Se dice que todos reaccionamos de la misma manera ante cierto estímulos, como puede ser el dolor, la alegría, la tristeza, la sorpresa, la cólera. Para saber si un gesto es innato hay que comprobar que se da en cualquier sociedad. Pero por ejemplo aunque se diga que el llorar es algo innato, el hombre adulto ha aprendido a controlarlo en ciertas situaciones. Los gestos adquiridos son los que varían más de un campo cultural a otro, y son los que pueden generar la mayor parte de los malos entendidos. La prosémica se dedica al estudio de las distancias físicas en la comunicación interpersonal, en el sentido del uso del espacio personal en lugares públicos o privados. Se suele diferenciar entre los espacios fijos, espacios semifijos y el espacio personal (dinámico). Las personas actúan en cuatro zonas o espacios personales: distancia íntima (familia y amor), distancia personal (sociales), distancia social (oficina; tiendas) y distancia pública. Las culturas se diferencian en la distancia que mantienen con sus semejantes, pudiéndolas colocar a lo largo de un continuo desde “culturas de contacto” hasta el extremo de “no contacto” (Hall). Hay un proverbio africano que resume una filosofía de la vida, que se refiere a como al amigo verdadero lo tenemos que mantener con las dos manos. También es cierto que la distancia que mantenemos con las personas varía mucho en función de la personalidad de cada uno, por eso no debemos interpretar de mala manera si una persona se nos acerca demasiado al hablar, o si por el contrario se aleja en exceso. Esto también está influenciado por las características del lugar dónde nos encontremos, pongamos por ejemplo una discoteca, dónde el ruido impide mantener las distancias que en otro caso serían diferentes. Otro de los aspectos estudiados en la comunicación no verbal es el paralenguaje como el uso de la voz y los signos vocales se utilizan para aumentar el significado de lo que decimos. Se tiene en cuenta la calidad de la voz, los caracterizadores vocales y las segregaciones vocales. Hay un aspecto que muchas veces no se considera parte del lenguaje pero que en realidad es muy importante en la comunicación: El silencio. Hernández (1997) lo define como actividad cognitiva que propicia la ausencia de la actividad verbal. Para los estudios de la comunicación entre culturas hay que tener en cuenta las diferentes interpretaciones que se hacen del silencio en cada una de ellas. Las pausas entre frases pueden dar una interpretación concreta a lo que se está diciendo, favorece la reflexión o permite el cambio de turnos de palabra. La cronémica estudia como las personas usan, estructuran, interpretan y comprenden el paso del tiempo. Importancia de centrarse más en el pasado, presente o futuro. Influye también en como reaccionamos ante la puntualidad o falta de ella. La verdad es que a la vista de los que viven un tiempo aquí y vienen de fuera tienen la sensación de que los españoles somos bastante impuntuales, y si lo ven como una falta de respeto al tiempo de los demás conlleva tensiones innecesarias. Otro aspecto que comunica mucho sobre una sociedad son los hábitos alimentarios porque son producto de nuestra socialización. La alimentación se considera un complejo sistema de signos, imágenes y un protocolo de situaciones y comportamientos propios de cada cultura. Cada cultura establece su orden culinario y califica los alimentos como comestibles o no. Para nosotros puede resultar desagradable comer cachorros de perro o insectos (propio de Tailandia), pero para muchas otras culturas puede resultar igual de desagradable el comer caracoles o los sesos de los animales, comidas muy típicas de nuestro país. Por eso cuando viajamos no hay que pensar que los demás son unos bárbaros por comer lo que comen, no nos olvidemos que es una cuestión cultural. El olfato comunica no solo en situaciones cara a cara, sino cuando la otra persona no está presente ya que el olor puede ser evocador de recuerdos y emociones. En las diferentes culturas se le da una importancia variable a los olores y su relación con las personas y situaciones. Incluso nosotros mismos utilizamos los olores como forma de comunicación, no te pones la misma colonia los días de diario que cuando sales por las noches o quedas con alguien especial. Desde luego la comunicación no verbal engloba muchos aspectos y su estudio ha generado muchos conocimientos útiles, pero no debemos olvidar que cada cultura hace sus propias interpretaciones sobre lo que el cuerpo dice, así que no debemos caer en intentar universalizar todo lo que se dice o se conoce ya que fomentaremos los perjuicios.

Obstáculos para la comunicación intercultural

Para designar este fenómeno que dificulta y obstaculiza cualquier tipo de comunicación intercultural se utilizan diversos términos: incomprensión, malentendidos, conflicto comunicativo, momentos embarazosos, ambigüedades inherentes, crisis comunicativa, etc. Esto tiene lugar porque las personas con diferentes referentes culturales interpretan y evalúan las situaciones de forma distinta, y consecuentemente actúan también de forma distinta. A lo largo del tiempo, muchos han sido aquellos que han estudiado estos obstáculos de la comunicación cultural, coincidiendo en muchos de ellos en agrupar las causas en dos grupos: obstáculos personales y obstáculos contextuales. Los obstáculos personales son aquellas causas referentes a las características o aspectos de las personas que participan en el acto comunicativo cultural. Éstas, en general, hacen referencia al desconocimiento, la desmotivación y la falta de habilidades interculturales. Se pueden extraer tres subgrupos:

         - Las percepciones: la percepción es selectiva e inexacta, y los referentes culturales tienen un gran impacto en el proceso perceptivo. Cada cultura otorga un significado para que cada individuo pueda interpretar lo que percibe. Los diferentes procesos de atribución de significados que tiene cada cultura pueden causar graves malentendidos en un proceso comunicativo. Es fácil encontrar en Cataluña comunidades de andaluces que se agrupan y hacen sus propias actividades, fiestas y se reúnen asiduamente, esto pasa porque se tiene la tendencia a agruparse con personas que se perciben como semejantes y se evitan aquellas que se perciben como diferentes.
         -  Las categorías sociales: las personas tendimos a simplificar el procesamiento y organización de la información. En el contacto entre culturas generalizamos características concretas de situaciones, personas y objetos, haciendo un uso abusivo de estereotipos. No tratamos a los individuos como una persona individual sino como miembro de un grupo. Aunque no dejan de ser tópicos, muchos andaluces ven a los catalanes como tacaños, cerrados y separatistas. Lo mismo pasa a la inversa, se ve a los andaluces como chistosos, vagos y bailadores. Estos estereotipos se dan con frecuencia en el contacto comunicativo entre estas dos culturas. 
         -  Aptitudes y comportamientos: son frecuentes los prejuicios y discriminación hacia las otras culturas, esto impide que la comunicación intercultural se dé correctamente. 

Los obstáculos contextuales son aquellos que hacen referencia a las especificidades de la situación o contexto donde tiene lugar la comunicación cultural. Las relaciones asimétricas, en las cuales uno tiene más poder que el otro, pueden provocar problemas importantes en la comunicación. También como más amplias sean las diferencias culturales mayor será la probabilidad de que aparezcan incomprensiones y malentendidos. Y un obstáculo más en la comunicación intercultural es lo que conocemos como choque cultural, que tiene lugar cuando las personas tienen que sobrevivir a nuevos estímulos perceptivos que son difíciles de interpretar ya que el contexto de ese estímulo ha cambiado. Esto se da cuando un andaluz viene a Cataluña o bien un catalán viaja a Andalucía, ya que además de adaptarse a los comportamientos de las personas de allí, tendrá que adaptar su propio comportamiento para no crear malentendidos ni conflictos comunicativos y se pueda dar una correcta comunicación intercultural.

La Competencia Comunicativa

Entre las múltiples definiciones de competencia comunicativa, hemos escogido ésta: “Implica considerar la percepción de la realidad que tiene la persona interlocutora, así como las relaciones sociales entre las personas hablantes, o la expresión y percepción de la propia autenticidad o sinceridad” –Young Para conseguir una buena competencia comunicativa necesitamos prestar atención a dos puntos muy importantes: - La importancia de la percepción en la comunicación: la percepción de los interactuantes en un proceso comunicativo es básico para que ésta de buen resultado y la comunicación se dé correctamente, sin malentendidos ni conflictos. - La importancia del contexto y la capacidad de adaptación al mismo: la manera en como los participantes en la interacción se adaptan y se comportan de forma apropiada en un contexto es necesario para que se de una buena comunicación.

La competencia intercultural según la definición que formuló Lynch es: “La aptitud de pensar, sentir y actuar de forma que se reconozcan, respeten y construya la diversidad étnica, cultural y lingüística en situaciones multiétnicas o multiculturales” Podemos decir que la competencia intercultural parte de cuatro aproximaciones básicas: - La aproximación a los rasgos: hay que identificar aquellas características de la personalidad que hacen que una persona tenga éxito en los contactos culturales. Estos serian la flexibilidad de pensamiento, la apertura de mente.... características básicas para entender las demás culturas y poder establecer una comunicación sin obstáculos. - La aproximación perceptiva: es la que identifica actitudes y percepciones relacionadas con la competencia intercultural. Dentro de esta aproximación encontramos la habilidad para superar el estrés psicológico, comunicar de una forma efectiva, establecer relaciones interpersonales entre los participantes de la comunicación, entre otros. - La aproximación comportamental: se refiere al análisis de lo que las personas piensan que harán en un posible encuentro intercultural futuro y verificar si esto se lleva a cabo. Un andaluz podría pensar que en un posible contacto con un catalán no trataría el tema político, pero quizás durante una conversación entre ambos este tema acaba apareciendo. - La aproximación a una cultura concreta: evalúa el grado de adaptación de una persona que se esta integrando a una cultura nueva. Es importante que el grado de adaptación sea el óptimo para que esa persona tenga un alto nivel de competencia intercultural.

Ahora que hemos definido la competencia comunicativa y la competencia intercultural, definiríamos la competencia comunicativa intercultural como el conjunto de habilidades cognitivas y afectivas para manifestar comportamientos apropiados y efectivos en un contexto social y cultural determinado, que favorezcan un grado de comunicación suficientemente eficaz. Diversas investigaciones sobre este concepto han intentado aislar criterios y condiciones generales para alcanzar esta competencia comunicativa intercultural. Las conclusiones que se han extraído es que es necesario establecer una cierta proximidad cultural, un lenguaje común entre los participantes en un acto comunicativo de estas características, las personas también tienen que tener un cierto grado de conocimiento y conciencia de las otras culturas y la propia, en nuestro caso en un contacto entre catalanes y andaluces, ambos tienen que conocer los puntos positivos de su cultura y de las demás. Es necesario también que los participantes en el acto comunicativo tengan un cierto interés en aprender de las otras culturas, tener capacidad d’empatizar con la otra persona que interviene en la comunicación, tener capacidad para metacomunicarse, es decir para hablar sobre el propio lenguaje y por último, los individuos deben evitar relaciones desiguales. Todo esto lo tenemos que tener en cuenta para tener un nivel óptimo de competencia comunicativa intercultural.

Para el estudio de la competencia comunicativa intercultural, se ha elaborado el modelo integral de competencia comunicativa intercultural. Este modelo propone tres componentes básicos: el cognitivo, afectivo y comportamental. Estos tres componentes actúan de forma entrelazada cuando una persona se enfrenta al contacto intercultural, de modo que a mayor número de competencias y a mayor grado de desarrollo de las mismas mayor probabilidad de éxito. A continuación explicaremos estos tres componentes básicos: La Competencia cognitiva hace referencia a la conciencia y conocimiento que tenemos de las propias características culturales y de sus procesos comunicativos, así como el de las otras culturas. En el desarrollo de una buena competencia cognitiva, intervienen diversos factores: - El control de la incertidumbre: que se refiere a las respuestas que da una persona ante lo desconocido, incierto e impredecible de los encuentros culturales. Se puede responder negativamente con hostilidad, furia, sarcasmo... o bien de una manera positiva con tolerancia, aceptándolo como un reto, etc. - La capacidad de alternatividad interpretativa: nos habla de las aptitudes de redefinición de nuevas categorías que nos permitan dar un sentido mas adecuado a las conductas de los demás. Esto nos permite superar estereotipos y prejuicios formados en anteriores ocasiones. - El conocimiento de las culturas: es muy importante conocer las similitudes y diferencias entre la propia cultura y la de los interactuantes. Si conocemos que nos une y que nos diferencia con el pueblo andaluz, un posible contacto cultural con ellos irá mejor.

La competencia afectiva la definimos como la capacidad de proyectar y recibir respuestas emocionales positivas, antes, durante y después de las interacciones interculturales. En este caso los factores que intervienen son: - El control de la ansiedad. Es necesario, para una buena comunicación intercultural, superar esta emoción que afecta negativamente los participantes de un acto comunicativo y más si cabe si éste se produce entre personas de diferentes culturas. - La empatía, se refiere a tener capacidad para situarse en la mente de alguien culturalmente distinto y desarrollar pensamientos y emociones en la interacción. - La motivación hacia la comunicación intercultural. Es básico en el contacto cultural tener interés en conocer y aprender de otras realidades culturales. - La actitud de no juzgar, ya que normalmente juzgamos si una cosa es buena o mala comparándola con la propia cultura, y hemos de saber que no hay una cultura buena y una mala, sino que todas son buenas en el contexto y para la gente que la forma. La competencia comportamental solo se conseguirá si existen las dos anteriores. Ésta se entiende como el conjunto de habilidades verbales y no verbales que evidencien una adaptación de la conducta que favorezca comunicarse de forma apropiada y efectiva. Para llegar a ésta los factores más relevantes son: - La flexibilidad comportamental: implica el desarrollo de de habilidades interpersonales de adaptación del estilo comunicativo según el contexto cultural y la situación en la que se esta inmerso. Un ejemplo seria desempeñar diferentes roles. - Las habilidades verbales: se refiere a hablar claro y lento, utilizar frecuentemente la repetición, distintas expresiones para explicar lo mismo, hacer construcciones simples, y todo esto con el objetivo de comunicarse correctamente. Éste es un recurso muy utilizado por los maestros para asegurar la comprensión entre sus alumnos. - Las habilidades no verbales: se refiere a utilizar recursos visuales, gestos, expresiones faciales, demostraciones, etc. Para hacer nuestra comunicación más clara y ayudar al otro participante en la interacción comunicativa intercultural. - El control de la interacción: requiere como indicar el cambio de turno, en los inicios y finales de la intervención, y el mantenimiento de la conversación y de este modo favorecer la participación de todas las personas implicadas. Éste es un problema frecuente en la comunicación, por eso hay gente que en vez de dialogar hace monólogos y no da pie a que sus contertulianos hablen.

Hasta aquí llega el análisis teórico de la comunicación intercultural, basado en el trabajo de Ruth Vilà. El próximo apartado recoge las ideas más destacadas del tema y las combina con conceptos que han surgido en las distintas aportaciones de nuestros compañeros.

Reflexiones finales

Como hemos visto la comunicación intercultural es un campo de estudio muy amplio y lleno de controversia como siempre que se habla de interculturalidad. Empezando por su base, el concepto de cultura, por el que existen múltiples definiciones y no siempre equivalentes. No es fácil definir el concepto de cultura, porque ¿Cómo sabemos si pertenecemos a una cultura occidental, europea, catalana, urbana?, ¿dónde están los límites entre una y otra? Cuando nos enfrentamos a la definición de cultura sólo lo podremos hacer desde una posición subjetiva, marcando los límites entre una y otra según nos convenga en cada momento. Una forma de evitar esta controversia es utilizar el concepto “campo cultural” de Bourdieu (donde se comparten ciertos significados a través de los cuales se interpreta el mundo), de esta forma es algo más fácil delimitar a qué campo cultural pertenecemos, siempre teniendo en cuenta que estos no son fijos y que dependiendo de la situación nos movemos de uno a otro. Uno de los grandes problemas que nos encontramos en los estudios sobre la cultura es que la mayoría están hechos desde la cultura occidental, es más, des de la hegemonía angloamericana, por lo tanto sólo tienen una manera de ver las cosas, no tienen en cuenta el relativismo y sacan sus conclusiones desde un punto de vista etnocéntrico. Un ejemplo lo tenemos en un estudio que se hizo en una tribu de Senegal (Los Wolof), en el que se intentaba ver los procesos de socialización de los niños. Cuando abarcamos un estudio de esta magnitud, y sobre todo de un colectivo tan diferente al del investigador, es esencial conocer el código cultural a estudiar. El conjunto de normas y reglas conductuales y sociales por los cuales una cultura reconoce a sus miembros, y sobre los cuales se definen sus representaciones simbólicas. Cuando se llevó a cabo el estudio esto no se tuvo en cuenta, por lo que se produjeron graves problemas metodológicos. Para describir un proceso de socialización es necesario conocer el código cultural y en este caso la investigadora no lo tiene en cuenta y no conoce el código. Otro problema es que el investigador no es consciente de que forma parte de la realidad que observa, tiene que tomar conciencia de la posición imaginaria y simbólica en la cual esta situado para los interlocutores y saber de qué manera influye en las reacciones de los observados. El término etnocentrismo define la visión de las cosas desde una perspectiva en la que el propio grupo se encuentra en el centro de todo y los demás están en escala según la referencia del mismo. Todas las culturas tienden a ser etnocéntricas y esto produce que las personas crean que los valores culturales propios son naturales y correctos y que aquellas que no los siguen se equivocan al actuar de forma distinta, todo esto comporta que nos sintamos, en cierto modo, superiores al resto de las culturas. Un ejemplo dónde aparece el etnocentrismo muy claramente es cuando un estudiante se va de intercambio a un país muy diferente (culturalmente hablando) al de origen como podría ser China; el estudiante podría considerar que la educación impartida en España es mejor que en China (etnocentrismo educacional), la medicina y los servicios sanitarios son mucho mejores en su país (etnocentrismo medicinal), y así con la tecnología, la religión, la agricultura… El etnocentrismo es también el origen del racismo, la xenofobia y la discriminación. Incluso los que defienden el pluralismo ejercen de alguna manera el etnocentrismo, como es el caso de los nacionalismos, que desde una postura etnocentrista desprecian y rechazan todo aquello relacionado con la derecha más conservadora y con frecuencia los consideran inferiores a ellos. El aspecto contrario al etnocentrismo sería el relativismo cultural que se basa en intentar entender el comportamiento de los demás dentro de su contexto cultural, extraemos de esto que todos los sistemas culturales son intrínsicamente iguales en valor y no hay ninguna cultura por encima de otra. Pero, ¿dónde ponemos los límites? Si llevamos al extremo el relativismo cultural, prácticas como el canibalismo deberían ser aceptadas moralmente. Si hablamos de competencia comunicativa intercultural no podemos olvidarnos de la educación, en las escuelas se adquieren muchos de los esquemas cognitivos sobre los que se construyen los nuevos significados, y deberían tener en cuenta el amplio abanico de culturas que llenan las aulas de nuestro país. En la actualidad existe una falsa ilusión de interculturalidad en las escuelas debido a que sí que existen alumnos de orígenes distintos, pero no es tenido en cuenta cuando se les somete a un sistema educacional uniforme y homogéneo, sólo funcional y creado para la comunidad española. En relación a como tendría que evolucionar el sistema educativo, Igor E. Klyukanov, miembro del Departamento de Estudios sobre la Comunicación de la Eastern Washington University, nos advierte la necesidad de que en el sistema educativo introduzcan la educación multicultural como elemento fundamental en el programa de estudios. Esta teoría parte de tres principios básicos: “el principio de Acotación” que hace referencia a que son las personas las que creamos las barreras entre las diferentes culturas; el “principio del Continuo” que nos habla de la tendencia a ver el mundo en dicotomías que causan las sobregeneralizaciones y, éstas, los estereotipos y los prejuicios; y por último, “el principio de Diversidad” que remarca la importancia del intercambio de información entre las diferentes culturas como mecanismo más importante para que el mundo funcione. Finalmente, si asumimos la idea de que la comunicación “perfecta” es inalcanzable, y que siempre existirán más o menos barreras para que ésta sea eficaz, entonces la solución recae en la reducción de éstas. Así, la toma de actitudes más tolerantes, el respeto y la promoción de la diversidad, serán básicas para la evolución hacia una comunicación intercultural mejor, y una reducción del etnocentrismo. Para llevar a cabo esta transformación a todos los niveles, la intervención será multidimensional y en niveles micro y macro: la educación, los medios de comunicación, las políticas de igualdad, los núcleos familiares… Es tan importante que no se envíe mensajes de discriminación desde la clase política, como que existan modelos de multiculturalidad en los programas de entretenimiento o que las distintas minorías culturales inmigradas, dispongan de espacios de comunicación y divulgación con la cultura que los recibe. La globalización es el nuevo marco de estudio de la dinámica de las culturas. La rapidez y la trasgresión de fronteras con lo que se mueve todo (personas, mercancías, capital, ideas, culturas) es de tener en cuenta en como se dan las relaciones. Como siempre, la sociedad evoluciona más rápido que los organismos que la regulan, y ahora nos encontramos en un momento donde las corrientes migratorias son mayoritariamente unidireccionales (sur-norte) y masivas, y no sabemos muy bien como encajar lo que podíamos haber predicho después de la explotación de los recursos del sur. Este tema se esta llevando desde una doble moral que avergüenza a cualquier concienzudo cuando se les estigmatiza por un lado, acusándoles de criminales, ilegales, quitatrabajos y abusones de las seguridad social, y se les explota por el otro, haciéndolos trabajar por sueldos miserables bajo amenazas de denuncia y repatriación. Pero la mala comunicación, no solo reside en la diferencia de poder de unos y otros sino en el reforzamiento de actitudes paternalistas por un lado y victimistas por el otro. Sabemos como se puede mejorar la comunicación intercultural porque sabemos lo que la obstaculiza y lo que la facilita, pero no hay mucha esperanza a que se promueva esta panacea porque quizá no interese. El patriotismo y el etnocentrismo han sido siempre una arma de control del poder sobre la masa y no creemos que la promoción real (y no de pegatina) de ésta comunicación sea objetivo de los pocos que lo controlan todo.


Bibliografía

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