Impactos ambientales/Pueblos indígenas

De Wikilibros, la colección de libros de texto de contenido libre.

Se requiere acción especial cuando las inversiones afectan a las comunidades locales que consisten parcial o totalmente en grupos nativos, tribus, castas bajas o minorías étnicas. Este es el caso, especialmente, si su condición social limita su capacidad de mantener o defender sus intereses con respecto a la tierra u otros recursos que constituyen su medio de subsistencia. Debido a su impotencia, estos grupos son vulnerables al trastorno y empobrecimiento, en el caso de que se produzcan cambios socioeconómicos rápidos. Esto puede causar, a su vez, la adopción de sistemas inapropiados de producción y ocasionar impactos ambientales negativos. Para reducir el riesgo de empobrecimiento y de degradación del medio ambiente, se requieren planes de desarrollo especiales que se adapten a las condiciones sociales, culturales y ambientales de estos grupos.

Conceptos y definiciones[editar]

Las palabras nativo, tribu, casta y minoría étnica ponen en relieve los diferentes contextos históricos culturales y sociales que han hecho que estos grupos sean vulnerables, y también ciertas características de su organización social.

Nativo: El término nativo se refiere, generalmente, a los pueblos autóctonos que se distinguen por el estrecho vínculo cultural y la dependencia económica con relación a sus tierras ancestrales o los terrenos hacia los cuales han sido empujados por los grupos dominantes. Cada vez más, los pueblos nativos que se sienten amenazados por la intrusión de los grupos dominantes están buscando protección para sus tierras y su derecho a la autodeterminación bajo las leyes nacionales e internacionales. Los grupos nativos se organizan en tribus, bandas informales o aldeas. Si bien las tribus tienen una sólida jerarquía de liderazgo, los jefes de las bandas o aldeas dirigen, mediante su fuerza de su carácter, y tienen poca autoridad para tomar decisiones en el nombre del grupo.

Tribu: Las tribus son grupos de personas que se organizan en linajes de descendencia locales y clanes. A menudo, el derecho de utilizar las tierras que pertenecen a la tribu, depende de la posición genealógica dentro del clan. Con frecuencia, las tribus se estratifican en grupos según la edad, y los hombres y mujeres jóvenes de una generación son tratados como un "grupo" durante toda la vida. Los grupos de edad traspasan los límites de linaje y clan. A veces, las actividades del manejo de los recursos se organizan según los grupos de edad; sin embargo, los ancianos del linaje o clan, generalmente, mantienen la autoridad para tomar las decisiones relacionadas con la administración de las tierras, el ganado y los otros recursos.

Casta: Las castas son categorías sociales u ocupacionales que se fundamentan en las creencias de pureza religiosa. A menudo la gente ocupa su posición predestinada en la sociedad según la casta en la que ha nacido. La sociedad está estratificada, formando un sistema complejo de intercambio de servicios rituales, sociales y económicos, entre las castas. Con frecuencia, la gente de las castas más bajas, técnicamente, no tiene tierras, pero muchos de ellos, en realidad, sobreviven gracias a los cultivos, crianza de ganado y actividades de recolección realizadas en las tierras y bosques públicos.

Minorías étnicas: Las minorías étnicas son un segmento de la sociedad que se distingue por su dialecto, raza, religión u origen histórico, y esto, a menudo, constituye el motivo para que los otros grupos discriminen contra ellos. Los grupos étnicos minoritarios pueden identificarse con ciertos territorios, pero generalmente carecen de una estructura organizada basada solo en su calidad de grupo étnico.

Vocaciones y estado legal de los grupos[editar]

En algunos países se establecen los derechos de los pueblos nativos a utilizar o poseer la tierra u otros recursos ambientales mediante provisiones especiales de la constitución, políticas gubernamentales o resoluciones legales. En la práctica, sin embargo, estos arreglos formales pueden ser anulados por las restricciones sociales, económicas y políticas locales sobre el derecho de los nativos a manejar sus propios asuntos. Muchas de las tribus nativas de las tierras bajas de Latinoamérica, por ejemplo, no gozan de la seguridad de la tenencia de la tierra, ni de las otras protecciones normales del sistema legal de su país, no obstante las garantías constitucionales. En otros países, los idiomas y sistemas de tenencia de la tierra de los nativos, y las demás costumbres que son importantes para la sobrevivencia del grupo, no son reconocidos por las leyes o no tienen suficiente apoyo de parte de los funcionarios públicos y los programas convencionales de desarrollo.

La mayoría de las áreas rurales de África son pobladas por personas que pertenecen a las tribus, y no es extraño ver que los pueblos y ciudades se dividan en distritos separados, cada uno identificado con la tribu predominante entre sus habitantes.

Las tribus de la mayoría de los países de África son parte de la cultura nacional y constituyen los elementos básicos de la sociedad. Existe la tendencia de que ciertas tribus dominen la política nacional de algunos países, y que se niegue o pasen por alto a los intereses de las otras tribus más débiles. En algunos países los grupos dominantes señalan las diferencias entre las tribus como obstáculos al desarrollo, restando importancia a la desigualdad que existe entre los diferentes grupos y promoviendo el nacionalismo. En estos contextos, la clasificación "tribu" puede ser considerada despectiva. La situación es similar en África del Norte y partes del Medio Oriente. Las tribus continúan siendo formas importantes de organización social rural y urbana en algunos países; en cambio, en otros, las tribus han cedido a los grupos étnicos, religiosos y de idioma, que son menos cohesivos.

La población de Asia está integrada por en un sinnúmero de culturas muy diversas, de las cuales muchas se distinguen por el estado social de su casta, tribu o grupo étnico. Los pastores nómadas que viajan por las regiones áridas o áreas montañosas de la región himalaya, pertenecen a tribus, al igual que mucha gente campesina de las tierras altas del Sudeste de Asia y la gente del sub-continente índico que vive en los bosques. Tradicionalmente, se ha permitido que millones de estas personas ocupen y utilicen las tierras estatales, pero no tienen ningún derecho constitucional, ni legal a la tierra, ni a los recursos. En China, se han clasificado a varios millones de personas como Minorías Etnicas Nacionales. Algunos pertenecen a las tribus y ocupan prefecturas que tienen diferentes grados de semi-autonomía. En el Sudeste de Asia, el sistema de las castas se refleja en las constituciones de la mayoría de los países a través de la protección especial que se da a ciertas tribus y castas bajas "catalogadas", pero en zonas de África Occidental y China donde existen castas, no hay ninguna protección formal.

Políticas recomendables[editar]

No apoyar proyectos de desarrollo que conscientemente contemple la usurpación de las tierras que están siendo utilizadas u ocupadas por las minorías étnicas, nativos, tribus o castas bajas vulnerables, a menos que existan las garantías necesarias que, por lo menos, atenúen los efectos negativos o adversos que estos proyectos puedan causar a la gente, su cultura y a su medio ambiente. Esto se aplica, de manera especial, a los proyectos de desarrollo que afecten a los grupos nativos, relativamente aislados y no insertados en la sociedad moderna.

Es importante reconocer, sin embargo, que algunos grupos nativos no son aislados y participan en la economía, los procesos políticos, el sistema educativo y las otras instituciones de la sociedad en general. Muchos de ellos están completamente convencidos del valor del desarrollo, y desean participar de los recursos económicos de su país. Otros, sienten antipatía hacia lo que los representantes de la sociedad dominante llaman "los beneficios del desarrollo", o están convencidos que no se beneficiarán de los proyectos de desarrollo. Otros no tienen suficiente criterio para escoger. Por eso, las preocupaciones claves de la evaluación ambiental se relacionan con las preferencias de las minorías nativas, étnicas, tribus y castas bajas, y su respuesta a las oportunidades ofrecidas por el desarrollo.

Relación con la implementación de grandes proyectos de desarrollo[editar]

Normalmente, las minorías nativas, étnicas, tribus y castas vulnerables dependen de un territorio específico. Muchos han desarrollado sistemas de producción que son estables, de bajos consumos energéticos y sustentables, y que se adaptan muy bien a su medio ambiente. Otros, han sido empujados por los grupos más dominantes, hacia un medio ambiente más marginal y frágil, donde los sistemas tradicionales de producción dejan de sostenerles adecuadamente. Otros, ocupan sus tierras ancestrales, cuya calidad y tamaño han sido reducidos por el crecimiento de la población y la presión de los grupos dominantes. Las inversiones en el desarrollo que impliquen una reducción o degradación adicional a los recursos naturales del territorio, pueden empobrecer a esta gente. Como estos grupos tienen pocas opciones, excepto la de intensificar la explotación del medio ambiente marginal y frágil restante, el resultado es degradación ambiental.

Rara vez ha sido satisfactoria la experiencia de las minorías nativas, étnicas, tribus y castas vulnerables con las inversiones en el desarrollo. Las razones principales por esto son dos:

  • la ausencia de entendimiento acerca de las necesidades de estos grupos y
  • la falta de formular y evaluar un plan de desarrollo que se adapte a la situación local.

En consecuencia, los programas de desarrollo, a veces, no han gozado del diseño y financiación necesarios, y las inversiones no han logrado los objetivos de desarrollo de los grupos afectados. El impacto ambiental más significativo de los programas de desarrollo que han fracasado, en el caso de los grupos nativos, es el empobrecimiento y la degradación ambiental que produce la pobreza.

Guía para las evaluaciones ambientales[editar]

La evaluación ambiental de los proyectos que afecten a las poblaciones vulnerables debe tratar explícitamente cualquier impacto ambiental importante que pueda ser causado por la acción del proyecto sobre estos grupos sociales. Los efectos sociales y ambientales significativos, usualmente, ocurren en las áreas donde se introducen sistemas nuevos de infraestructura y producción, o se modifican los existentes. Por eso, se debe realizar la evaluación durante la formulación de los planes de desarrollo, para que sea posible tomar en cuenta las necesidades de los nativos durante la preparación de la propuesta del proyecto.

El análisis ambiental de los impactos del proyecto sobre los grupos vulnerables debe incluir información acerca de los siguientes aspectos:

  • Derechos de Uso Formales, Legales y Habituales. Hay que descubrir el funcionamiento verdadero de los derechos constitucionales, legislativos, administrativos, contractuales y habituales, en cuanto al uso de los recursos naturales.
  • Modelos de uso de los recursos. Se debe evaluar los cambios que han sufrido los modelos de acceso o uso de la tierra, el agua, los bosques, los pastos y los otros recursos naturales que serán afectados por el plan del proyecto, incluyendo los sistemas de agricultura, ganadería, fabricación y recolección.
  • Uso del área por los no residentes. Es necesario evaluar los datos con respecto al uso de los recursos estacionases por los pastores, pescadores, recolectores de productos del bosque, compañías de explotación forestal y proveedores de materiales industriales.
  • Participación comunitaria. Es preciso determinar el grado en que los grupos nativos sienten que el desarrollo propuesto sea ambientalmente acertado y culturalmente apropiado, cuáles son las limitaciones ambientales que deberán ser tomadas en cuenta en el diseño e implementación del proyecto; cuáles oportunidades han de ser realzadas, etc.
  • Identificación, demarcación y registro del área. Es menester evaluar la efectividad de los mecanismos locales de resolución de disputas territoriales; establecer los linderos y zonas de separación; desarrollar los medios para impedir el ingreso de los taladores e invasores.
  • Inventario de la flora y fauna. Hace falta examinar y analizar la fauna y flora y los hábitat, bajo condiciones adversas así como normales, especialmente para las especies que están en peligro de extinción; su uso por la gente residente y extraña; el conocimiento nativo de la biodiversidad.
  • Infraestructura social. Se debe evaluar el impacto para las escuelas, instalaciones médicas, redes de comunicación/ transporte, mercados; los efectos para los sistemas de agua potable, drenaje y eliminación de desperdicios.
  • Condiciones de salud pública. Es necesario evaluar los riesgos para la salud y las enfermedades del área; la contaminación ambiental; las condiciones de salud, saneamiento e higiene; las medicinas y prácticas tradicionales.
  • Evaluación institucional. Hay que determinar la capacidad de las organizaciones locales y grupos nativos para participar en la toma de decisiones, implementación, operaciones y evaluación.

Esta información básica sociocultural y ambiental debe ser tomada en cuenta durante el diseño del proyecto. Es importante determinar si la base de recursos naturales es adecuada o no para soportar la población actual, así como el crecimiento potencial. El aumento de densidad puede exigir medidas especiales, que antes no eran necesarias, para encarar las condiciones sanitarias y de salud pública. El desarrollo puede aumentar la competición por ciertos recursos naturales escasos y, por tanto, sujetarlos a mayor explotación. La introducción de minería o fabricación aumenta los riesgos de contaminación, así como nuevos peligros para la salud y la seguridad. Los mejoramientos agrícolas pueden afectar a ciertos suelos, flora y fauna, y fuentes de agua, y esto requerirá medidas de atenuación. El desarrollo nativo puede perjudicar a los otros usuarios del área, si se les niega acceso permanente.

La viabilidad económica de los sistemas de producción sugeridos es un elemento crítico de la evaluación. Si los nuevos sistemas fracasan, la gente puede dedicarse a la extracción de los recursos naturales para lograr los niveles de ingresos deseados. Por ejemplo, se diseñó un proyecto industrial de plantación forestal para emplear a las tribus que serían afectadas por la tala de los árboles de madera dura para exportación. Una vez cortado el bosque primario, se descubrió que la especie seleccionada para plantación no era apropiada para el área. La tribu no se benefició de la venta de la parte del bosque que se cortó, sin embargo, se la critica actualmente porque ha intensificado el uso de lo que quedó.

La infraestructura requerida por el desarrollo necesita especial atención. Puede ser necesario construir caminos de acceso, y esto inducirá a la extracción de recursos por los taladores, cazadores y otros. Si el diseño de los caminos no es correcto, pueden interrumpir los sistemas de drenaje, rutas de migración de los animales, y en los terrenos inclinados, pueden ser causas importantes de erosión del suelo. Se debe estudiar la posible contaminación de las fuentes de agua por las nuevas actividades económicas, tales como afluentes de los cultivos, ganado o áreas de manufactura. Al introducir trabajadores de construcción de afuera, sin realizar los exámenes médicos necesarios, ni implementar un sistema de cuidado de la salud para la gente local, se crean riesgos para la salud y la seguridad que son inaceptables. Los extraños pueden interrumpir las áreas de significado religioso y causar tensiones sociales. Si se utiliza la gente local para la construcción de la infraestructura, se reducen la mayoría de los riesgos que introducirían los trabajadores extraños, pero esto requiere, también planificación.

Planes para los grupos afectados[editar]

En general, a menos que se adopten medidas especiales, en vez de ayudar a las minorías nativas, étnicas, tribus y castas bajas, es más fácil perjudicarles con los proyectos de desarrollo que han sido diseñados para beneficiar a los otros grupos. En estos casos, la inversión debe ser diseñada para prevenir o atenuar los efectos negativos. La experiencia ha demostrado que es necesario desarrollar un plan separado para la gente nativa, que sea adecuado para sus necesidades específicas y situación local, si la inversión va a afectar a una minoría vulnerable. El objetivo es esforzarse por obtener la participación activa de la gente nativa, de tal manera que se mejoren sus condiciones sociales y ambientales.

Los planes satisfactorios que se preparen con el fin de alcanzar este objetivo deben incluir los siguientes aspectos:

  • Datos de base sobre el área y la población afectada. Hace falta un censo de la población; demarcación de las tierras y territorios que proporcionan sus medios de subsistencia; mapas del área; inventario de los recursos ambientales e identificación de las limitaciones y oportunidades de desarrollo.
  • Política de desarrollo y marco legal. Esto comprende al derecho legal de desarrollar las tierras y territorios, incluyendo el de poseer y utilizar los recursos naturales (bosques, fauna, plantas medicinales, etc.) que son vitales para su subsistencia y reproducción; los objetivos y estrategias de desarrollo, procedimientos para la presentación de quejas y el asesoramiento legal necesario.
  • Participación de la gente afectada. Esto abarca a los mecanismos formales que son necesarios para su participación directa, o indirecta mediante las ONGS, en la toma de decisiones, implementación, operación y evaluación del plan de desarrollo; la incorporación formal del conocimiento nativo, personal y práctico a los sistemas de administración de los recursos naturales y programas de protección del medio ambiente.
  • Plan de desarrollo. Incluye los planes detallados para el desarrollo de la infraestructura y servicios de educación, salud pública, crédito, etc., de los sistemas de producción de los sectores agrícolas, industriales, fabricación y de transporte; medidas de control y evaluación.
  • Capacidad organizacional para la implementación. Es necesario evaluar los departamentos que tienen la responsabilidad de la planificación e implementación del desarrollo, administración de los recursos naturales, asuntos nativos, protección de la salud pública y las agencias gubernamentales que deben ayudar; los planes para la capacitación del personal y desarrollo de la organización.
  • Estimado del costo, plan de financiamiento y programa de implementación.

Son las actividades, costo y financiamiento por año.

De igual importancia es la capacidad de las instituciones responsables por el desarrollo nativo, para implementar los planes de desarrollo. En Senegal fracasó una inversión de salud pública porque los trabajadores de salud que fueron asignados para servir a los beneficiarios, pertenecían a grupos diferentes y antagónicos. En Brasil, a pesar de los planes de desarrollo que se han acordado, las deficiencias institucionales obstaculizan la demarcación de los territorios, el cuidado a la salud pública y el registro y protección efectivo de las tierras.

Temas especiales con respecto a los pueblos nativos[editar]

Desplazamiento involuntario[editar]

El diseño del proyecto debe evitar el desplazamiento involuntario, especialmente si se tratan de minorías vulnerables. En el caso de que el restablecimiento sea necesario, se debe elaborar un plan detallado de reasentamiento. Durante la identificación y preparación del proyecto, es esencial, como base de la planificación, contar con el asesoramiento de los científicos sociales calificados y consultar con los líderes étnicos y religiosos locales. Además, los directores de trabajo deben incentivar la participación activa de los grupos afectados en el proceso de restablecimiento. Asimismo, se requieren tierras de reposición de la misma capacidad productiva, y, preferiblemente, dentro de los confines de la misma área tradicional.

Administración de áreas protegidas[editar]

En el caso de que coincidan las zonas protegidas (parques nacionales, reservas ambientales, bosques protegidos, etc.) con las áreas de ocupación tradicional nativa, se debe estudiar y planificar adecuadamente, para obtener una guía en cuanto a la política. Se debe incluir los grupos nativos como socios iguales, durante el diseño e implementación de los planes de gestión. Hay que implementar arreglos de coparticipación, tal como implica el concepto de la reserva de la biosfera".

Compensación[editar]

Si los proyectos requieren la adquisición de tierras o extracción de recursos (agua, minerales, madera, etc.) de los territorios nativos, los afectados deben recibir compensación en especie o efectivo, según el valor de reposición de los bienes expropiados. En otros casos, los pueblos interesados desearán obtener los beneficios de la participación permanente en el diseño, operación y utilidades de las actividades de extracción de los recursos. Según las circunstancias, puede ser más prudente alquilar y no comprar las tierras de los pueblos nativos,

Turismo[editar]

Los proyectos que promueven el turismo en las áreas nativas, deben ser diseñados en consulta con la población interesada. En algunos casos, puede ser necesario tomar medidas especiales para proteger a las sociedades y culturas nativas contra los trastornos causados por el turismo.

Referencias[editar]

  • Anderson, R. S., y W. Huber. 1988. The Hour of the Fox Tropical Forests, the World Bank and Indigenous People in Central India. Seattle: University of Washington Press.
  • Bodley, J. H. 1975. Victims of Progress. Menlo Park: Cummings.
  • Brokensha, D. W., D. M. Warren, y 0. Werner. editores. 1980. Indigenous Knowledge Systems and Development. Latham, Maryland: University Press of America.
  • Clay, J. 1988. Indigenous Peoples and Tropical Forests: Models of Land Use and Management from Latin America. Cambridge, Massachusetts: Cultural Survival.
  • Davis, S. H. 1988. Indigenous Peoples, Environmental Protection and Sustainable Development. Switzerland: RUCN.
  • Epstein, T. S. , y D. Penny. 1972. Opportunity and Response- Case Studies in Economic Development. Londres: C. Hurst.
  • Goodland, R. 1982. Tribal Peoples and Economic Development: Human Ecologic Considerations. Washington, D.C.: Banco Mundial.
  • McKinnon, J. y B. Vienne. 1989. Hill Tribes Today: Problems in Change. Bangkok, Tailandia: White Lotus-Orstom.
  • Parkin, D. 1972. Palms. Wine and Witnesses. San Francisco, California: Chandler.
  • Poole, P. 1989. Developing a Partnership Between Indigenous Peoples, Conservationists and Land Use Planner in Latin America. Ensayo No. 245 del Banco Mundial. Banco Mundial, Washington, D.C.