Gestión del conocimiento/El Conocimiento/Factores que han contribuido al surgimiento de la gestión del conocimiento

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La historia de la humanidad ha tenido cambios claves que han roto los paradigmas que se manejaban hasta ese momento. Los primeros humanos que poblaron el planeta basaron su sustento económico en la caza y la pesca y esto los hacía nómadas. El descubrimiento de la agricultura por parte de las mujeres de estos cazadores y pescadores proporcionó a la especie humana la posibilidad de convertir el recurso natural “tierra” en riqueza. Apareció así el primer gran cambio en la civilización. La caza y la pesca pasaron a un segundo plano y la subsistencia se basó en la “agricultura”. La especie humana cambió su sistema de vida nómada a sedentaria y se sembró así la primera semilla de lo que ahora conocemos como ciudad. Muchos siglos transcurrieron hasta que apareció el descubrimiento de la máquina de vapor y con ella el inicio del segundo gran cambio de la civilización: La “Revolución Industrial”. La generación de riqueza se basó, entonces, en las fábricas, "capital y mano de obra", la agricultura pasó a un segundo plano y la caza y pesca a un tercer lugar. (HUERTAS, 2000). Con la “Revolución Industrial” como lo expresamos anteriormente, creció masivamente la oferta de productos y fue necesario incrementar la demanda, aumentar los clientes y convencerlos que compraran más artículos. Las organizaciones se vieron obligadas en ese momento a crecer sus diferentes departamentos y a contratar mayor cantidad de personas. El mercadeo se desarrolló con toda su fortaleza. La jerarquía organizacional creció y la pirámide de mando fue aumentando en número de niveles. “Para un momento histórico donde los cambios del entorno empresarial eran lentos, y la demanda mayor que la oferta, esta jerarquía organizacional burocrática era la adecuada.” (HUERTAS, 2000)

Fue entonces cuando se comenzó a aplicar el conocimiento al avance de actividades prácticas. Como señala (DRUCKER, 1994), en los comienzos el conocimiento se aplicaba a instrumentos, procesos y productos. Así se produjo la revolución industrial. Luego, y hasta la segunda guerra mundial el conocimiento se aplicó al trabajo y dio origen a la revolución de la productividad. Drucker sostiene que en la sociedad del conocimiento por primera vez se estaría aplicando conocimiento al conocimiento para obtener una clase superior o más avanzada de conocimiento. Los trabajadores del conocimiento serían quienes con su actividad se ocupan de agregar valor al conocimiento que reciben como insumo.

A medida que los tiempos fueron cambiando y el entorno se empezó a volver más turbulento, jalonado por los avances tecnológicos especialmente en microelectrónica, la aparición del computador personal y su unión con las telecomunicaciones ha generado un estallido informático que aceleró el ritmo de vida y la facilidad para conocer rápidamente, casi en tiempo real, los sucesos y cambios mundiales. Esto dio origen al el tercer gran cambio en la civilización, lo que se ha denominado la “revolución del conocimiento” (DRUCKER, 1996). Puede hablarse de una “revolución informática” anterior pero la transición de una a la otra fue para algunos sectores imperceptible lo que propició ese desconocimiento que finalmente las confundió. En esta sociedad, el conocimiento es el principal recurso para los individuos y para la economía en general. Los tradicionales factores de producción (la tierra, la mano de obra y el capital) no han desaparecido, pero han pasado a ser secundarios. Se pueden obtener fácilmente, siempre que haya conocimiento especializado. Sin embargo, el conocimiento especializado por sí mismo no produce nada. Sólo llega a ser productivo cuando está integrado a una misión. Y por eso una sociedad del conocimiento también es una sociedad de organizaciones: “El propósito y función de todas las organizaciones, tanto comerciales como no comerciales, es la integración del conocimiento especializado en una misión común” (DRUCKER, 1994)


Figura 1. El proceso de creación en la Sociedad del Conocimiento


(BUENO, 1999, <En Línea>)


En la figura anterior se observa cual ha sido el proceso de creación en la sociedad del conocimiento o el tránsito de unos datos hacia la información y de ésta al conocimiento, proceso que acaba en la generación de determinada “competencia básica distintiva”. Como es evidente la evolución indicada consta de tres etapas, la primera representada por el “proceso de datos”, es decir por el uso de tecnologías que transforman aquellos en información; la segunda etapa convierte ésta en conocimiento, gracias al “proceso de aprendizaje”, es decir, de cómo saber “aprender a aprender” los conocimientos nuevos y, por último, la tercera etapa pretende que el conocimiento se transforme en “competencia distintiva” o en otras palabras, en el soporte de la “capacidad de competir” o de “saber hacer” mejor que los demás, todo ello gracias a determinado “proceso de creación mental”. (BUENO, 1999, <En Línea>)

En consecuencia este sistema lo que persigue es producir y difundir el saber, diseminar el talento humano o la inteligencia, tanto individual como organizativa por toda la estructura de la organización empresarial. La empresa actual, debe llevar a cabo una gestión adecuada de los flujos de conocimientos que por ella circulan; gestión que tiene como finalidad la generación de nuevos conocimientos que le permitan no sólo crear ventaja competitiva, sino también hacer ésta más duradera. En otras palabras, se puede afirmar según Drucker, que “la sociedad del conocimiento depende de la capacidad de aprendizaje, de cómo se incorpora el saber y el talento innovador, tanto en las personas como en las organizaciones que la componen”.

Es por esto que la gestión del conocimiento ha adquirido importancia real para las empresas. Según Bassi (2000), un claro motivo de este surgimiento ha sido la caótica transición de los sistemas basados en la producción y trabajo industrial hacia los sistemas apoyados en la informática, a raíz de la cual muchas funciones y trabajadores resultaron obsoletos. El considerable desarrollo de esta tecnología de la información ha permitido disponer de la base tecnológica necesaria, para captar y sintetizar la información, a partir de la cual se puede crear y transferir los conocimientos. Algunos de los medios que han hecho posible esa transferencia de conocimientos son: las intranets, los sistemas de apoyo electrónico del trabajo, el software especializado, entre muchos otros. A parte de facilitar un fácil y rápido acceso de la información a las personas de dentro y fuera de la empresa, también les permite seguir sus indicaciones contextualizadas, con las cuales la información se convierte en conocimiento.

Podría uno preguntarse: ¿Qué está haciendo que el conocimiento adquiera una dimensión tan importante para las organizaciones hoy en día? La respuesta es clara; el fenómeno de la globalización económica y cultural soportado por el desarrollo tecnológico, ha llevado a que el campo de juego de la competencia empresarial adquiera dimensiones planetarias, no sólo por su amplitud sino también por su complejidad. Es en este contexto que el conocimiento del medio, del cliente, de la tecnología, de la regulación y de los competidores, se convierte en un activo crucial para toda compañía que desee trascender.

El final del siglo XX nos presenta un mundo con vertiginosos cambios. Un mundo donde la economía ya no se basa en la tierra o el capital, sino en el conocimiento. Un mercado despiadado y de feroces competidores. Un mundo donde algunas pequeñas compañías sobrepasarán en valía a algunas gigantescas corporaciones mundiales. Donde cada persona tendrá acceso a productos, servicios e información sin moverse de su casa. Donde las redes serán más importantes que los países y donde los negocios deben hacerse en tiempo real o estaremos fuera del mercado.