Historia de la filosofía/Inicios de la filosofía/Presocráticos/Filósofos Monistas

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Tras lo anteriormente mencionado, aparecen en Grecia los primeros filósofos. Estos filósofos son los llamados "Presocráticos" y se pueden distinguir dos etapas: Los "monistas" y los "pluralistas". En esta parte nos vamos a centrar en los primeros de ellos.

Los monistas son llamados así porque piensan que el mundo se engendra de un solo principio (dependiendo del filósofo el principio será distinto), se distinguen dentro de los monistas tres grupos filosóficos:

Jonios[editar]

Los Jonios o también llamados "físicos" se centran en principios naturales (de ahí su nombre de físicos). Este grupo de filósofos se divide en dos ciudades principales de esta región:

Mileto[editar]

  • Tales de Mileto: Probablemente, fue el iniciador de la investigación acerca de la naturaleza. Tales basaba su filosofía en dos ideas principales: el arché (principio) de todas las cosas estaba en el agua y que todas las cosas estaban llenas de Dioses. Tales probablemente tomó esas ideas de las religiones babilónica y egipcia y de la cercanía de Mileto al mar.
  • Anaximandro: Posiblemente fue discípulo de Tales. Se dedicó a diversas investigaciones y se le atribuyen el primer mapa terrestre, trabajos para determinar la distancia y el tamaño de las estrellas, determinaciones de la esfericidad de la Tierra y afirmaciones sobre que la Tierra es el centro del Universo. Su filosofía se basa en que el arché de todas las cosas es el "Ápeiron", algo indeterminado, indestructible, inmortal, eterno..., todo lo reservado a los Dioses. También propone la ciclicidad del tiempo al afirmar que todo sale y vuelve al ápeiron.
  • Anaxímenes: Vuelve a la línea de un arché natural, pero afirma que este es el aire. Afirma que el aire sufre una rarefacción y una condensación, por las cuales se convierte en todo lo que conocemos.

Éfeso[editar]

  • Heráclito: afirma que el arché del universo es el fuego, afirmando que todo sale y vuelve al fuego (al igual que antes hizo Anaximandro para el ápeiron), llegando a afirmar que hasta el mundo entero perece en ese fuego eterno. Esta doctrina llamada "Eterno Retorno" será recogida en el futuro por Nietzsche. Heráclito lleva a su extremo la doctrina jónica de los opuestos, pero afirmando que esta contradicción del mundo engendra una armonía debido a la existencia de una ley única (Lógos) que rige todo el universo pero que se encuentra oculta a nosotros.

Pitagóricos[editar]

La doctrina fue iniciada por Pitágoras y continuada por sus seguidores de tal forma que es imposible distinguir las doctrinas auténticas de Pitágoras de las de sus sucesores.

El pitagorismo toma como arché los números, ya que creían haber encontrado muchas semejanzas entre los números y el mundo, llegando a concebir los números espacialmente confundiendo la unidad con el punto. Los pitagóricos proponían un mundo dualista de una forma parecida a la doctrina jónica de los opuestos pero con un carácter abstracto:

  • Par-Impar
  • Límite-Ilimitado
  • Uno-Múltiple
  • Cuadrado-Oblongo...

En cuanto a la cosmología, los pitagóricos aplican esta teoría dualista al mundo y buscando la perfección en el cielo: la presencia de 10 elementos, véanse la Tierra, la Luna, el Sol, los 5 planetas, el cielo de las estrellas fijas y la Anti-Tierra (añadida para conseguir los 10 elementos). Estos diez elementos están siempre en movimiento produciendo una música maravillosa que no oímos por estar acostumbrados a ella.

A pesar de tener rasgos característicos de los pluralistas se los incluye en el grupo de los monistas. Estos rasgos pluralistas posiblemente fueron tomados por Pitágoras de las doctrinas de Zoroastro, al que conoció en uno de sus múltiples viajes.

Filósofos del "ser"[editar]

La figura más representativa dentro de esta corriente es Parménides de Elea. Su nacimiento se fija entre el 515 y el 510 antes de nuestra era, y figura como discípulo de Jenófanes de Colofón.De sus escritos solamente nos ha llegado un poema que consta de tres partes que han sido agrupadas por historiadores y filósofos posteriores, lo cual dificulta su interpretación y una lectura correcta de su filosofía.

De forma general Parménides no sigue la línea de sus predecesores, y esta forma tan particular de originalidad es lo que lo distingue dentro de la Historia de la Filosofía. Hasta ese momento la idea que predominaba en cuanto al principio(αρχή)de toda existencia se movía en los marcos de lo que se puede entender como un materialismo ingenuo. Parménides va mucho más allá y pretende indagar sobre el propio concepto de existencia, sobre qué es el ser y qué es la esencia.Para este no hay duda alguna de que el ser "es", o sea, de que el ser existe; y por otra parte, de que el no-ser no existe. Este planteamiento ontológico abre las puertas de toda la filosofía occidental e inaugura el principio de identidad(A=A).No se habla aquí de un simple planteamiento de igualdad entre dos términos, que por de más son iguales. Es más bien la exigencia de tomar las cosas en sí mismas y consigo mismas. Es decir que todo ser "es consigo mismo lo mismo para sí mismo". Parménides dibuja la relación entre "la mismidad" y "la otredad" que más tarde hará Platón en su diálogo sobre el ser. Pero el ser para Parménides reúne toda una serie de condiciones que lo hacen ser en sí mismo. El ser es eterno, infinito, imperturbable, indivisible, ingénito, imperecedero, continuo, único, inmóvil y circular. Tomando circular como la figura perfecta en la cual todos los puntos equidistan del centro.De manera que el ser es perfecto. Ya antes este nos explicita aun más qué cosa es el ser, expresando que el ser y el pensar son una y la misma cosa. El pensamiento es perfecto, infinito, indivisible, circular, imperturbable... El ser es, entonces, la pura existencia de la esencia del pensar; si ser y pensar son una y la misma cosa, aquí se está reclamando un esfuerzo subjetivo por indagar más allá de las cosas que vemos y tocamos, a efectos de llegar a la esencia misma de estas cosas, y el camino para esto es el pensar. Pensar es ser en el sentido de que, solamente alcanzamos la verdad mediante el pensamiento, echando a un lado todo lo que nos pueda ser dado en los sentidos, y dándole mayor veracidad a lo que nos llega por la via especulativa.

De esta forma Parménides llega a su concepto sobre el ser, planteando las bases de la metafísica y de toda la filosofía especulativa posterior. Es de los primeros que busca en la internalidad del hombre, la explicación del mundo y de toda existencia.

Parménides buscaba un cambio en la filosofía rompiendo con los filósofos que le precedieron, sobre todo con los pitagóricos.