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Tecnologías de la Información y la Comunicación en la educación formal/Incorporación de las TIC en la educación/Competencias docentes con la incorporación de las TIC en educación

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En los cambios que se han producido con la incorporación de las TIC en educación, no pude quedar fuera el profesor, ya que en él recae la responsabilidad del correcto uso de las tecnologías disponibles en al aula e integrarlas al proceso de enseñanza aprendizaje, además de orientar a los alumnos en el uso de tales. Para ellos es necesario que el profesor adquiera nuevas habilidades y conocimientos en el uso de las TIC, puesto que su labor profesional cada día le demanda una continua actualización en los avances científicos y tecnológicos producidos por la sociedad, ya que sin su correcto actuar seria prácticamente imposible extender el uso de las TIC en la sociedad y que así se lleve a cabo una continua formación. En primera instancia es necesaria la colaboración activa del profesor para formarse en el uso de las TIC e integrarlas en las prácticas educativas, ya que si muestra renuencia en su uso, esto provocará un estancamiento o retroceso en la formación académica tanto de alumnos como de profesores. Para ello es necesario que como menciona Sánchez [1] el profesor acepte el reto de aplicar las TIC y participe con diligencia en su propia alfabetización digital al crear y producir recursos y materiales digitales.

Para ello es necesario que como menciona Marqués [2] el profesor este consiente que la enseñanza estará situada en un cambio de paradigma que conlleva a nuevas metodologías y roles, estructurando un nuevo rumbo en las labores profesionales del docente, encaminada hacia el diseño y gestión de actividades y entornos de aprendizaje, en producción y uso de recursos tecnológicos que trae consigo la orientación y asesoramiento hacia el grupo, para de esta manera en otro momento realizar una evaluación formativa que conlleve la dinamización y motivación de los estudiantes, puesto que se pretende un cambio en la manera de concebir la evaluación tratando de erradicar la idea transmisora de información.

Teniendo en cuenta lo anterior, a continuación se exponen los ámbitos de cambio para los docentes, planteados por Cervera [3]:

  • Comunicación: Con el uso de las TIC el profesor debe plantearse la opción de comunicarse con sus pares o alumnos de manera asincrónica.
  • Estrategias metodológicas: se exigen metodologías dinámicas y participativas en el proceso de enseñanza y aprendizaje, haciendo uso de las TIC como herramientas educativas y formativas.
  • Función informadora: entender que ni la institución, ni los profesores poseen toda la información, por esta razón el profesor pasara a ser facilitador de la misma.
  • Entorno laboral y profesional: los entornos pasan de lo presencial a lo virtual, promoviendo grupos interdisciplinarios de diferentes puntos geográficos.

Retomando la función informadora, es necesario que para dicho cambio, el profesor sea capaz de:

  • Buscar materiales y recursos.
  • Ayudar a los alumnos en el acceso de información confiable.
  • Utilizar expertamente las TIC para la búsqueda, acceso y recuperación de información.
  • Facilitador de procesos, proveedores de recursos y buscadores de información.
  • Supervisores académicos procurando la retroalimentación a las actividades realizadas por los alumnos.

Es así como el docente se convierte en «un gestor de la formación», se entiende por gestor de la formación el que se ocupa de gestionar las capacidades, habilidades y conocimientos de los aprendices, detectando, motivando y aprovechando tanto individualmente como colectivamente sus posibilidades de aprendizaje [4].

Otra de las competencias a desarrollar por parte del profesor, es la capacidad de trabajar conjuntamente con sus pares, ya que como menciona Cabero [5] el profesor que trabaja sólo, muere sólo. Se habla bastante del trabajo colaborativo en los alumnos, y los profesores no lo llevan a cabo en la práctica educativa.

Definitivamente el rol del profesor ha cambiado, pero esto no quiere decir que su importancia a disminuido, al contrario, su profesión adquiere nuevos retos con un mayor grado de dificultad, sin embargo su trabajo parece ser que cada día es poco valorado ya que se distorsiona la idea de que tener acceso a una mayor cantidad de información, es sinónimo de conocimiento. Ahora bien, también el profesor va a jugar un papel importante en el diseño de medios, materiales y recursos adaptados a las características de sus estudiantes, materiales que no sólo serán elaborados por él de forma independiente, sino en colaboración, tanto con el resto de compañeros involucrados en el proceso, como con otra serie de expertos [6].

De acuerdo a Ryan y otros [7] hablan de cuatro roles básicos del profesorado: pedagógico, social, de dirección y técnico. De todos ellos el más significativo es el primero, mediante el cual el profesor contribuye a la creación del conocimiento especializado. Es también importante el segundo rol, ya que por él se potencia la creación de una atmósfera de colaboración en línea entre los diferentes participantes, se lleva el tiempo de las intervenciones y se marca la agenda para el desarrollo y exposición de los temas.

Para todas las competencias a desarrollar en el profesorado es necesario partir de su formación escolar adecuada a las necesidades de la sociedad, para ello Imbernon [8] considera imprescindible un Componente científico: en el cual se apunte hacia la formación en la disciplina específica en que se está preparando el futuro docente, con el uso cotidiano de las TIC.

  1. (2012, citado en Palacios, J., Rodríguez, J. y Forero, D. (2015). Educación y campus virtual, nuevos escenarios de formación, Revista Científica, 22, 97-110. Recuperado de: http://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/revcie/article/view/8339
  2. (2000, citado en Fandos, M., Jiménez, J., y González, A., (2002). Estrategias didácticas en el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Acción pedagógica, 11(1), 28-39. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2973066
  3. Cervera, M. (2002). El nuevo rol del profesor en entornos tecnológicos. Acción Pedagógica, 11 (1), 48-59. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2973102
  4. Bravo, P. (2003). Internet y aprendizaje en la sociedad del conocimiento. Revista científica de Comunicación y Educación, 20, 31-35. Recuperado de: www.redalyc.org/.../Internet+y+aprendizaje...sociedad%0D%0Adel+conocimiento/1
  5. Cabero, J. (2000). La aplicación de las TIC ¿esnobismo o necesidad educativa? Revista de Tecnologías de la Información y Comunicación Educativas, (1), 1-15. Recuperado de: http://reddigital.cnice.mecd.es/1/cabero/01cabero.html
  6. Ibídem, 2000
  7. (2000, citado en Ibídem, 2000)
  8. (1980, citado en Henríquez, M. (2002). La incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la formación inicial docente. Acción pedagógica, 11(1), 60-73. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2973107