Patología de la edificación/Acabados y revestimientos interiores/Reparación

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Humedades[editar]

De la humedad de obra[editar]

En los revestimientos, la humedad suele surgir como consecuencia de la aplicación de un acabado superficial antes de conseguir el secado suficiente del soporte, por tanto, por principio, la reparación se encaminará al adecuado secamiento de dicho cerramiento a fin de alcanzar su correcto equilibrio.

Secado[editar]

A efectos de reparación el primer paso a seguir, es el de analizar, si el acabado debe o no eliminarse; si la aplicación de dicho acabado se hizo con premura al tiempo secado y trajo consigo la imposibilidad de airamiento por suponer el revestimiento una barrera, debe procederse al correspondiente picado de la pintura o levantamiento del alicatado según proceda dando lugar a que el secado se haga bien sea a través de ventilación natural o ventilación forzada. Para los casos que no se considere el levantamiento del revestimiento indispensable, (solo aconsejable en algunos alicatados) debe tenerse en cuenta que la intervención puede no garantizar la eliminación completa de la humedad, por lo que resulta muy aconsejable la exclusión parcial o total del revestimiento de la zona afectada.
Los tiempos de secado están sujetos a varias condiciones, como, el grado de humedad existente, el tiempo que se tiene disponible, el ambiente climático (humedad relativa) y los medios económicos con que se cuentan.

Una vez conocido el porcentaje de humedad contenido y en función del material y tipo de pintura, podrá darse paso al secado a través de medios artificiales, con calefactores, deshumificadores y electroósmosis o, a través de la ventilación natural, mediante aireamiento.

Acabado final[editar]

Al eliminar la causa origen de la lesión, se podrá proceder a la corrección del efecto. Si se había optado por retirar el acabado afectado y causante de la lesión, basta con limpiar y disponer la superficie a recomponer. Si se trata de un área localizada, la sugerencia, es llegar a alguna junta, a efectos de resolver el aspecto estético de la zona tratada.
De cualquier modo, la aplicación del nuevo acabado debe ceñirse a la normas de correcta ejecución y ajustarse a las especificaciones pertinentes.


Humedades por filtración[editar]

Se trata de una lesión muy típica, por ser poroso el carácter de la mayoría de los materiales empleados. Las humedades por filtración son varias y conviene definirlas y clasificarlas a fin de establecer los parámetros que cada una de ellas demanda para su reparación.

Anulación de la causa[editar]

En los paños ciegos la filtración se elimina con dependencia a su causa, En el caso de elementos con superficie porosa y en situación expuesta, se tratará de impermeabilizar el elemento, atendiendo al hecho que su condición impermeable, no impida respirar al cerramiento, este tratamiento se podrá llevar a cabo por medio de el uso de pintura hidrófuga de poro abierto, idealmente de tipo ”mineral” o de un aplacado con elementos de chapa metálica o fibrocemento, también podrá hacerse mediante simples enfoscados o revocos de índole también hidrófugo, en su defecto se podrán emplear, alicatados o chapados de piedra.
Si la porosidad es el resultado de una profundad degradación del acabado existente, con principios de erosión o desprendimiento, se procederá a su correspondiente saneado y reparación, lo que en un principio deberá terminar con la lesión.
Si el problema radica por la presencia de grietas o fisuras, primero habrá que reparar estas para dar paso al posterior recubrimiento.
Para el caso de balcones con peto de obra, la premisa fundamental es considerarles como cubierta y tendrá que tratarse su impermeabilización como tal. Es decir, como primer paso se impermeabilizará la base de sus paredes hasta el posible nivel del agua (15cm aprox.) y posteriormente, se realizarán drenajes con continuidad al material impermeable en la boca del tubo drenante, de forma que en su encuentro no puedan producirse filtraciones.
Para los casos de condensación superficial interior, se podrá aumentar la temperatura interior a través de la superposición de elementos de aislamiento, teniendo en cuenta el grado de afectación de los mismos, para disminuirla, se optara por la adopción de ventilación natural o mecánica.


Reparación de los efectos[editar]

En casi todas las causas de humedad originadas por efecto de la filtración la anulación del efecto se dará con la actuación de reposición o sellado del área tratada.


Humedades por efecto capilar[editar]

Tipo de humead de compleja reparación que por tratarse de la conexión entre el agua de tipo “indisoluble” con el cerramiento, conlleva que la comunicación entre sí sea muy difícil de interrumpir, no obstante, las soluciones se basan en cada tipo y la eliminación de la causa traerá consigo la consecuente eliminación del defecto.


Anulación de las causas[editar]

La actuación se basará en función del origen de la humedad, bien sea el suelo o bien sea una plataforma horizontal en fachada, para los casos de humedad del suelo se contemplan tres tipos de actuación sujetas a las circunstancias constructivas y a la ubicación de los elementos.
Drenajes: Como principio, es ideal que la actuación se haga desde el exterior en todos los muros afectados y en todo su frente, para ello se cuentan con varios tipos de drenajes como el de la Cuña drenante, Ataguías, Zanja Drenante, pozos denantes, drenaje eléctrico y Aireación por puntos.
Barreras Impermeables: Se define como la interposición de una barrera entre el agua y el elemento constructivo, podemos encontrar entre otras, las láminas impermeables de material plástico o metálico, las inyecciones, la hidrofugación superficial y la inclusión de elementos laminares bajo soleras armadas.
En casos de Micro capilaridad producida por plataformas horizontales de fachada se poda:
  • Incrementar la inclinación de la plataforma hacia el exterior, a fin de aumentar su capacidad de drenaje.
  • Establecer un pequeño escalón impermeable entre la plataforma y el paramento.
  • Añadir rodapié, cubriendo el solape vertical de la lámina impermeable horizontal.

Reparación del efecto capilar[editar]

Para proceder a la reparación de cualquiera de los efectos ya mencionados, una vez eliminada la causa, habremos de esperar la desaparición de la humedad contenida entre en el cerramiento por medio de ventilación vía natural o artificial y una vez seca, se actuará en dependencia a:
  • Mancha: limpieza
  • Depósito: Se tratará como lesión física y actuaremos según lo indica las actuaciones en reparación de suciedades.

Químicas: según el grado y dependiendo de la probable erosión, sustitución del revestimiento.


Humedades por la condensación[editar]

Se trata de una humedad particular, por ser su aparición el resultado de la unión de varios factores físicos, concretamente la presión de vapor suficientemente alta y la temperatura suficientemente baja.

Suspensión de las causas[editar]

Existen dos caminos básicos para la actuación sobre este tipo de humedad; el primero, se buscará evitar la condensación, aumentando la temperatura superficial interior del cerramiento, con la aplicación de una hoja exterior de material aislante, rellenando las cámaras de aire con espumas o se colocaran planchas aislantes por el interior del cerramiento.
Para la disminución de la presión de vapor de agua del local, sobre el supuesto que preservamos su uso, solo nos queda como recurso, disparar dicho vapor mediante la ventilación natural o mecánica.
El segundo camino, contempla la preparación de la superficie para que el agua no produzca lesión en la misma, se pulirá entonces, el elemento a intervenir y se impermeabilizará en consecuencia con el material a tratar, naturalmente esta actuación aduce al tratamiento de materiales con superficies porosas, que no pueden ser tratadas por medio del camino anterior.

Reparación del efecto[editar]

Para los casos de manchas o desprendimientos sobre superficies porosas a causa de la condensación por el incremento del aislamiento, o aumento de la ventilación, tendrán que repararse mediante la reposición de los acabados en cuestión. Si por le contrario la superficie interior ha sido impermeabilizada, dicha actuación constituye de por sí la reparación del efecto.


Suciedad[editar]

La reparación por suciedad se trata en función del tipo de ensuciamiento del que se trate, aunque cabe notar que generalmente se encontraran conjuntamente.

Anulación de las causas[editar]

Del ensuciamiento por depósito; se estudiará la posibilidad de la aplicación de algún tipo de producto superficial que actué como repelente forético de las partículas, se tratará en cualquier caso del uso de productos químicos de carácter comercial que garanticen en cierta medida los resultados de la intervención. En el supuesto que se concluya que el caso de depósito sea interno, se considerará la aplicación de productos sellantes por el exterior, a fin de imposibilitar la entrada de agua en los poros y con ello el alojamiento de nuevas partículas. Lógicamente, la adopción de estos tratamientos deberá hacerse seguidos de una profunda y meticulosa limpieza de la fachada exterior. Dicho la anterior, la intervención en cuestión, pospone la actuación sobre las causas a la anulación del defecto.

Limpieza[editar]

Todas las técnicas de limpieza deberán estar apoyadas por un proceso de diagnostico previo y en función de este, se determinará el tipo de intervención al que se debe proceder. Los tipos más característicos son:

Limpieza Natural[editar]

Es el tratamiento con agua limpia con el menor contenido de sales, que suele aplicarse con proyección pulverizada sobre el revestimiento a tratar, la cantidad de agua esta condicionada por la salubridad de las partículas ensuciantes, el tipo de adhesión sobre la superficie y el deposito interno al que haya calado la suciedad. La proyección del agua puede ir apoyada por el cepillado suave de la superficie o, según convenga, con el aumento de la presión del liquido.

Limpieza Química[editar]

En el supuesto de adhesión molecular de las partículas, se recurrirá al uso de un disolvente diluido en agua que refuerce la acción removedora de la zona sucia, su aplicación se hará de modo similar al de la limpieza natural, mediante proyección o/y cepillado.

Es importante destacar que salvo caso extremo se deben eludir cualquier técnica de limpieza mecánica, por el daño que tales prácticas pueden perpetuar en los elementos aplicados.

Por otra parte, existen técnicas especiales de absorción a base de materiales de alto coeficiente de absorción que aplicados sobre la superficie, previo lavado, pueden extraer partículas que el agua y los productos químicos fueron incapaces de despegar, estas técnicas suelen usarse en objetos de gran delicadeza y requieren una sofisticación en su puesta en marcha.
Los procesos de limpieza deben de tener en cuenta varias características propias de los materiales, tales como, el color, la geometría y la textura, entre otros, de tal forma que las actuaciones emprendidas, no perjudiquen o permitan que las superficies cambien su estructura física.


Grietas y Fisuras[editar]

Al igual que las anteriores actuaciones, es vital contar con un diagnostico lo suficientemente riguroso para establecer los tipos de medidas que deben adoptarse para cada situación, por tanto, debemos actuar sobre la causa y una vez resuelta, dar paso a la actuación sobre la lesión.

De las distintas causas[editar]

Causas de las acciones mecánicas[editar]

Se distinguen básicamente dos tipos; las derivadas por movimiento en la estructura soporte y las producidas por el propio cerramiento, ambas son causa de manifestaciones en revestimientos aunque de ellas se desprendan otro tipo de patologías que para nuestro caso no serán contempladas. La primera como causa directa tiene a su vez, dos caminos de actuación, el primero, el de la estabilización del movimiento de la estructura que se llevará a cabo mediante la intervención de la misma (análisis de esfuerzos, estudio de flechas, revisión de cimentación, etc.) y la segunda, originada por movimiento elástico, se tratará con la separación entre el cerramiento y la estructura soporte. En cuanto a las producidas por el movimiento del propio cerramiento, podrá actuarse con la inclusión de juntas verticales que amorticen los movimientos de los elementos en cuestión.

Originadas por errores del proyecto[editar]

Se clasifican como causa indirecta y dan origen a distintos tipos de grietas, no obstante, su condición permitirá mayor actuación sobre ellas, para el caso de uniones constructivas deficientes por la yuxtaposición de distintos elementos, se deberán marcar juntas que diferencien dichos elementos y proceder a su posterior tapado con algún tipo de tapajuntas. Cunado se trata de elementos ajenos y diferentes entre si, entonces la independencia debe ser si cabe, mucho mas patente.

Originadas por defectos de los materiales de ejecución[editar]

Para el caso derivado de un defecto en los materiales usados, no se tiene más remedio que el reemplazo del elemento en cuestión y, por tanto, la correspondiente rehechura del revestimiento afectado.


De los efectos[editar]

Cuando la fisura es simple reflejo de la grieta del soporte, su reparación será simultanea con esta, se deberá decidir hasta donde se repone el acabado, que dependerá en gran medida de la integridad del mismo, (el objetivo es no dejar ninguna zona de acabado carente de consistencia) y se intentará que la reparación tenga concordancia con juntas o líneas modulares que permitan disimular la reparación y no deteriore al aspecto estético del edificio. Si por el contrarío las fisuras son repetitivas y son consecuencia de la propia ejecución, se deben valorar y por consiguiente identificar varios casos:

  • Si el defecto es de adherencia por incorrecta preparación de la superficie de soporte, se obligara a la demolición y refacción de toda la zona afectada.
  • Si es por adherencia, pero, por falta de rugosidad, se provocara la rugosidad suficiente que evite los probables desprendimientos.
  • Si se trata de fisuras de afogarado, por insuficiencia en el curado del mortero superficial y tenemos garantizado la estabilización de las fisuras, se taparán las fisuras con un nuevo acabado superficial, que puede ser la propia pintura o revoco.
  • Cuando la causa de las fisuras son origen de variaciones de humedad, se procederá a la demolición de toda la zona afectada y la posterior refacción, preferiblemente con morteros con resinas acrílicas, de hecho, es factible el uso de pintura elástica armada que cubra las fisuras y absorba los futuros movimientos.


Eflorescencias[editar]

Reparación de los Efectos[editar]

Para la reparación de los efectos se abarcaran varios sistemas de limpieza que están en función de dos factores; el primero, el tipo de sal cristalizada y su salubridad y el segundo del tipo de material sobre el que se ha cristalizado:

Limpieza Natural[editar]

Consiste en la disolución de los cristales eflorescibles por medio de la proyección de agua en forma pulverizada a la presión que requiera cada caso, requiere además el posterior cepillado con cerdas más o menos resistentes en función del tipo de sal. Lógicamente para emplear este sistema, es necesario que la sal cristalizada sea soluble en agua.
Por otra parte se debe atender al coeficiente de porosidad del material que tiene el elemento soporte, a fin de establecer la forma de aplicación del agua, así como la presión y cantidad necesaria.
Independiente de estas consideraciones, se deberá contemplar la necesidad de secado forzado inmediatamente proyectada el agua, mediante calor o succión directa, como medida cautelar a la aparición de futuras humedades.

Limpieza Química[editar]

Cuando la sal cristalizada no se disuelve directamente con agua, se requiere por tanto de la ayuda de algún tipo de producto químico que facilite tal disolución. A este proceso se le denomina, limpieza química.
Hace años, se hacia uso del vinagre, en una solución del 10% que, con su ácido clorhídrico, facilitaba la disolución de las sales, sobre todo sulfatos. Actualmente se hace uso directo del ácido clorhídrico, o se implementan gran variedad de productos comerciales que contienen diferentes porcentajes de ácido y que se aplican en consecuencia a la intensidad de la lesión.
Cabe resaltar que el uso de estos productos implica mayor cantidad de agua y por consiguiente el peligro que conlleva esto a la hora de generar nuevas humedades.
En cuanto al proceso de aplicación se siguen los mismos pasos que para con el de limpieza natural en cuanto a cepillado y proyección del fluido.

Limpieza Mecánica[editar]

En raras ocasiones la sal que se ha recristalizado formando costras, mas o menos duras y difíciles de disolver, como el caso del sulfato potásico, cuando ocurre entonces se debe recurrir a medios mecánicos para la eliminación de dichas placas.
Es un proceso delicado que solo puede ser empleado por especialistas para asegurar que la remoción solo se limita a la capa de sal y no hará daño al material superficial del cerramiento.
Los tipos de herramientas empleados estarán dados por la dureza de la costra y la habilidad del operario que les manipulan, pero son muy variadas, pasando desde un simple cepillo de púas metálicas hasta el empleo de bujardas eléctricas o incluso el chorreado con diferentes materiales mas o menos duros.


Oxidación y Corrosión[editar]

Por Oxidación[editar]

Con independencia en su origen, el proceso de corrosión por oxidación se constituye por la falta de protección superficial del elemento metálico, por tanto la reparación se centrará básicamente en la limpieza profunda y su nueva imprimación antioxidante.

Limpieza[editar]

Los sistemas de limpieza pueden catalogarse en procedimientos mecánicos, que a su vez se dividen en cepillado y el chorreado.
El cepillado se realiza con cepillos metálicos y al ser un sistema manual, su alcance es relativo, sobre todo cuando la película de oxido es muy fuerte y la geometría del elemento muy desigual, lo que limita esta actuación a profundidades de corrosión de relativa agresividad.
Evidentemente el método de chorreado cuanta con mayor energía de abrasión, por lo que resulta ideal para superficies de mayor área, capas de corrosión mas importantes y geometrías mas complejas. La forma más común, es a través de la proyección de arena silícea, aunque puede optarse por otro tipo, como viruta de acero, granalla de plomo. Etc. Sin embargo, es importante matizar, que el uso de dichos procedimientos puede generar problemas colaterales.
Otro de los procedimientos usados, es el de decapados químicos, que consiste en la aplicación superficial, mediante brocha o aerosol de un producto químico que tiene por objeto la descomposición del oxido. Existen gran variedad de este tipo de productos a nivel comercial y su uso varia en función a la importancia de la lesión, por lo que es recomendable hacer un diagnostico adecuado para su puesta en uso.


Por otros sistemas[editar]

Corrosión por par galvánico[editar]

Originado por el contacto entre dos metales, o un metal con otro material, de distinto potencial eléctrico, se tratará, por medio de la sustitución, remplazando la pieza afectada, o incluyendo una pieza de por ejemplo p.v.c, que actué como barrera entre los dos elementos. En el caso que la pieza todavía pueda ser recuperable, se procederá a la limpieza de modo similar a la de la afección por corrosión de oxidación.

Corrosión por aireación diferencial[editar]

Causada por la acumulación diferenciada de agua en las superficies horizontales, se tratara, aumentando la inclinación de los paños inclinados y en las piezas que por sus características resulte imposible hacerlo, se estudiará la posibilidad de recubrimientos que impidan el asentamiento de agua. En caso de encontrase con piezas de evidente deterioro se dará lugar a la sustitución de las mismas.
Para otros tipos de corrosión, el modo de reparación es en esencia el mismo que los anteriormente referenciados, sin embargo como se ha dicho anteriormente, el diagnostico es el parámetro que define la intervención que se debe adoptar.


Desprendimientos[editar]

Enfoscados y Revocos[editar]

El origen o causa que desencadena lesión en este tipo de revestimiento, es muy diverso y por tratarse de un acabado continuo, la reparación, en la mayoría de los casos, si no, en todos consiste en la demolición total del área afectada y su posterior refacción. No obstante, es importante reconocer con la mayor exactitud el posible origen y anulación de la causa, a fin de acertar con la solución adoptada, para ello se cuenta con alternativas que pueden enmarcarse en:

  • Dilatación-Contracción: Se intervendrá, con la introducción de elementos que marquen las juntas de retracción sobre la capa del acabado, bien en estado plástico, a través de los tradicionales llagueros o bien, en estado endurecido, mediante sierras de disco manual. También podrán añadirse bandas de tela o papel, o perfiles metálicos en Forma de U.
  • Movimientos del soporte: Para el caso del movimiento, resulta muy útil conocer las juntas del posible movimiento, pero de no ser posible, se tendrá que hacer de manera intuitiva. En cualquier caso, dichas juntas disimularan los movimientos y reducirán el valor del posible esfuerzo rasante. Para los puntos de mas fácil aparición de esos movimientos, será recomendable no rehacer el revoco y sustituirlo por piezas de aplacado o chapado donde se pueda establecer una mayor independencia entre el soporte y el acabado.
  • Dilatación de los elementos infiltrados: Para este caso, se localizará el foco de la infiltración, procediendo a su posterior eliminación. Puede resultar exagerada una reposición total del acabado, por lo cual y dependiendo de la magnitud, se podrá hacer una reparación parcial que cubra la parte afectada y encajada en algunas juntas que permitan su paso desapercibido.
  • Defectos de Ejecución: La ausencia de rugosidad, de limpieza, o de humectación previa en fase de ejecución, son las variantes que obligarán a actuar sobre el paramento, para el caso específico de la rugosidad, su anulación consistirá, en un picado superficial, o en la aplicación de una malla metálica o plástica que arme la capa de acabado y consiga a su vez la adherencia al soporte.


Guarnecidos y enlucidos[editar]

Al tratarse de sistemas de acabados muy similares a los enfoscados y revocos, las técnicas a aplicar para la reparación de estos elementos son prácticamente las mismas, solo anotar, que la diferencia más importante entre uno y otro radica en la ausencia de grandes movimientos dimensionales, por lo que se ahorraran para este caso lo concerniente a juntas de retracción.


Pinturas[editar]

Para el caso de las pinturas, la reparación del efecto termina incidiendo a la totalidad del espacio tratado, quiere decir, que el raspado de la pintura deberá hacerse por lo general en toda la superficie en cuestión, si embargo, es importante conocer algunas causas de su origen como:

  • Retracción de la capa de Pintura. Antes de la aplicación del acabado, conviene analizar, la adecuación del tipo de pintura al soporte y sobre todo, la actuación de los agentes atmosféricos.
  • Variación dimensional del soporte: Para soportes elásticos, con alta probabilidad de desplazamientos, tales como maderas, metales y plásticos, es aconsejable la utilización de pinturas también de conformación elástica, capaces de absorber los movimientos que se generan desde el soporte, la madera suele ser el elemento mas conflictivo, por la poca homogeneidad de su variación.
  • Dilatación de elementos infiltrados: Al igual que en casos anteriores, previo al proceso de reparación, deben descubriesen las vías de filtración y proceder a su eliminación.
  • Errores de Ejecución: Eliminada la capa deteriorada se procederá según las indicaciones de prevención, podrá ser necesario por tanto el aplicado de secados acelerados o de imprimaciones de limpieza en función del tipo de soporte y pintura.


Erosiones[editar]

Erosión Mecánica[editar]

En general, en las erosiones mecánicas la actuación sobre la causa y el efecto suele ser conjunta, lo que explica que se explique el fenómeno a través del material:

Morteros continuos[editar]

En función del tipo de mortero y del desgaste sufrido se practicaran los siguientes pasos:
  • Limpieza de polvo y grasa.
  • Imprimación para “abrir poros” a fin de conseguir la adherencia posterior.
  • Imprimación endurecedora compuesta, comúnmente por resinas epoxi.

Paredes de piedra y terrazos[editar]

La reposición es necesaria cuando la pérdida de materia es importante, usualmente por impactos, la protección suele basarse en cantoneras metálicas o plásticas superpuestas en esquinas, barandillas y protectores horizontales continuos.

Enfoscados, revocos, guarnecidos y enlucidos[editar]

Su recuperación es revocada, salvo en casos de interés histórico que lo defienda, para la cual se emplearan selladores, fijadores y endurecedores q e conservan lo mas posible el estado actual de la superficie, al margen de esto, lo mas usual es la reposición seguida de la protección.
La reposición podrá hacerse con materiales más resistentes, que de paso evitaría el proceso de protección. Podrá usarse por consiguiente, revocos tratados con resinas endurecedores, árido abrasivo, chapados de piedra o alicatados cerámicos, este procedimiento cambiará el aspecto y textura del cerramiento pero por ventaja aportara una mejora funcional notable.
Si por alguna razón específica se debe mantener el material original, cabe recordar que se tendrá que recurrir a la protección de este y debe contemplar los siguientes puntos:
  • Esquinas verticales, con cantoneras superpuestas de madera, plástico o metal
  • Zócalos, mediante rodapié pétreo, cerámico o de p.v.c. o barandilla protectora


Conclusión[editar]

Como conclusiones genéricas a la reparación de un acabado cabe indicar tres pasos básicos:

  • Comprobación general del estado del acabado, tanto a nivel general como, claro, en las zonas lesionadas, es decir, deberá hacerse una revisión del contorno inmediato del área afectada.
  • Demolición parcial o total del acabado y saneado del mismo, que contempla, no solo la parte lesionada sino los alrededores y ante la duda, la totalidad del paño donde reside la lesión
  • Nueva ejecución o rehechura de la zona saneada.
  • Como recomendación, se sugiere, la sustitución de todo el acabado, sobre todo cuando éste es de es de adherencia continua, en los casos de adherencia por anclajes puntuales, se podrá reparar sin necesidad eminente de la demolición.